Todos los que cuidan su salud saben lo importante que es lavar los productos después de su compra. Podría parecer que es una tarea realmente sencilla ya que solo necesitas abrir la llave y enjuagar el producto bajo el agua. Pero aun así, incluso esta sencilla cuestión tiene sus sutilezas y complejidades.
Recopilamos varios productos habituales que hasta hoy en día no son tratados de la manera correcta.
Verduras congeladas
Las verduras congeladas en paquetes en muchas ocasiones facilitan la vida de una persona trabajadora, solamente se tienen que colocar en una cacerola y cocerse. Pero esto también tiene un secreto. Antes de ser congeladas, en particular, son preparadas bajo un flujo muy fuerte de agua. Por eso muchas personas no las lavan antes de cocinar y eso apropiado siempre y cuando el platillo se vaya a preparar a una alta temperatura. Sin embargo, si prefieres las verduras “al dente”, entonces vale la pena lavarlas y prepararlas de tal manera como si estuviesen frescas, especialmente si están congeladas de manera independiente o compradas a granel. Sin embargo, en esta último opción el producto ha dejado un libre acceso para las bacterias y las manos sucias.
Arroz
Todos los tipos de arroz se deben lavar 3-4 veces antes de cocinar, especialmente el grano largo. Y el punto aquí no es posible polvo u otros contaminantes, sino el almidón en la superficie de los granos. Es debido a él que el arroz cocido se pega en una papilla viscosa y se ve poco apetecible, mientras que el lavado previamente se ve ideal: grano por grano. También vale la pena lavar otros cereales con almidón, maíz o trigo, varias veces, para limpiar el agua, hasta que el agua sea transparente para que el resultado final no quede pegajoso.
Mejillones y ostras
Cualquier tipo de marisco en caparazón tiene que ser lavado minuciosamente, aunque los hayas comprado congelados. El hecho es que la arena y las algas como tal pueden acumularse dentro de los caparazones. La suciedad sale a la superficie al prepararlos y pueden “sazonar” el platillo, pero seguramente tú no necesitas tales “especias”.
Leche y productos lácteos
Los bolsas y botellas de leche, yogures para beber y otros productos líquidos también deben lavarse antes de abrirlos. La leche en el estante del supermercado está al alcance de todas las personas que pasan por el estante buscando la fecha de expiración o la leche adecuada para ellos. Luego, el contenedor para por la cinta de la caja registradora, cuya pureza también es dudosa. Tan pronto como abrimos la bolsa o la botella, la entrada de bacterias de la superficie queda libre, por lo que es mejor enjuagar bien el paquete antes de abrirlo.
Pescado
No es necesario enjuagar el pescado crudo si no lo va a comer así. Al cocinarlo, todas las bacterias en el filete mueren por la acción de la alta temperatura, pero durante el lavado pueden moverse a cualquier otra superficie en la cocina. Por eso es necesario lavarse bien las manos, la tabla de cortar y el cuchillo después de cortar el pescado.
Col
La coliflor, brócoli y col roja o blanca deben lavarse a fondo. En el caso de la coliflor y el brócoli, se debe separar las hojas y enjuagar cada una individualmente. Con la col roja y blanca todo es más interesante. En primer lugar, al lavarla es necesario quitar las 2-3 hojas superiores, ya que el polvo y la arena se pueden esconder detrás de ellas. Las bacterias e insectos se pueden eliminar con la ayuda de agua con vinagre. Coloca el repollo en el agua con vinagre durante unos minutos y luego enjuágala nuevamente con agua, así quedará completamente limpia.
Bebidas en lata
Tomar refresco o jugo en lata es muy agradable, especialmente en un día caluroso: el envase de aluminio contribuye al buen enfriamiento de la bebida, lo que la hace más deliciosa. Sin embargo, no te apresures por acercar la lata a tus labios: en muchas ocasiones las bebidas llegan a las tiendas en vehículos polvorientos, y cualquier cantidad y tipo de manos tienen libre acceso a ellas. Si es posible, lava la tapa y todo el envase, o limpia con una servilleta, la mejor opción es servirla en un vaso.
Hojas de lechuga
La lechuga iceberg, rúcula y en general todas las hojas verdes son muy deliciosas y saludables. Pero si no compras verduras preparadas, repollo o una lechuga en maceta, entonces es muy importante lavar cuidadosamente las hojas. Para evitar la tierra entre las hojas tienes que sostener la lechuga en tus manos y remojarla por unos cuantos minutos con agua fría. Después retira las hojas del agua y colócalas en una toalla de papel para eliminar el exceso de líquido. Y listo, podrás comer la lechuga sin preocupaciones.
Manzanas
Las frutas de temporada cosechadas localmente por lo general no requieren de ser transportadas, pero en el caso de las manzanas fuera de temporada, lo principal es lavarlas de la manera correcta. Estudios mostraron que si dejamos las frutas en agua con bicarbonato de sodio durante 12 minutos, incluso los pesticidas podrán ser removidos. Tales manzanas serán completamente seguras de comer.
Cada persona tiene sus propios secretos para cocinar y sus tradiciones culinarias familiares. Cuéntanos que trucos conoces para limpiar los productos o los alimentos preparados.