Alguna vez nos ha sucedido que dejándonos llevar por un empaque o publicidad llamativos nos provoca comer algo que luce o se ve como exageradamente apetitoso, pero la realidad nos golpea la cara cuando nos sentimos estafados luego de haber sido testigos de la cruda realidad, echa un vistazo a estas víctimas:
1. Esta “hamburguesa” con queso que viene con una tirilla de queso.
2. Y este trozo de tarta condimentada con moho. ¡Mmm!
3. Estos “tacos de pollo” que parecen muslos de KFC disfrazados de tacos de pollo para Halloween.
4. Esta hamburguesa de pescado un tanto minimalista.
5. Y este trozo de bizcocho que cuando llegó parecía más bien un trozo de cobertura de tarta.
6. Esta “ensalada césar” que comes con las manos, ¿no?
7. Y esta ensalada que se atrevió a aparecer así en la mesa.
8. Esta “lasagna” que más bien parecía un plato de ziti al horno.
9. Estas tortitas con plátano y pepitas de chocolate que no entienden muy bien cómo se preparan las tortitas con plátano y pepitas de chocolate.
10. Este sándwich de pollo envuelto en lechuga que falló en lo de “envuelto”.
11. Y este sándwich de queso que falló en todos los sentidos posibles.
12. Este burrito de desayuno que vino con extra de tortilla.
13. Estos palitos de mozzarella sin la mozzarella.
14. Este muffin de arándanos con un triste arándano.
15. Este wrap de quesadilla de pollo que debería avergonzarse de sí mismo.
16. Y… madre mía… ¡este plato de carne con arroz que apareció con unas llaves dentro!