13 Misteriosas historias que te pondrán los pelos de punta

En ocasiones, la vida te presenta situaciones que juegan con tus nervios. Tal vez tú puedas encontrar una explicación racional para las historias que han compartido algunos usuarios de la red.

Te invitamos a compartir tu opinión sobre estas historias en los comentarios. O, ¿tal vez tú tienes alguna historia misteriosa para compartir?

Hace un año, justo después de la muerte de mi abuela, comencé a tener un sueño en el cual ella y yo siempre discutimos muy fuerte hasta llegar a los golpes. Después, despierto con un sudor frío. Cuando mi abuela estaba viva, estuvo en contra de mi matrimonio e incluso no asistió a mi boda. He notado que tengo esos sueños cuando la relación con mi esposo va muy bien. En cuanto comienzan las discusiones con él y hablamos sobre un posible divorcio, el sueño rápidamente deja de aparecer. Lo raro es que únicamente cuando arreglo mis problemas familiares, el sueño de las discusiones con mi abuela nuevamente regresa.
Mi periquito australiano habla cuando duermo. Él sabe saludar, reír y hacer observaciones, pero la noche pasada dijo tímidamente: “No lo hagas, no lo hagas, por favor, no lo hagas…”. Y definitivamente no estoy loco, incluso mi novia también lo escuchó. Hasta este momento, siempre habíamos dormido pacíficamente con las luces apagadas, pero esta noche dormiremos con la luz encendida…
Mi esposo trabaja por turnos y se va por la noche. Él me pidió acompañarlo a la parada y esperé hasta que subiera a su camión. De regreso, tuve que ir a pie, ya que el carro dejó de funcionar por razones desconocidas. Para mi asombro, al llegar a casa, encendí el televisor porque escuchaba muchas sirenas de patrullas a lo lejos, un fuerte accidente había ocurrido cerca de la parada donde había dejado a mi esposo… Al día siguiente, mi esposo y yo fuimos por el automóvil y, para mi sorpresa, él solo tuvo que girar la llave del auto y este encendió… ¿Alguien me protegió esa noche o fue simplemente casualidad?
Yo les hablo de una manera muy cariñosa a mis electrodomésticos, así como con las personas. Y aquí viene el misterio, la misma tostadora que a todo el mundo le quema sus panes, a mí me otorga increíbles panecillos tostados. Un secador que mi mamá estuvo a punto de tirar comenzó a secar perfectamente mi cabello. ¡En resumen, yo pienso que las palabras son agradables incluso para los electrodomésticos!
Mi amiga adora todo lo relacionado con el misticismo: lee las cartas, cree en los duendes, fantasmas y es aficionada a la astrología. Yo soy una persona sumamente racional: creo y considero que la ciencia puede explicar todo con ayuda de la química, física, biología. Frecuentemente discrepo de todos sus pensamientos. Entre nosotras surgió una discusión sobre los hechizos de amor. Decidí mostrarle que todo esto era una completa mentira y aplicarlo en mi propio ejemplo: realizamos un “hechizo” sobre un chico que me gustaba de otro grupo en la escuela, pero no mostraba ningún tipo de interés en mí.
La hora adecuada, velas, sangre, algún tipo de susurros, su foto y el asunto estaba hecho. Después de una semana, el chico me acompañó por primera vez a mi casa; después de dos, nos besamos cerca de la universidad, en la tercera semana, dijo que me amaba. Al principio creí que todo era coincidencia e incluso gracioso. Pero su amor se volvió una obsesión. Al rechazar cualquiera de sus invitaciones, se ponía muy histérico y molesto. Posteriormente, todo pasó a la agresión; una vez, me tomó con mucha fuerza y me dejó moretones.
Estaba muy asustada y decidí terminar con él. Al principio, todo fue horrible. Él me esperaba en la entrada de mi departamento, me escribía mensajes, me llamaba y me decía que se moriría sin mí; pasaba la noche afuera de la entrada de mi departamento, me gritaba por la ventana. Sus padres decidieron llevarlo a otra ciudad para que no hiciera alguna tontería. Yo cambié mi número de teléfono y lo bloqueé en todas las redes sociales. Espero que esto no haya sido mi culpa y él mismo haya sido el responsable de ese comportamiento inadecuado. ¡¿Vivimos en el siglo XXI, qué brujerías pueden existir?!
Vivo en una residencia estudiantil. No creo para nada en el misticismo, sin embargo, la noche anterior, me puse muy nerviosa. Comenzaba a quedarme dormida y escuché un ruido como si mis audífonos golpearán el suelo (todo ese tiempo estuvieron a mi lado sobre la cama). Comencé a tener miedo, giré mi rostro hacia la pared y de pronto sentí el respiro de alguien en mi cuello. Después de esto, el suelo comenzó a rechinar, las bolsas a hacer ruido, incluyendo un refrigerador que no funcionaba. No pude soportarlo más y desperté a mi amiga. El resto de la noche mantuve la luz encendida. Desde entonces, no puedo entender qué fue lo que pasó.
Hace unos cuantos años me sucedió algo: trabajaba como mesera en una cafetería, unas chicas me pidieron que les tomará una fotografía capturando todas las mesas adyacentes (para que se notará que estaban en un café). Por supuesto, acepté el favor. Hice una primera toma, segunda, y en la tercera quedé completamente sorprendida, en una de las mesas había dos hombres sentados y uno de ellos no salía en la foto… ¿Cómo pudo ser posible eso?
Tengo un raro recuerdo de mi infancia: una tranquila pero cruel voz que me decía algo importante. No recuerdo haberla escuchado en alguna situación específica, ni siquiera qué es lo que me decía. Cabe mencionar que ninguno de mis familiares tiene esa voz.
Adoro Montpellier, una ciudad al sur de Francia. La primera vez que visité esa ciudad tenía 13 años y cerca de un convento me encontré con un niño de aproximadamente 8 años de edad que parecía algo asustado, sin embargo, no presté demasiada atención y no le comenté nada de ello a mis padres. La semana pasada, después de 10 años, regresé al mismo lugar y literalmente la piel se me puso chinita al encontrar en una de las paredes del convento una serie de fotografías de niños desaparecidos y, sí, ahí estaba él.
Tenía 14 o 15 años. Llegué de visita para pasar la noche con mi tía, me acosté en una recámara por separado. Estaba acostado e intentaba dormir, ya que era muy tarde, observaba una línea delgada formada por el reflejo de la Luna entre las cortinas. ¡De pronto, me di cuenta de que al lado de mi cama había una persona! Mi corazón latía a mil por hora, la sangre comenzó a llegar rápidamente a mi cabeza, intentaba levantarme pero mi cuerpo no respondía. Dirigí la mirada hacia esta figura, esa cosa simplemente estaba parada, medía como dos metros, era una gran sombra negra sin ningún tipo de señales distintivas. En un santiamén, sus manos negras comenzaron a levantarse y sentí que me hundía lentamente sobre la cama como si fuera un colchón desinflándose. En este momento, regresó el control sobre mi cuerpo y logré sentarme, pero para mi sorpresa, no había nadie en la recámara. Corrí a encender la luz y después a la computadora y, hasta la mañana, no cerré mis ojos. A continuación, me puse a leer sobre tales cosas y encontré algo parecido a la parálisis del sueño, un fenómeno bastante común. Solo hay un “pero”: no recuerdo haberme dormido esa noche ni haber despertado.
Me parece que algo ha salido mal. Mi número de la suerte es el 13, me rodea en todos lados desde el nacimiento. Nací a las 13 horas, en la lista de alumnos también aparecía bajo el número 13 e inicialmente en mi repertorio había 13 canciones… A mí mamá le hartó tanto que decidió regalarme una funda para mi teléfono móvil con el número 13. Hay personas que piensan que tengo cierta obsesión hacia ese número, sin embargo, yo confió en él. Recientemente, leí que en EE.UU. ese número es considerado un símbolo de mal augurio. Sea esto realidad o no, a mí siempre me ha llenado de sorpresas.
En casa, frecuentemente ocurren cosas misteriosas: los platos hacen ruido, los cuadros se caen y se escucha algún tipo de susurro. Pero este incidente fue el más horrible. Soñé que un duende se abalanzó contra mí; al principio, comenzó a estrangularme y simplemente no podía moverme, después me tomó de las piernas y me tiró, en ese momento, desperté con un grito salvaje justo al borde del sofá, mi esposo estaba asustado. Después de esto, todas las articulaciones de la pierna por la que él duende me había tomado me dolieron por unos cuantos días.
Cuando tenía 10 u 11 años, adoraba ir al lago con mi mamá para sumergirme a poca profundidad. Era un tipo de juego: yo me sumergía con los ojos cerrados y recogía arena del fondo, luego, regresaba a la superficie para ver mi “captura”. Frecuentemente eran piedras o conchas, ¡pero una vez abrí mi mano y vi un gran anillo de oro! Corrí rápidamente con mi mamá y ella se sorprendió y emocionó. Dejé el anillo con ella y nuevamente fui a sumergirme. Al abrir mi mano, nuevamente encontré un anillo de plata un poco oscurecido con una alejandrita. Mi mamá prácticamente quedó sorprendida e incluso hasta la fecha no cree cómo fue posible sacar dos anillos del fondo de un lago sin ver. Esto ha sido lo más asombroso e inexplicable que me ha sucedido, usé ese anillo de plata por un largo tiempo y hasta la fecha los sigo conservando. Pero el misterio de a quién pertenecieron esos anillos permanecerá sin resolver.