Las películas en donde muestran una batalla entre un ser humano y un animal, normalmente son muy emocionantes. Sin embargo, los directores en busca de un espectáculo olvidan algunos aspectos biológicos. Las películas, en ocasiones, debido a eso, terminan confundiendo al espectador y preocupándolos por los personajes.
Pero los amantes de los animales y especialistas destacan con precisión estos momentos, añadiéndoles la famosa frase “no lo creo”, a continuación te presentamos 10 Errores en famosas películas de animales.
1. Revenant: el renacido (2015)
La escena donde Hugh Glass, interpretado por Leonardo DiCaprio, lucha contra una osa es posiblemente una de las más brillantes e… irreales en esta película. El depredador no solo lo destrozaba con las garras y dientes, sino también brincaba encima de él. Y para que conste, la presión ejercida por la mandíbula de un oso grizzly es de 81 atmósferas (esto es aproximadamente como si una persona mordiera un pedazo de chorizo), la longitud de las garras es de 12 a 15 centímetros, y el peso en general alcanza 300-400 kilogramos. Después de tal lucha, es casi imposible sobrevivir o moverse sin ayuda alguna, y cuidar de sí mismo es algo de otro mundo.
Pero las cosas extrañas con la hembra oso aún no se terminan. El enfrentamiento entre el animal y el protagonista sucedió debido a que este amenazó a sus crías, y, para una mamá, la protección de su descendencia está en primer lugar. Por eso es poco probable que ella se detuviera en el ardor de la lucha, dejando a su víctima viva e incluso consciente y regresará al bosque de nuevo.
En otra escena, Glass se quita la ropa mojada y se mete dentro del cadáver de un caballo para calentarse. Este método en realidad existe, también lo utilizaban los soldados durante las guerras, pero… el héroe pasó una noche entera de esta manera, y en una temperatura como la de película, se ve claramente que todo está cubierto de nieve, lo que significa que seguramente la temperatura era inferior a cero grados y el cadáver del caballo se habría enfriado en unas horas. Si esto fuera real, Glass no habría podido salir de ahí la mañana siguiente, y en general, se habría congelado durante la noche.
Es mejor percibir la película Revenant: el renacido exclusivamente como una película narrativa, a pesar de que fue basada en hechos reales. Aun así, después de que la osa “jugara fútbol” con el hombre, la probabilidad de sobrevivir sería nula. Sin mencionar la noche dentro del caballo congelador.
2. Alfa (2018)
En esta película, que se ha estrenado hace poco, se puede disfrutar de paisajes y una bonita historia entre la amistad de un joven y una loba. Sin embargo, también hay muchas inexactitudes que son difíciles de notar.
Casi al inicio de la película, se lleva a cabo una batalla. Esta vez, un joven contra un bisonte. Pero es difícil considerarla una batalla en el pleno sentido de la palabra, al igual que en Revenant: el renacido. El animal solo atacó al ser humano, y si esto hubiera sucedido en la vida real, lo hubiera lesionado por completo. Finalmente, el joven cae desde un acantilado, pero, después de todo, solo se tuerce una pierna. Ni mencionemos el hecho de que el chico pudo bajar desde una roca y salir nadando de un río.
El comportamiento del lobo herido por Keda (Kodi Smit‑McPhee) también parece bastante raro. La lesión no se veía tan grave, y un animal salvaje hubiera preferido irse con su manada que quedarse con su enemigo. Incluso habría preferido moverse en tres patas y no obedecer al ser humano.
Ahora analicemos el aspecto físico del lobo. Nos muestran enormes mamuts y tigres de dientes de sable, pero los lobos ya han adquirido una apariencia moderna y, de acuerdo con el tamaño, no superan a un perro mediano. Por qué la evolución no los tocó y cómo pudieron sobrevivir en el mundo de los gigantes, sigue siendo un enigma.
3. Megalodón (2018)
Otra película que también se ha estrenado recientemente. Pero esta vez se trata de un tiburón gigantesco. Es difícil llegar a una conclusión sobre un monstruo prehistórico, pero, de todos modos, incluso en este animal se aplican algunas leyes de la biología.
Una de las polémicas es el tamaño del tiburón. En la película mencionan a un animal de 20 a 25 metros de largo, sin embargo, según los científicos, su longitud alcanzaba “solamente” los 18 metros.
Uno de los protagonistas dice que tal tiburón fácilmente puede morder a una ballena. Pero… no mencionan cuál. ¿Qué animal se te viene a la mente, cuando hablamos de ballenas? A lo mejor, una muy grande. Sin embargo, las ballenas pueden alcanzar de 4-5 metros de longitud (la ballena franca pigmea) hasta 33 metros en el caso de la ballena azul, es casi el doble del tiburón.
Si hablamos de la fuerza mandibular, entonces no tendría problema en morder a una ballena (ya que incluso podría partir a la mitad un barco). Pero ¿podría un tiburón rodearla? En realidad, científicos hallaron evidencias de que un megalodón pudo haber atacado ballenas, pero estas serían pequeñas ballenas barbadas (13-16 metros).
Varias veces, el tiburón en la película ataca a una persona, frecuentemente a uno de los protagonistas. Pero aquí, los científicos dudan de que tal comportamiento haya sido típico de un carnívoro prehistórico. Probablemente elegiría a una multitud de personas, por ejemplo, en las playas que también se muestran en la película, ya que un solo ser humano no es una presa para él.
Y algo más sobre el comportamiento: se trata de una escena justo al final de la película, cuando el megalodón caza en la playa. El tiburón se acerca a los nadadores, que están lejos de la costa, y abre su boca para tragarlos. Pero, en el último momento, escucha una grabación de cantos de ballenas, con la cual tratan de desviarlo, y se va.
Pero, en la vida real, el carnívoro probablemente se tragaría a una presa fácil que literalmente se encontraba enfrente de ella (o casi dentro de su boca) y solamente después se iría por la otra.