James Day, un fotógrafo de Sídney, vivió una experiencia única al trabajar con una pareja cuya novia era completamente ciega. ¿Cómo puedes fotografiar una boda sabiendo que la futura esposa nunca verá las fotos? Esta es una pregunta para la que este ingenioso hombre encontró una respuesta increíble. James no solo creó un ambiente único durante el día de la celebración, sino que también le dio a la pareja un regalo que mantendrá sus preciosos recuerdos vivos para siempre.
¡Esta historia conmovió profundamente a todo nuestro equipo, y no podemos esperar para compartirla contigo!
“Steph no quería la boda”
Steph perdió la vista poco antes de conocer a Rob. Sufre de distrofia de conos y bastones, un trastorno ocular que heredó de su madre, Linda. Renunció a tener la boda de sus sueños porque, sin la vista, no podría disfrutarla plenamente.
“Desde que Steph era una niña pequeña quería una boda de cuento de hadas. Y nos sentimos muy tristes cuando expresó que no creía que pudiera hacerlo”, dijo su madre.
Pero James se las arregló para hacer de ese momento algo muy especial
I hate my job.
Posted by James Day Photography on Saturday, October 11, 2014
Esta historia no habría ocurrido si la pareja no hubiera conocido a James Day, un fotógrafo que encontró una manera conmovedora de hacer que la celebración fuera memorable. “Necesitaba que ese momento fuera especial. Quería encontrar una manera de unirlos a todos”, dijo.
“Estábamos tan felices que ella cambió de opinión”
Fue un trabajo muy duro para James. Él explicó: “Busqué en Google, les pregunté a todos mis conocidos y, durante 12 meses, reflexioné sobre esta idea. Me daba vueltas todo el día en la mente. Pensé en todos los momentos en los que potencialmente podría darle a Steph la posibilidad de tener una boda real”.
Así es como nació la idea de usar 10 telas impregnadas con diferentes aceites esenciales. Presentó las piezas a lo largo del día para que pudieran recuperar los preciosos momentos. “Increíblemente, más tarde esa noche, Linda estaba oliendo y tocando esas telas, y ya podía recordar cada aroma y el momento del día con el que se relacionaba”.
El regalo
Pero la mayor sorpresa estaba por llegar. La novia tuvo la oportunidad de “ver” las fotos de la boda pasando sus manos por tomas hechas especialmente para ello. “Es simple, la imagen se calienta y luego se eleva”, explicó James.
Las telas y los aromas correspondientes fueron incluidos en el álbum de la boda. Cada página contenía fotos acompañadas de fragmentos de audio capturados durante esos momentos. Las imágenes táctiles, los perfumes, los retazos y los audios ayudan a Steph a transportarse a uno de los días más felices de su vida y a sentir las emociones que vivió en esos momentos de nuevo.
“Increíble… Ustedes han pasado por tantos problemas para asegurarse de que esta boda fuera especial para mí, y eso significa mucho”, exclamó Steph.
Puedes encontrar más fotos en el Facebook de James Day o en su cuenta de Instagram. Tales historias entibian nuestros corazones y hacen del mundo un lugar más genial. Es maravilloso saber que hay personas tan increíbles que pueden hacer un esfuerzo adicional para hacer felices a los demás.