Ordenar cosas en línea es cómodo: sin filas, sin precios altos… y sin ninguna garantía de que recibas exactamente lo que has pagado. Y a veces en el paquete llegan unas cosas que no usarías ni por 1 millón de dólares.
Hemos quedado impresionados con las compras que los desgraciados clientes compartieron en Internet. Ahora es tu turno de experimentar toda esa gama de emociones.
Una mascarilla japonesa. Se suponía que era un gorila
“La muestra del cuadro en el sitio y lo que realmente recibí”
“¿Son los AirPods incluidos con mi nuevo iPhone 8? Ah, no, esperen…”
“Pedí varios paneles de sonido acústico, y esto fue lo que recibí”
“Es por esto que no compro nada en línea”
“Podría estar equivocado, pero me parece que no me enviaron el artículo que pedí…”
Cuando necesitabas una talla grande, y la tienda cumplió con tu solicitud. O, más bien, la sobrecumplió
“Ahora sé qué hacer con mis zapatillas viejas”
Se ve como si se hubiera robado los pantalones de alguien, pero le quedaron demasiado grandes
“Compré estos pendientes de tiburón para una amiga para Navidad”
Se ven como si estuvieran hechos del material que se usa para hacer paracaídas
Al parecer, la chica de la camisa desapareció durante el envío
“El aguacate que me enviaron se ve un poco loco”
“Mi esposa compró una sartén de hierro fundido en una tienda en línea”
Parece que solo las personas que odian la ropa la compran en Internet
Hacíamos los mismos disfraces horribles para las muñecas en la infancia
Al hacer un pedido en línea, a veces corres el riesgo de recibir un trapo de piso en lugar de un vestido
“¿Alguien sabe dónde puedo pedir un cuchillo pequeño y unas frutas que se ajusten a mi nueva piedra para afilar?”
Cuando tú y el fabricante tienen un concepto muy diferente de la tabla de tallas
Tal vez no se vea igual de hermoso, pero parece incluso más suave
“Mi amigo pidió esta almohada para su hija”
“Mamá recibió mal una cama para el perro. Pero él igual está agradecido”
