Los hermanos mayores en muchas familias usualmente tienen un intelecto y talentos excepcionales. Alec Baldwin, Francis Edward Bache e incluso el famoso Dr. Spock son ejemplos perfectos de eso. ¡Los científicos sugieren que nuestro orden de nacimiento y el de nuestros hijos tiene mucho que ver con nuestra inteligencia y otras habilidades!
Siempre buscamos transmitir conocimiento con nuestros lectores, especialmente cuando se trata de comprender mejor las carencias y talentos humanos. Aquí tenemos un artículo que cautivará tu atención, incluso si tú mismo no eres el hermano mayor de tu familia.
¿Cómo se obtuvieron estos resultados?
En el año 2017, una investigación realizada en la Universidad de Edimburgo reveló que los estudios de pruebas de CI entre hermanos de mismos padres demostraban que, debido a la estimulación mental de sus papás, los hermanos mayores mostraban niveles más altos de habilidades de pensamiento. Sin embargo, cuando todos fueron evaluados en desarrollo emocional, casi no hubo diferencias.
Los investigadores siguieron a más de 5 000 hermanos desde el nacimiento hasta los 14 años. Cada dos años, estos niños se sometían a una prueba de CI en una variedad de formas, y se demostró que los hermanos mayores se desempeñaban mejor en cada edad subsiguiente.
¿Qué es el “efecto de orden de nacimiento”?
Según Meri Wallace, el orden de nacimiento tiene un tremendo impacto en los primogénitos, los nacidos segundos y los hermanos del medio. Aunque los primeros niños en nacer están más desarrollados intelectualmente, puede que deban luchar con la presión de los padres, quienes los obligan ser perfectos. Los niños que nacen segundos suelen ser más propensos a tener menos atención por parte de los papás cuando se trata de sus logros, por lo que prosperan en la aprobación. Y los hermanos medios a menudo se sienten solos y “marginados”, por lo que sus padres deben asegurarse de pasar suficiente tiempo con ellos.
¿Cómo contribuyen los padres?
Con su primer hijo, los padres a menudo desean tener éxito tanto emocional como intelectualmente, casi como si estuvieran corriendo una especie de carrera para criar al niño perfecto. Combina eso con la falta de conocimiento sobre la crianza de un ser humano y, al final, tendrás un hijo que recibirá demasiada atención e impulso de sus papás, quienes quieren que él sea alguien en la vida. Es por eso por lo que los primogénitos suelen ser presionados para tener éxito y desarrollarse intelectualmente.
¿Cómo contribuyen los hermanos?
Cuando el primogénito se convierte en “uno de los chicos” y deja de ser el hijo único de la familia, esto puede afectarlo, haciéndolo madurar más rápido. Como la madre del niño está preocupada por un recién nacido, a veces el primogénito se siente excluido y obtiene la aprobación de sus padres al ayudarlos a cuidar a su hermano menor. Esto lleva a que los niños asuman las responsabilidades de los papás a una edad muy temprana, y esta situación generalmente está apoyada por la familia. Este suele ser el motivo por el que el niño mayor se vuelve más inteligente y realmente maduro para su edad.
¿Cómo se puede cambiar eso?
Dado que el éxito académico e intelectual se ve directamente afectado por la atención y el afecto de los padres, debemos reconocer que los niños que carecen de interacción y tiempo con ellos muestran habilidades más bajas, especialmente a la hora de aprender y cuando se trata del coeficiente intelectual. Por eso, es importante que los papás distribuyan bien sus horas para poder establecer un contacto cercano con cada uno de sus hijos.
¿Cómo puedes aplicar esto?
Si conocemos las fallas en nuestras habilidades parentales, las cuales usualmente ocurren de forma inconsciente, podemos predecir el resultado. Pero más aún, podemos implementar este conocimiento en nuestras situaciones cotidianas de crianza de los hijos. Podemos comenzar por no presionar en exceso a nuestros hijos mayores y dividir la atención de manera uniforme entre todos los niños. Además, las conversaciones abiertas y la confianza, junto con la autoridad del conocimiento de los padres, te ayudarán a mantener relaciones prósperas y a crear una base sólida para que tus hijos pasen de la infancia a la adultez de forma saludable.