Australia, las Bahamas, Barbados, Canadá, Nueva Zelanda y Jamaica tienen una reina. Una para todos, Isabel II. Sí, sí, la mismísima gobernante de Gran Bretaña, la monarca que más tiempo ha asumido esta responsabilidad en toda la historia del estado. Le encanta conducir un automóvil, aunque no tiene licencia, posee un cajero automático personal en su residencia y también celebra su cumpleaños dos veces al año: para la familia y para el reino.
Encontramos normas todavía menos conocidas, también muy inusuales, relacionadas con Su Majestad y la dinastía gobernante de Gran Bretaña.
1. Los sastres del príncipe Carlos llevan guardando trozos de tela de sus trajes desde hace más de 30 años
Nos referimos a la empresa Anderson & Sheppard, que suministra al heredero al trono británico, el príncipe Carlos, sus trajes. Fue este quien ordenó almacenar las muestras de las telas de todas las prendas tejidas para él con el objeto de que, en caso de necesidad, los sastres tuvieran el material necesario para arreglarlos. Por ejemplo, entre las muestras se encuentran los trozos de una chaqueta y pantalones que el príncipe Carlos se puso para la ceremonia de boda del Príncipe Harry y Meghan Markle. El traje se cosió en 1984 y el príncipe ha aparecido en numerosas ocasiones con él.
En relación a esto, Su Alteza no desperdicia nada. El príncipe lleva la misma ropa durante décadas, prefiriendo reparar los atuendos con los que ya cuenta en vez de comprar nuevos.
2. La reina Isabel II lleva casi 30 años usando el mismo esmalte de uñas
No solo el príncipe Carlos es famoso por escatimar en materia económica, también la reina. Isabel II ostenta el hábito de apagar siempre la luz cuando sale de la habitación, cosa que también exige a los demás, y porta los mismos atuendos durante años. Es más, durante ya casi 30 años, utiliza el mismo esmalte de uñas de 9 USD. Se trata del esmalte “Zapatillas de ballet”, de Essie. Ella lo vio por primera vez en 1989 y desde entonces se ha mantenido fiel a este.
3. Siempre llevan consigo ropa negra
En la dinastía real existe una regla: la ropa negra es solo para el luto. Por lo tanto, en un día típico, no se puede ver a los monarcas con semejantes vestimentas. Sin embargo, cada miembro de la familia, a la hora de emprender cualquier viaje, sin importar el motivo, debe llevar consigo prendas de color negro por si acaso sucediese una tragedia.
Por cierto, una vez la princesa Diana quebró esta norma de no vestir de negro en días normales. En 1994, tras separarse del príncipe Carlos, apareció con un pequeño vestido de este color y de corte clásico. Entonces recibió el nombre de “el vestido de la venganza”.
4. Los herederos directos al trono no pueden viajar juntos
Los miembros de la familia real no pueden disfrutar de viajar juntos como lo hace la gente normal y corriente. Esto sucede como consecuencia del temor a dejar el trono británico sin sucesor. Por lo tanto, al menos un heredero no debe ir con el resto. Incluso si los príncipes Carlos, William y Harry deben acudir al mismo destino, están obligados a viajar en diferentes aviones.
5. Especias no, mayonesa, sí
Según las palabras del chef del Palacio de Buckingham, la reina no se alimenta de manjares. A diferencia de otros miembros de la familia real, Isabel II adora la comida sencilla: calabacines, pez gallo, sándwiches con mayonesa… Pero, lo que seguramente no encontraíamos sobre la mesa de la reina son los alimentos con un alto contenido de almidón. En el menú de la monarca no caben las papas, arroz y pasta. Además, está prohibido que los cocineros de palacio añadan cualquier especia a los platillos.
6. La reina tiene un proveedor oficial de ropa interior
Este hecho se dio a conocer al mundo después del escándalo de 2017, cuando la empresa Rigby & Peller perdió su título de proveedor oficial de ropa interior para la familia real británica. June Kenton, la fundadora de la compañía, que durante más de medio siglo cosió corsés para los anfitriones del Palacio de Buckingham, publicó un libro de memorias en donde contó su trayectoria profesional, mencionando varias historias relacionadas con los monarcas. Después de eso, la corona renunció a sus servicios. En cuanto a quiénes ocupan ahora este lugar de honor como proveedores de ropa interior, desde el palacio tan solo guardan silencio.
7. En 2025, la reina será desalojada del palacio
Este hecho está relacionado con la reforma del Palacio de Buckingham. En realidad, desde el pasado año ya ha comenzado, pero la reina intenta retrasar el momento de la mudanza tanto como le sea posible. Hasta el 2025, todos las obras de rehabilitación se llevan a cabo atendiendo a un horario que no interfiere el estilo de vida habitual de Isabel II, de 92 años, ni el de su esposo, de 97. Cuando la vida tranquila ya no sea posible, la reina dará luz verde para abandonar el palacio. Por supuesto, de manera temporal.
8. En Gran Bretaña se ensayan los funerales reales
Y la reina, por supuesto, está al tanto. Esto responde a la previsión británica. El Consejo de Ministros, con antelación, describe cómo será al detalle el funeral de la monarca. Ya se sabe que se declararán en el país 10 días de luto. Los funcionarios ya tienen preparado un plan para atender la llegada al Palacio de Buckingham de 600 miembros del Consejo Privado para aprobar formalmente el nombramiento del heredero al trono británico. La reina comprende estos ensayos, ya que el año pasado celebró el 65 aniversario de su llegada al trono.
9. Paraguas para todos los atuendos
Como bien se sabe, Londres es una ciudad de lluvia y niebla, lo que significa que cada dama debe tener a su disposición varios paraguas adecuados en función de sus atuendos. La reina ostenta muchos. Y cada paraguas crea un conjunto perfecto con la vestimenta.
10. La reina, hasta hoy día, monta a caballo
Isabel II, desde su infancia, adora montar a caballo. Recibió su primer caballo como regalo cuando tenía tan solo 4 años. Tras la muerte de su padre, el rey Jorge VI, la reina británica heredó todos sus caballos de pura sangre (y no eran pocos). Por cierto, los caballos de la reina han ganado carreras más de 1 600 veces.
Bono: Isabel II tiene una mano falsa para saludos
La reina de Gran Bretaña tiene que pasar mucho tiempo viajando, como lo exige el cargo. Además, su avanzada edad no altera su apretado horario. Sin embargo, para facilitar el proceso de saludo a sus ciudadanos, hace varios años, unos estudiantes de Australia hicieron un regalo a Isabel II. Especialmente para ella, crearon un brazo robótico que saluda por su propia cuenta, liberando a la reina de esta práctica. Debido a que la reina casi siempre lleva guantes blancos es casi imposible distinguir si saluda con la mano real o la automática.
¿Qué datos de todos estos te han sorprendido más?