Según un estudio de 2014, a las mujeres les resulta más difícil decirles “No” a sus colegas que a los hombres. Y aunque las chicas que rara vez se niegan a ayudar son más valoradas en un trabajo, las que saben negarse rotundamente cuando no se sienten cómodas con algo tienen más probabilidades de ascender en sus carreras. En este artículo hemos recopilado recomendaciones de los psicólogos que te ayudarán a decir “No” cuando lo necesites y a sentirte más confiado.
Sabemos que cambiar nuestro comportamiento habitual no es una tarea simple. Por lo tanto, todos los consejos, excepto el último, no son demasiado complejos, pero sí muy efectivos. Para aplicar el que se encuentra al final de la lista tendrás que esforzarte, pero es el que más te ayudará a negarte sin sentir remordimientos por eso.
1. Toma una pausa
A menudo decimos que sí solo porque no tenemos tiempo para pensar adecuadamente sobre la situación. Considera todos los beneficios y las contras no solo a corto plazo, sino también en el futuro. Ahora, un trabajo extra puede brindarte dinero rápido, pero después de un par de meses de trabajar sin parar puedes desgastar tu bienestar o perder tu satisfacción con la vida. ¿De verdad quieres eso?
Pide un poco de tiempo para evaluar correctamente todo y dar una respuesta argumentada.
2. Trátate como a tu amigo
Imagina que necesitas dar una respuesta no por ti, sino por tu amigo. Los psicólogos creen que a menudo cuidamos a nuestros seres queridos más que a nosotros mismos. Considera si el pedido no abrumaría a tu compañero, o si sería cómodo para él ayudar a otra persona o hacer un trabajo adicional, y solo después de eso acepta o rechaza. De esa manera podrás concretar un negocio que sea más rentable para ti o rechazar algo que no te agrade sin remordimientos innecesarios.
3. Niégate sabiamente
Di la verdad y no exageres. Si no puedes cumplir con una solicitud o crees que no harías bien las cosas, dilo: “Me encantaría ayudarte, pero no puedo hacerlo. Podría aceptar, pero en el futuro estarás insatisfecho, y no quiero arruinar nuestra relación”.
Otra opción es decir directamente que no es cómodo abordar el asunto debido al lugar o el momento. Esto ayudará a una persona a comprender que su solicitud está simplemente fuera de tu jurisdicción o que es demasiado inconveniente para ti llevarla a cabo. Si alguien te valora y tiene sentido común, entenderá que te está agobiando y no insistirá. Y si el sujeto sigue molestándote, será más fácil para ti rechazarlo.
4. Suaviza el golpe
Aceptar un rechazo es tan difícil como decir que no. Una persona puede ofenderse o tomar tus palabras como algo personal. En tal situación, sería apropiado ablandar lo que digas, y en lugar de decir solo “No”, agrega algo como “No es cómodo para mí”, o “No puedo ayudarte”. De esa manera le dirás a ese sujeto “No eres tú, soy yo”. Es más sencillo comprender esas frases que un simple “No”.
5. Piensa en los demás
Si la solicitud de una persona viola tus obligaciones con tu cónyuge, hijos o padres, será un poco más fácil para ti rechazarla. Por lo tanto, antes de dar una respuesta positiva, considera cuán molesto sería eso no solo para ti, sino también para tus seres queridos.
6. Reduce el estrés
A menudo, una solicitud se percibe como una presión. Tenemos miedo o vergüenza de rechazarla. En una situación estresante, es mucho más fácil aceptar que pensar en cómo negarte para no ofender a una persona. En ese momento, es importante reducir tu nivel de estrés: trata de contar hasta 10 o respira profundamente.
La respiración ayuda a calmar el ritmo cardíaco y disminuye la presión arterial. Y esto, a su vez, ayuda a pensar más sensatamente y a tomar las decisiones correctas. Por lo tanto, después de eso, será más fácil para ti rechazar el pedido de una persona.
7. Actualiza tu rol
Puede ser que siempre te posiciones como una persona amigable y servicial. Esto te impedirá rechazar los pedidos de tus colegas y seres queridos y, al mismo tiempo, vivir normalmente. Intenta cambiar tu rol. Este es un consejo muy difícil de seguir, pero quizás sea el más efectivo de todos.
Piensa detalladamente qué sucedería si te negaras a algo, cuál sería la reacción del solicitante y qué podrías responderle. Ajústate al rol de una persona que dice que no cuando una solicitud sea demasiado pesada para ti. Quizás no seas tan sensible con tus colegas o familiares, pero serás feliz y solo harás lo que te da placer o beneficios.