Despertó sin memoria, con el rostro golpeado y una nota de su mujer que lo dejó helado

Compartir algunas bebidas alcohólicas con nuestros amigos suele ser una costumbre bastante común, casi presente en cualquier cultura. Eso nos permite un buen rato de esparcimiento además de alejarnos un poco de las tensiones que pueden producir en nosotros la rutina y las presiones del trabajo.

Quizás sea por ello que, de alguna forma, logramos incluir con frecuencia un par de tragos al final de una semana dura,. Pero, ¡cuidado! Las bebidas alcohólicas pueden ser engañosas, y si no tenemos control pueden resultar dañinas para nuestra salud, y también para nuestra moral.

Un ejemplo de ello fue lo que le ocurrió a Freddy, quien se despertó, después de una noche de ameno relax con sus amigos para encontrarse con un ojo morado, del que no recordaba nada, y una nota de su esposa, donde sus peores temores empezaban a despertarse. .

Todo comenzó con una noche de música, chistes y alcohol

Freddy había tenido una dura semana de trabajo, cargada de exigencias apretadas y cortos tiempos de entrega. Necesitaba un poco de espacio para liberar el estrés, y por supuesto, el mejor lugar era el bar cercano que frecuentaba con sus amigos.
Bebiendo

Luego Freddy llegó a su casa, por supuesto muy borracho

La noche había sido alegre y los tragos pasaron frente a él como en una banda ensambladora. él no había rechazado ninguno y al final de la cuenta, a duras penas podía sostenerse en pie.

En la mañana, cuando se despertó, no recordaba nada

Tenía una resaca espantosa. Al lado suyo en la mesa de noche, encontró un vaso de agua y una pastilla. Como pudo, se levantó y fue al cuarto de lavado, sin entender nada.

Al mirarse al espejo, su ojo no auguraba nada bueno

Estaba muy morado e hinchado. Muchas cosas pasaron por su mente, pero ninguna le explicaba el terrible estado de su rostro. Entonces vió una nota de su esposa pegada al espejo.

Cuando leyó la nota, no supo si preocuparse

“Cariño, anoche llegaste muy borracho, haciendo un alboroto terrible, y no pudimos hacer más que dejarte dormir. Abajo te esperan el desayuno y tu hijo, que esta a cargo de cuidarte, mientras yo compro algunas cosas para prepararte una buena cena y que podamos compartir en la noche, como familia.”

Mientras desayunaba, le preguntó a su hijo qué había pasado, lo que le contó le rompió el corazón

Freddy había llegado gritando y dando tumbos. Había quebrado algunos adornos y vomitado en el suelo. Luego se había resbalado con su propio desastre y golpeado de frente con el marco de la puerta, lo que explicaba el estado de su ojo.

“Llegaste tan ebrio que ni siquiera recordabas que yo soy tu hijo”

Pero eso aún no explicaba la actitud de su madre

Su hijo le explicó entonces la parte faltante de la historia

Cuando su esposa logró acostarlo en la cama, mientras ella le quitaba la ropa sucia, él le gritó bruscamente

¡Suéltame, sinvergüenza! ¿No ves que soy un hombre casado? ¡Respeta!

“No me toques hijo de p*ta”

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