¡Qué bueno es cuando, entre tus amigos, tienes un dentista! ¿Verdad que sí? Está claro que no te va a tratar de manera gratuita, pero siempre te puede dar consejos útiles y advertirte sobre peligros que ni siquiera imaginamos. Al fin y al cabo, la salud de los dientes a veces depende incluso de los detalles más pequeños.
Por cierto, tampoco conocíamos algunos de estos detalles. Pero ahora, en ningún caso, nos llevaríamos una hora delante de la computadora disfrutando de una taza de café.
1. No se recomienda cepillarse los dientes justo después de comer
Haciéndolo, es fácil dañar el esmalte (sobre todo, si utilizas un cepillo con cerdas duras). Los alimentos y las bebidas alteran el equilibrio ácido-base en la boca y ablandan temporalmente el esmalte dental. Los dentistas recomiendan cepillarse los dientes no antes de 30 o 40 minutos después de una comida.
2. Los amantes de la piscina están en riesgo
Por supuesto, nadie puede negar los innumerables beneficios que aporta la natación. Pero el problema pasa por que los productos químicos utilizados para desinfectar el agua de las piscinas tienen un efecto destructivo para los dientes. En la década de 1980, los científicos estadounidenses publicaron los resultados de un estudio sobre el estado de salud de nadadores profesionales, casi el 40% de ellos sufría daños en el esmalte dental.
Qué hacer: asegúrate de que el agua de la piscina no entre en contacto con tu boca y, en verano, intenta nadar en aguas naturales limpias.
3. El café debe tomarse de inmediato en vez de disfrutar largo tiempo de una taza
Recuerda cómo solemos tomar café o té en la oficina. Nos servimos una taza completa de la bebida caliente y la tomamos a pequeños sorbos, distrayéndonos constantemente mientras hablamos con compañeros o leyendo el correo electrónico. Durante todo este momento, el café (sobre todo si lleva azúcar) está trabajando arduamente en la destrucción del esmalte de los dientes. Así que este tipo de bebidas es siempre mejor tomarlas de golpe.
4. El ginecólogo, por una buena razón, aconseja revisar los dientes antes de planificar un embarazo
En primer lugar, una caries en la boca es una fuente abierta de infección que se propaga desde los tejidos dentales a las encías, y desde allí, a través de los vasos sanguíneos, penetra en la placenta y alcanza al cuerpo del feto. Esto puede provocar partos prematuros y el nacimiento de un niño con enfermedades congénitas graves.
En segunda instancia, la periodontitis no es menos peligrosa, ya que, debido a esta, puede disminuir la capacidad reproductiva. Y no solo en las mujeres, también en los hombres. Si aun así consigues concebir, el bebé puede nacer prematuramente o con un peso bajo.
5. Cepillarse los dientes en la ducha o en el inodoro no es la mejor idea
Efectuando el cuidado de la cavidad bucal, es aconsejable no distraerse con otras tareas: este es un proceso que requiere de una concentración especial. Y para acostumbrar a los niños a cepillarse los dientes durante el período de tiempo necesario, los médicos a menudo recomiendan ponerles su canción favorita mientras se cepillan los dientes. Atraerá la atención de los pequeños durante 2 o 3 minutos (esto es exactamente lo que se necesita para eliminar la placa y las bacterias dañinas).
6. Los frijoles pueden causar un daño aún mayor a los dientes doloridos
¿Quién podría pensar que los frijoles normales y corrientes podrían dañar los dientes? Esto se debe a la fitohemaglutinina que contienen, una proteína que provoca la división celular activa. En presencia de caries no tratadas, el consumo de frijoles puede conducir a la aparición de un granuloma, una neoplasia que se desarrolla a partir de tejidos con células infectadas. El riesgo, por supuesto, no es particularmente elevado, pero es mejor arreglar primero la cavidad bucal y luego ya, con la conciencia tranquila, comer platillos a base de legumbres.
7. La salud de los dientes está relacionada con nuestra memoria
Los científicos realizaron esta afirmación después de un estudio realizado en un grupo de 273 voluntarios con una edad de 55 años o más. Las personas a que les faltaba algún diente, memorizaban la información un poco peor, pero destacaban por una mayor irritabilidad y una tendencia a los cambios bruscos de humor. Como resultado, surgió la hipótesis de que la pérdida de dientes reduce la cantidad de señales sensoriales que se envían al cerebro.
Es por eso que los dentistas recomiendan aprovechar cualquier posibilidad de conservar un diente. La buena noticia es que las tecnologías modernas de hoy en día nos permiten llevar a cabo la reconstrucción, incluso si lo único que queda ya es la raíz.
8. La mordida del niño puede verse afectada por un resfriado
Por supuesto, dos o tres veces al año, uno puede enfermar sin correr muchos riesgos. Pero los resfriados frecuentes en la primera infancia pueden causar problemas con la mordida. Un niño con la nariz constantemente taponada, quiera o no, se acostumbra a respirar por la boca. El esqueleto facial a una edad temprana se deforma con facilidad y da como resultado que la mandíbula inferior pueda desplazarse hacia adelante.
En este caso, el dentista recomendará primero asistir al otorrinolaringólogo y recuperar la respiración nasal. De lo contrario, los esfuerzos realizados para corregir la mordida pueden resultar en vano.
9. No muerdas el hielo de los cócteles ni aceptes perforarte la lengua
El hábito de morder cubitos de hielo (o cascar nueces con la boca) a menudo daña las encías, así como provoca la aparición de una especie de “ranuras” en el esmalte dental. Los empastes o coronas, por hacer este tipo de cosas, también pueden verse afectados. Lo mismo sucede con un piercing: un adorno de metal en la lengua es una fuente de todo tipo de daño mecánico en los dientes.
Es fácil adivinar que los dentistas no aconsejan romper las etiquetas de la ropa o abrir los envases de alimentos con los dientes. Es mejor dedicar un par de minutos a buscar las herramientas adecuadas.
¿Tienes tus propios secretos de cuidado dental? ¿Estás dispuesto a compartirlos con nosotros?