9 Características que te harán saber si estás saliendo con un psicópata

La terrible palabra “maníaco” no implica solo esa imagen de un demente corriendo con una motosierra dispuesto a terminar con todos a su alrededor. Un psicópata es una persona con una capacidad no desarrollada para empatizar, es decir, alguien incapaz de albergar un arrepentimiento sincero, que es egocéntrico y solo percibe emociones superficiales. Puede ser perfectamente un compañero de la oficina, un vecino o un conocido, pero algo es seguro: experimentarás una incomodidad psicológica a la hora de tratar con él, sin entender las razones de eso.

Hemos recopilado para ti una lista de síntomas mediante los cuales se puede determinar si el comportamiento de una persona es normal o no. No en vano, recuerda que solo los especialistas cualificados pueden realizar informes médicos, y la presencia de una o incluso dos de las siguientes señales no revelará el 100 % de la presencia de la patología.

Parece encantador

Curiosamente, los psicópatas de verdad pueden parecer muy atractivos, al igual que los sujetos con carisma y que son maestros de la comunicación. Saben cómo llamar la atención, sorprender al público y hacer que este los admire. Todas sus acciones están calculadas con esmero y esto no es un talento nato.

Aunque muchos de nosotros adoramos que nos presten atención, para los psicópatas eso es de vital importancia. Por otro lado, además, no son encantadores sin un objetivo a la vista.

Suele tener repentinos destellos de rabia

Todos tenemos días duros. Estamos cansados, algo nos molesta. Sin embargo, incluso en ese tipo de situaciones, nos las arreglamos para controlarnos, aunque no siempre es posible. Y aun si de repente lo soltamos todo, podemos pedir perdón y dejar que nuestro estado vuelva a la normalidad.

Pero los psicópatas, con demasiada frecuencia y muy rápidamente alcanzan un estado de ira, experimentando una agresividad sin motivo aparente. Insultan, humillan y reprimen emocionalmente durante la comunicación a sus interlocutores. Además, destacan por ser muy vengativos.

Se aburre muy a menudo

Los psicópatas suelen aburrirse rápidamente de todo, y esto sucede por varios motivos. Primero, porque les falta adrenalina y necesitan emociones fuertes. El rango emocional normal es poco para ellos y aquello que tiene repercusión y más les gusta (acciones extremas, disputas violentas, atención de todo el mundo) no puede producirse durante todo el tiempo.

En segundo lugar, los psicópatas no hacen planes a largo plazo, y no están acostumbrados a asumir responsabilidades. Debido a ello, a pesar de su elevado nivel intelectual, pueden estancarse y no avanzar en su trayectoria profesional. Y, como consecuencia de ello, aburrirse e incluso cambiar de trabajo con frecuencia.

Tiene emociones diferentes a los demás

Los psicópatas tienen sus propias leyes de la moralidad que pueden no coincidir con las socialmente aceptadas. Además, no experimentan emociones como las personas normales, por lo que no son capaces de entenderlas. Debido a esto, las situaciones peligrosas o tristes pueden despertar en los ellos un interés insano, mientras que la alegría puede provocarles aburrimiento o indiferencia.

Sabe fingir bien

Los psicópatas tienen que adaptarse a los sentimientos de los demás sin sentirlos en realidad. De lo contrario, esta gente simplemente no podría establecer relaciones con los que le rodean ni encandilarlos. Además, no pueden percibir emociones profundas (amor, empatía o compasión). Y son precisamente estas las que pueden utilizar para acercarse a una persona, manipularla u obtener de ella lo que quieren.

Así las cosas, estos destacan por ser grandes actores y profesionales de la mentira.

No tiene remordimientos

Las personas normales, de una u otra manera, son susceptibles a los remordimientos de la conciencia. Pero los psicópatas no solo nunca reconocen su culpa, simplemente ni la sienten como tal. Al fin y al cabo, los seres ideales como ellos no pueden cometer errores.

Se admira a sí mismo

Los psicópatas tienen una opinión muy elevada de sí mismos. Creen que siempre tienen razón en todo y tratan a los demás con arrogancia, buscando que los escuchen siempre. Se consideran a sí mismos como autoridades inquebrantables en todo, incluso sin ninguna razón para ello.

En el trabajo, esto puede revelarse no solo por su tono “moralmente superior”, sino también con comentarios constantes sobre tus errores o incompetencia.

Hábilmente, manipula a la gente de su alrededor

El psicópata se considera un dios y, por lo tanto, trata de manejar a las personas. Desafortunadamente, suele tener éxito con bastante frecuencia. En gran parte debido a su encanto, así como a una enorme confianza en sí mismo, la cual suele faltarle al resto.

Para manipular a las personas, los psicópatas las reprimen emocionalmente, utilizan sus debilidades, controlan cada paso de los demás y disimulan a la perfección, poniéndose una de las tantas máscaras que tienen. Por lo tanto, si en el trabajo siempre te sientes culpable ante alguien (no importa si es un simple compañero o tu jefe), tienes pánico de cometer un error o entiendes que no puedes tomar una decisión sin la aprobación de una persona en particular, entonces medita a fondo: tal vez hayas mordido el anzuelo.

Todos tienen la culpa de sus problemas, excepto él

Por supuesto, los psicópatas también cometen errores en la vida, y muchas veces las cosas no les salen como esperaban. Pero debemos recordar que este tipo de personas carecen de remordimientos y creen sinceramente que ellas no pueden equivocarse. Por lo tanto, siempre estarán culpando a los que las rodean: compañeros, familiares y vecinos.

Cómo protegerse de los psicópatas

No todos los psicópatas pueden ser identificados en el momento. Incluso si ya has descubierto tales peculiaridades en tu compañero de trabajo o tu jefe, en todo caso, tienes que seguir trabajando con él. Entonces, ¿cómo puedes protegerte?

Confía en tu intuición y sentimientos. Si te parece que esta persona te reprime moralmente, estando con ella te vuelves inseguro de ti mismo y te sientes mal, entonces, quizás el problema no esté en ti, sino realmente en ese sujeto.
No aceptes ayudar a esta persona solo por sentir compasión por ella. Esta es una de las técnicas populares de manipulación a la que recurren.
Utiliza la regla de “tres veces”. Si te han engañado o faltado a su palabra tres veces, ya no hablamos de ninguna casualidad ni de ningún malentendido molesto. Este es el estilo de vida de dicha persona.
Las palabras agradables dirigidas a ti y una pequeña ayuda no te obligan a devolver el favor a esta persona ni sentirte en deuda con ella. Los cumplidos verdaderos y el deseo de ayudar provienen de un corazón puro y de un sujeto que no espera recibir nada a cambio por ello. A menos que, por supuesto, esta sea una forma de manipular.
No confíes ciegamente, piensa siempre con la mente fría. De esto se habla a menudo, pero muy pocas personas son capaces de analizar de manera competente sus propias acciones.
No discutas con los psicópatas. En todo caso, no reconocerán que tú puedes tener razón y gastarás tu energía, tiempo y nervios en algo que no vale la pena. Si es posible, es mejor llevar la conversación a otro tema neutral.

Si encuentras estos rasgos en ti mismo

Si te sientes identificado con algunas de estas descripciones, tenemos una sorpresa para ti. Algunos psicópatas eran personas geniales. Entre ellas encontramos a Vincent van Gogh, Ludwig van Beethoven, Isaac Newton, Edgar Allan Poe y Abraham Lincoln. En diversos grados, estas desviaciones mentales estuvieron presentes en Winston Churchill y la princesa Diana. Stephen Fry, Britney Spears, J. K. Rowling y Catherine Zeta-Jones, por ejemplo, también confesaron padecer problemas de este tipo. ¿Tal vez esto es solo una señal de que en ti habita un genio?

Si las características enumeradas anteriormente no forman parte de tu personalidad, pero envenenan tu vida, puedes intentar ayudar. Solo recuerda que es poco probable que alguien admita que sufre de una enfermedad; lo más probable es que lo atribuya todo a las peculiaridades de su carácter. Por lo tanto, sin el apoyo de un especialista, poco más se podrá hacer. Pero lo más importante es cuidar de uno mismo, en primer lugar, y no sucumbir ante el impacto negativo que provoca en ti un psicópata. En caso de verte en verdaderos apuros, lo mejor es pedir ayuda.

¿Qué hay de ti? ¿Has conocido personas con este tipo de síntomas? ¿Qué reglas de comunicación estableciste con ellas?