Fotógrafo pidió a unos adolescentes que editen sus fotos hasta verse “óptimas para las redes sociales”. El resultado es sorprendente.

Los adolescentes sienten mucha presión por verse de cierta manera. Pero ¿hasta qué punto pueden llegar? Para averiguarlo, la agencia creativa M&C Saatchi se asoció con el reconocido fotógrafo británico Rankin y la agencia MTArt. Como parte de “VISUAL DIET”, una campaña que explora el impacto de las imágenes en la salud mental, pidieron a un grupo de adolescentes que editaran sus selfies para las redes sociales.

“En la serie ‘Selfie Harm ‘ estaba experimentando específicamente con las aplicaciones que están dirigidas a los adolescentes”, dijo Rankin a Bored Panda . “Son como juegos de computadora y, en consecuencia, son muy divertidas. Personalmente, he disfrutado jugando con ellas, pero son muy adictivas”.

El proyecto del renombrado artista consistió en fotografiar adolescentes cuyas edades estaban entre los 13 y los 19 años. Luego se les pidió que pasaran unos minutos editando la foto hasta que pensaran que era lo suficientemente “óptima” para subirla a las redes sociales. “Inicialmente usamos modelos y luego quise ampliarlo a otros adolescentes, así que hicimos una llamada en busca de más participantes”.

“El programa que usamos fue uno de muchos como “Facetune” (…) pero hay cientos de aplicaciones de este tipo”, agregó el fotógrafo. “Lo importante es que no estábamos seleccionando a personas que hubieran usado antes estas aplicaciones, sino que les pedíamos a los adolescentes que las probaran. Se les mostró cómo usarlas, lo cual literalmente tomó segundos, ya que son muy fáciles de emplear. Luego ellos mismos hicieron la edición”.

Rankin también cree que no tiene sentido indagar mucho más sobre los efectos de estas aplicaciones sobre las personas. “Lo que se puede hacer con estas aplicaciones es mucho más de lo que puede hacer incluso un gran operador de “Photoshop”. La tecnología está avanzando muy rápidamente y la idea de verte muy diferente a como en verdad eres puede ser emocionante, pero ¿cuáles son las trampas de esto? Eso es lo que me pregunto con este proyecto. Si puedes ser una versión “más pulida” de ti mismo, ¿qué tan difícil se vuelve aceptar quién eres en realidad? Este es un campo minado para la salud mental y este proyecto apenas rasga la superficie de esta problemática”.

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