En la Tierra, nada es eterno. Incluso las cosas que ahora son habituales para nosotros, algún día se volverán innecesarias y serán sustituidas por ideas y tecnologías innovadoras. Lo que ayer parecía una parte indispensable en nuestra vida, dentro de 100 años será una reliquia del pasado.
Decidimos mirar hacia el futuro y averiguar de qué cosas y tecnologías tendremos que despedirnos a finales de este siglo.
1. Azúcar
Los expertos en el ámbito de la salud desde hace mucho tiempo han hablado sobre el daño que causa el azúcar en el organismo humano. El incremento en el consumo de azúcar es un verdadero azote del siglo XXI. Hoy en día, en el mercado se han presentado una multitud de edulcorantes y sustitutos del azúcar seguros: desde Stevia, fructosa y sorbitol naturales hasta sacarina y aspartamo artificiales.
Estos y otros edulcorantes son mejorados constantemente y cada día se parecen más al azúcar habitual para nosotros. Se prevé que, en un futuro cercano, el consumo de azúcar desaparecerá en general.
2. Chocolate
Otra mala noticia para los amantes de los dulces: el chocolate, al igual que el azúcar, puede desaparecer de las estanterías de las tiendas a finales de este siglo. Todo es por cuestión de una alta demanda y una producción desventajosa del chocolate. Hoy en día, un 70 por ciento del cacao en grano, o bien 3 millones de toneladas al año, son exportadas por países de África occidental. Es una cifra muy pequeña, si tomamos en cuenta que solo la población de América del Norte come 1,4 millones de toneladas de chocolate al año.
Una de las alternativas posibles para el cacao en grano son los frutos de algarrobo, los cuales se utilizan ampliamente en la industria alimentaria como un agente espesante. Los dulces sobre la base de polvo de algarrobo prácticamente no se pueden distinguir por su apariencia con los de chocolate, pero por desgracia, en cuanto al sabor, el chocolate lo supera.
3. Carne
Los expertos de todo el mundo trabajan en la elaboración de carne artificial que sea capaz de satisfacer el consumo creciente de comida. Sus trabajos no son en vano, en 2013 se presentó la primera hamburguesa en el mundo con carne in vitro en un laboratorio. Además, el vegetarianismo y el veganismo cada día se hacen más populares.
A este ritmo, las granjas tradicionales pronto se convertirán en reliquias del pasado dado que la carne necesaria para el ser humano se producirá en laboratorios. No solo es una actitud humanitaria hacia los animales, sino también es un beneficio para el ser humano: la carne de laboratorio carecerá de antibióticos y otros aditivos siendo absolutamente limpia ecológicamente.
4. Lentes
Los lentes de contacto no lograron reemplazar por completo los lentes convencionales, pero la cirugía refractiva lo puede conseguir. Tal operación dura solamente de 10 a 15 minutos y es totalmente indolora. Hoy en día, con ayuda de una cirugía refractiva se puede eliminar en lo absoluto la miopía, hipermetropía, cataratas, astigmatismo y otras enfermedades. Los datos muestran que más de un 95 por ciento de los pacientes están satisfechos con los resultados de la operación.
Día tras día, la cirugía refractiva se vuelve más segura y más accesible financieramente, teniendo más popularidad entre la población.
5. Papel
Una buena noticia para los ambientalistas: en un futuro próximo, la habitual producción de papel se reducirá gravemente y posteriormente desaparecerá por completo. Sin duda, es una noticia alentadora, ya que hoy en día el problema de la tala forestal es más importante que nunca.
La humanidad utiliza menos papel: ahora es más cómodo encontrar y leer en línea libros y revistas, los correos electrónicos desde hace mucho tiempo reemplazaron al correo convencional y la documentación más a menudo está en computadora en comparación con los documentos impresos.
6. Dinero en efectivo y cheques
Con tales innovaciones como las transferencias o la banca en línea, el sistema bancario tradicional con cheques y dinero en efectivo se volverá obsoleto. Desde hoy en día, las personas de todo el mundo no solo pagan con tarjetas de crédito, sino también con ayuda de sus teléfonos móviles, anillos y brazaletes electrónicos y, en algunos casos, mediante un chip implantado en la mano.
7. Contraseñas
Las contraseñas son un método poco fiable para cifrar los datos personales: hagas lo que hagas, incluso la contraseña más complicada puede ser descifrada. Para sustituir los códigos tradicionales de letras, cifras y símbolos ha llegado la tecnología de reconocimiento facial y de voz, así como las llamadas contraseñas biométricas.
Así, la tecnología Face ID presentada por la compañía Apple en septiembre del 2017 adquirió una gran popularidad entre los usuarios de todo el mundo. Face ID permite crear un modelo 3D del rostro del usuario y después utilizarlo para desbloquear los dispositivos.
8. Memorias USB y discos DVD
La información en una USB es muy fácil de transmitir de una computadora a otra. Sin embargo, el almacenamiento en la nube en general no permite mantener la información en un medio en concreto permitiendo acceder a la información desde cualquier dispositivo. Tal tecnología es muy simple: por un pequeño pago, al usuario se le concede un lugar en uno de los tantos servidores en línea para el almacenamiento, cuyo acceso se abre con ayuda de una contraseña.
Gracias a los servidores de la nube, ya no serán necesarias las memorias USB, los discos y los medios impresos.
9. Fotos y videocámaras
Los teléfonos inteligentes de hoy en día están equipados con cámaras capaces de competir con dispositivos profesionales en cuanto a la calidad de tomas. Además, los futuros gigantes tecnológicos están desarrollando cierta tecnología que permitirá capturar una toma a través de lentes de contacto.
Así, en el 2015, la compañía Sony patentó unos lentes de contacto con una cámara incorporada y Google fue un poco más adelante y comenzó a trabajar en una completa computadora insertada en el cristalino del ojo. Gradualmente, las engorrosas cámaras fotográficas y de video se convertirán en reliquias del pasado.
10. Oro
Las reservas mundiales de oro se reducen implacablemente. Los expertos predicen que para el año 2050, las reservas del preciado metal se agotarán y su precio aumentará un par de veces. Así que, por ejemplo, en Australia, para el año 2057, de 71 minas actualmente en operación quedarán únicamente cuatro.
Y tú, ¿hasta qué punto consideras cierto este pronóstico? ¿Extrañarás algunos objetos obsoletos?