8 Cosas que los camareros odian que hagamos

Ser una persona educada y cumplir con las reglas de la sociedad es responsabilidad de todos. Sin embargo, hay situaciones en las que nuestra ayuda y cortesía están completamente fuera de lugar.

Recopilamos secretos de la vida cotidiana de los camareros, lo que hará que nuestra comunicación con ellos sea lo más agradable posible para ambas partes. Entonces, ¿qué muestras de cortesía es mejor dejar de lado al visitar un restaurante?

1. Apilar los platos

¿Apilas los platos en una pirámide para simplificar el trabajo de un camarero? Pues no, no lo hagas más.

Cada trabajador tiene su propia técnica para llevarse los platos, y tu ayuda puede convertirse en trabajo innecesario para él.

Otro error común es poner el plato vacío en el borde de la mesa, intentando expresar que ya has terminado. El camarero se acercará solo a preguntar si puede retirar la vajilla y los cubiertos.

2. Hacer tu pedido de inmediato

Creemos que hacer que el camarero se acerque varias veces a la mesa para anotar nuestro pedido es descortés, por lo que decidimos repasar rápido el menú e inmediatamente elegir un plato.

Para conocer la oferta de un restaurante y tomar una decisión, necesitas tiempo. La mayoría de las veces, mientras tú miras bien el menú, el camarero aprovecha para anotar el pedido de aquellos que ya están listos para ordenar y que llevan más tiempo que tú esperando.

Así que no dudes en pedirle al trabajador que se acerque más tarde. El personal del restaurante estará agradecido de que no gastes su tiempo.

3. Elegir un lugar por cuenta propia

Una pareja encantadora que quiere tener una cena romántica siempre elije una mesa para dos personas por su cuenta. ¿Por qué buscar a un administrador y distraerlo de sus asuntos?

Pensando así, te equivocas. Sentar a los clientes es responsabilidad del gerente de la sala, y él tiene su propio sistema de distribución, del cual no sabemos nada. Si de verdad quieres parecer amable, no interfieras con el trabajo establecido del restaurante. De lo contrario, es posible que un camarero no se entere acerca de tu presencia, y te quedes media hora esperándolo. Además, es muy agradable cuando te dan la bienvenida, ¿verdad?

4. Deshacerse en agradecimientos

Si realmente te gustó el servicio, la cocina y el lugar en su conjunto, sin dudas querrás agradecer de todo corazón a los involucrados en la creación de esa hermosa velada.

Los camareros reconocen que entre los visitantes más problemáticos están los clientes alegres y cordiales. Como regla, quieren agradecer y dar la mano personalmente a cada empleado: el chef, el administrador, el propietario del restaurante, entre otros.

No hay que distraer a los empleados del lugar. Mientras expresas tu admiración, la cena de alguien comienza a enfriarse y otros no pueden hacer sus pedidos. Un simple “gracias” y una propina serán suficientes.

5. Callar si algo salió mal

A veces, algo no nos gusta: el plato se ha enfriado, el camarero olvidó las servilletas o no trajo una barra extra de azúcar para un café que le pediste.

Todos somos personas y a veces cometemos errores. No dudes en recordarle al camarero tu pedido. Lo más probable es que no lo haya ignorado, sino que realiza demasiadas tareas al mismo tiempo y se le pueden olvidar las cosas.

Los empleados de restaurantes y cafés están interesados ​​en que el cliente esté satisfecho. Este es su trabajo y una garantía de recompensa en forma de propina. Por lo tanto, es mucho mejor decir tus comentarios amablemente que permanecer disconforme y dejar al camarero sin agradecimiento.

6. Ayudar al camarero

Algunos visitantes se sienten incómodos ante los camareros y, por lo tanto, se apresuran a ayudarlos: sacan los platos con comida de la bandeja o les entregan los vacíos.

Con tales acciones, no solo no ayudarás, sino que, por el contrario, molestarás al empleado. Tomando un plato de un lado de la bandeja puedes romper el equilibrio, y el camarero dejará caer todo el pedido. Si realmente quiere ayudar, saca de la mesa tus cosas personales: teléfono, billetera, etc.

7. Limpiar después de un incidente

¿Has roto un plato o has volcado un vaso con jugo? Espera al camarero, él resolverá rápidamente la inconveniencia. Puedes disculparte, pero no tienes que ser parte de la solución del problema. De lo contrario, además de limpiar la mesa, los empleados del restaurante tendrán que vendarte la mano con cortes de trozos de cristal.

8. Pedir algo a otro camarero

Probablemente, tu camarero puede estar ocupado en el momento en que necesitas su ayuda. No queriendo molestarlo, recurres a otro. Pero, como resultado, malgastas el tiempo de los dos. ¡Los trabajadores pueden tener un problema con la facturación debido a eso! Evita generar una enorme confusión y sé paciente.

En la mayoría de los casos, los camareros no necesitan nuestra ayuda. Solo requieren cortesía de los clientes, y, si el servicio fue bueno, una propina. ¿Qué piensas sobre el asunto?