Por muy sorprendente que parezca, los 90 terminaron hace casi 20 años. Sí, el tiempo ha pasado demasiado rápido y los avances constantes en la tecnología han provocado que las décadas pasen casi desapercibidas. Sin embargo, lo cierto es que los cambios entre un siglo y otro han sido tremendos y la gente ha dejado atrás algunas cosas que solía hacer cotidianamente.
Hemos hecho una lista memoriosa de aquello por lo que algunos sienten tanta nostalgia y que extrañan hacer.
1. Llamar por teléfono fijo
Sí, ¿cuándo fue la última vez que llamaste a una persona al teléfono de su casa? ¿Y quién no recuerda llamar a media tarde al teléfono local de su mejor amiga o amigo solo para platicar de los pormenores del día? Luego de la evolución apabullante del teléfono móvil, cada vez son menos las personas que marcan un número local para comunicarse, pues los mensajes de texto han reemplazado notablemente las llamadas telefónicas. De continuar esto así, quizá las próximas dos generaciones ignorarán por completo lo que significa escuchar sonar el teléfono en casa.
2. Usar el fax
Sería interesante preguntar a los nacidos después del 2000 si saben lo que es el fax. Las generaciones anteriores a los millennials recuerdan este aparato electrónico mucho antes de la aparición del escáner. Su función era la de transmitir imágenes de una línea a otra, a través del sistema telefónico. En los 90 esto parecía magia pura, pues el equipo de fax receptor reconvertía la imagen codificada y la imprimía en papel. Quizá algunas oficinas todavía conservan su máquina de fax, aunque seguramente está olvidada en el rincón. Ahora es posible escanear documentos con aplicaciones desde dispositivos móviles.
3. Comprar música en soporte físico
Hasta hace algunos años, las tiendas especializadas en música y películas solían estar abarrotadas. Cada vez que había un estreno se debía hacer fila de espera para conseguirlo. Sin embargo, en los últimos quince años, la compra de música ha emigrado a lo digital. Gracias al streaming, es decir a la distribución digital de contenido multimedia, es posible escuchar el lanzamiento de una canción en tiempo real. El valor de la “cajita” del CD se ha perdido un poco, ya ni qué decir de los vinilos y su precio encarecido, que, según parece, se incrementará cada vez más.
4. Las riñoneras
¿Recuerdas a tu papá usando una riñonera en un paseo de domingo? ¿Qué más 90 que eso? Pues actualmente ya casi nadie las usa, a no ser por un fin puramente práctico. Y no sabemos si estar tristes o felices por ello.
5. Grabar los programas de televisión
Tampoco la televisión es lo que era. Si tu programa favorito era transmitido únicamente los sábados a las 8:00 am, no solo hacías lo imposible por levantarte temprano, sino también encendías la videocasetera para grabar el programa entero (con comerciales y todo) para poder verlo en algún otro momento. Quién iba a decir que años más tarde podrías verlo en cualquier momento “on demand”.
6. Imprimir las fotografías
Una de las mejores cosas de ir a la casa de la abuela es sentarte a mirar las fotografías viejas. Pero, curiosamente, es una práctica que ya casi no se hace. La mayoría de las personas prefiere tener sus fotografías en digital y mostrarlas al mundo a través de redes sociales sin tiempos de espera.
7. Rentar películas
En los 90, la emoción de ir al cine solo podía ser comparada con la emoción de ir al video club a rentar tu película favorita. El streaming para ver series y películas desde cualquier dispositivo electrónico acabó con este mercado. De hecho, hace cinco años la cadena más popular en Norteamérica cerró sus puertas definitivamente para convertirse también en un servicio on demand.
8. La permanencia voluntaria en el cine
Quizá a las nuevas generaciones les parecerá una locura pensar siquiera que, hasta hace dos décadas, podías comprar un solo boleto en la entrada del cine y ver cuantas funciones quisieras por un único precio, a eso se le llamaba “permanencia voluntaria”. Por lo que podías ver la misma película dos o tres veces más. Ahora lo más cerca es ver YouTube por horas y horas.
9. Grabar música en casetes para alguien especial
No había nada más romántico que recibir un casete de manos de tu persona especial, con tus canciones favoritas o aquellas que le recordaran a ti. Algunas veces las grabaciones eran directamente de la radio, por lo que el esfuerzo que eso implicaba era un detalle sumamente especial.
10. Usar teléfono de monedas
¿Alguna caseta aún funciona? Parece que hay pocas. Cuánto más avanza la telefonía móvil, y más se abaratan los dispositivos, parece que llamar por monedas ya es algo demasiado retro. Ahora, incluso, hay lugares públicos en los que hay conectores USB libres para que la gente los use abiertamente.
11. Usar máquina de escribir
Quienes usaron máquinas de escribir seguramente recordarán el sonido del golpeteo de las teclas e, indudablemente, el tremendo dolor cuando un dedo se te quedaba atrapado entre ellas.
12. Pedir una canción en la radio
En la “hora de las complacencias” cualquiera podía llamar a la radio y pedir una canción; algunas veces, incluso, podías dedicarla a alguien especial. Además, cuando una de ellas era muy popular en la estación quería decir que estaba siendo exitosa. Aunque la radio todavía sigue vigente, ya casi no hay peticiones en vivo; de hecho, los podcast han cobrado más auge que la radio tradicional.
13. Ir a la biblioteca para buscar información
Antes de Wikipedia, las personas realmente tenían que ir a los libros para buscar información. La experiencia completa constaba de ir a la biblioteca, sacar el carnet y buscar en los enormes pasillos llenos de libros.
14. Escribir cartas
¿Has escrito una carta últimamente? Quizá a tu buzón todavía llegan las cuentas o facturas, pero ¿alguna postal? Sería lindo volver al hábito de escribir, a puño y letra, algunas palabras para tus amigos o familia y enviárselos a sus hogares, ¿no crees?
15. Vivir sin espectadores
En los 90 no existían las redes sociales, así que pocas personas se enteraban si te ibas de vacaciones, te contrataban en un nuevo trabajo o decidías desayunar hot cakes una mañana. Es decir, no había manera de que uno documentara o reportara su día a día a través de los dispositivos móviles, pues simplemente no había tecnología para ello. Entonces, realmente te preocupabas por pasarla bien, vivir el momento y guardar lo mejor solo para ti.
Esperamos que esta vuelta al pasado te haya gustado y, sobre todo, que te haya recordado las buenas cosas que hasta hace 20 años todavía eran cotidianas y que ahora parecen ser actividades poco usuales. ¿Hay algo que hemos olvidado? ¡Nos gustaría saberlo en los comentarios!