Las memorias de esta influyente mujer han sido recogidas en el libro Becoming (llegando a ser Michelle Obama), el cual ha sido oficialmente nombrado como el más vendido en los Estados Unidos. En esta obra honesta e íntima, Michelle cuenta la historia de su vida desde su primera infancia, la cual pasó con su familia en Chicago, hasta convertirse en la primera dama de dicho país. Ella comparte sus recuerdos tristes y felices, sus temores y dudas, la adversidad que tuvo que enfrentar y las decisiones que la ayudaron a mantenerse fuerte y exitosa a pesar de todos los obstáculos.
Leímos el libro para poder hablarte sobre las reglas y los principios que sigue esta fuerte mujer. Resulta que son simples de adoptar por todos nosotros y, al mismo tiempo, lo suficientemente poderosos para cambiar nuestras vidas para siempre.
1. Toma tus fracasos como oportunidades de aprendizaje
En 2016, Michelle Obama participó en una discusión internacional sobre el acceso de las niñas a la educación. En su discurso, alentó a las jóvenes estudiantes a que se apoyaran mutuamente y que no tuvieran miedo de fallar. “La única manera de tener éxito en la vida y la única forma de aprender es fallando”, dijo Michelle. “No es el fracaso, es lo que haces después de fallar. ¿Renuncias? ¿Te rindes? ¿O dejas que la experiencia te refuerce?”.
Esta idea también se desarrolla en su libro, en donde la exprimera dama destacó lo importante que es combatir el miedo al fracaso tan pronto como aparece. “Es un sentimiento mucho antes que se convierta en un resultado real. Es la vulnerabilidad que engendra la duda y luego se intensifica, a menudo por el miedo”.
2. Nunca veas tus desafíos como una desventaja
Michelle Obama es una mujer que sabe lo que significa superar desafíos. En sus memorias, ella relató: “Fui una alumna negra de clase trabajadora en una universidad elegante principalmente con estudiantes blancos. He sido la única mujer, la única afroamericana, en todo tipo de habitaciones”. La consejera de Princeton le dijo: “No estoy segura que seas material para esta universidad”, sin siquiera hacerle preguntas a Michelle y sin tratar de averiguar quién era ella.
Pero los obstáculos y los prejuicios no destruyeron a esta mujer tan fuerte y nunca la derribaron. “No debes ver tus desafíos como una desventaja. En cambio, es importante que entiendas que tu experiencia de enfrentar y superar la adversidad es, en realidad, una de tus mayores ventajas. Y lo sé porque lo he visto y vivido en carne propia”, dijo Michelle cuando ofreció un curso de motivación para estudiantes.
3. Conoce tu propio valor y no te disculpes por quién eres
Es triste, pero aún vivimos en un mundo en donde el tamaño de nuestra cuenta bancaria, nuestro entorno social, nuestro color de piel y otras características físicas a menudo definen nuestra actitud hacia los demás. Muchos escuchamos comentarios críticos sobre nosotros mismos de vez en cuando, pero el consejo de Michelle sobre esto es que te repitas a ti mismo: “Eso no se trata de mí, sino de la persona que dice o escribe eso”. En su libro nos encontramos con líneas que describen vívidamente este principio.
“Desde que me incorporé de mala gana a la vida pública, me consideraron la dama más poderosa del mundo y una ‘mujer negra enojada’. He oído hablar en las partes más escabrosas de Internet como cuestionan todo sobre mí. Un congresista estadounidense se burló de mi trasero. Me han lastimado. He estado furiosa. Pero he tratado de reírme de esto”.
4. Aprende a ponerte en primer lugar
Siendo hijas, hermanas, esposas o madres, las mujeres a menudo se ponen al final de la lista. Michelle confesó que una cierta etapa de su matrimonio se adentró tanto en la vida de su esposo que no le importaba mucho su propia felicidad. “Estaba demasiado ocupada sintiéndome molesta con Barack por lograr que los entrenamientos se ajustarán a su horario, por ejemplo, incluso para comenzar a descubrir cómo ejercitarme regularmente. Gastaba tanta energía para saber si él vendría a casa a cenar o no, que las cenas con o sin él ya no eran divertidas”.
Todo cambió cuando se dio cuenta de que ella misma estaba a cargo de su propia felicidad. Michelle introdujo en su casa una nueva rutina que se centró en sus hijas y su propia comodidad. “La rutina era de hierro, lo que le dio a Barack el peso de la responsabilidad de llegar a tiempo o no. Para mí, esto tenía mucho más sentido que evitar la cena o hacer que las chicas esperaran un abrazo adormiladas. Volvió a mí el deseo de que crecieran fuertes y centradas, no adecuándose a ninguna forma de patriarcado de la vieja escuela. No quería que ellas creyeran que la vida comienza cuando el hombre de la casa llega al hogar. No esperábamos a papá. Era su trabajo, él debía ponerse al día con nosotras”.
5. Establece nuevos objetivos y cuenta tus victorias
A lo largo de sus memorias, Michelle habló sobre los objetivos que se fijó en diferentes períodos de su vida. Estos son muchos, y van desde los que estableció en el aula de clases cuando era pequeña hasta los objetivos que ella y Barack pensaron cuando su mandato presidencial estaba por terminar. Ella siempre ha sido una gran triunfadora y fue parcialmente motivada por una pregunta que no dejaba de hacerse: “¿Soy lo suficientemente buena?”.
“Debajo de mi relajado comportamiento de estudiante universitaria, vivía como una CEO (directora ejecutiva), medio cerrada, silenciosa pero inquebrantable, centrada en los logros, inclinada a revisar cualquier detalle. Mi lista de tareas pendientes estaba en mi cabeza y me acompañaba a todas partes. Evalué mis metas, analicé mis resultados y conté mis ganancias y victorias. Si había un desafío que aceptar, lo haría”.
6. Planifica tu vida y sé responsable de lo que sucede en ella
La planificación es esencial. Esto es lo que Michelle aprendió en su casa. “Después de todo, me criaron en una familia que creía en la previsión, que realizaba simulacros de incendios en el hogar y se preparaba con anticipación para cualquier desastre. Al crecer en una comunidad de clase trabajadora y con un padre discapacitado, aprendí que la planificación y la vigilancia son muy importantes”.
“Eso podría significar la diferencia entre la estabilidad y la pobreza. Los márgenes siempre se sentían estrechos. Un cheque de pago perdido podría dejarnos sin electricidad, una tarea perdida podría retrasarme y hacer que saliera de la Universidad”.
7. Diviérte en los momentos difíciles
Michelle sabe lo importante que es mantener un espíritu elevado cuando la vida se pone difícil. La diversión y la risa te dan el poder de superar cualquier obstáculo en el camino y animar a los que te rodean. Cuando la economía de Estados Unidos estaba en mal estado, encontró maneras de hacer que la gente fuera un poco más feliz. A pesar de que el personal de comunicaciones de Barack lo encontraba demasiado llamativo y costoso, organizó una fiesta de Halloween para niños locales y familias de militares en la Casa Blanca, vestida de leopardo.
En su libro, ella recuerda cómo el equipo de la Casa Blanca rastreó todas las fotos que se tomaron en la fiesta para que no se vieran frívolas o ligeras. “No siempre estuve de acuerdo con ello. Sabía por experiencia que incluso durante los momentos difíciles, tal vez especialmente durante esos períodos, todavía estaba bien reír. Por el bien de estos niños, en particular, tienes que encontrar maneras de divertirte”.
¿Cuál de las reglas te impresionó más? ¿Cuál de ellas te gustaría poner en práctica?