Los investigadores afirman que el cerebro no siempre puede entender lo que ven los ojos. Para el cerebro, es más fácil imaginar algo común en lugar de un objeto o fenómeno extraño. Por ejemplo, en lugar de una rama de árbol, podemos ver la pata de un monstruo o sombras regulares que pueden convertirse en caras que dan miedo. A veces, nuestra realidad no le da al cerebro la oportunidad de descubrir lo que está sucediendo, incluso si se esfuerza mucho.
A continuación te mostramos un conjunto de imágenes que te harán mirar la pantalla más tiempo del que acostumbras.