7 Cambios inesperados que ocurren en el cuerpo de una mujer después de dar a luz

Después del nacimiento de un bebé, la vida de las mujeres cambia por completo: ahora no solo carga con la responsabilidad de sí misma, sino también con la de su hijo o hija. En el organismo de una madre joven ocurren cambios importantes; científicos confirman que ella se convierte en una quimera, ya que las células del recién nacido permanecen con ella para siempre.

Investigamos para ti cómo cambia el cuerpo femenino después de dar a luz a un nuevo ser humano.

1. Cambio del tono de voz

Científicos de la Universidad de Sussex llegaron a la conclusión de que, después del parto, la voz de las mujeres cambia y se vuelve más baja y monótona. Después de un año de dar a luz, esta regresa a su frecuencia anterior.

Los investigadores sugieren que los cambios son causados por la reestructuración hormonal. El hecho es que después de dar a luz, el nivel de las principales hormonas sexuales disminuye drásticamente y esto puede influir en las cuerdas vocales. De acuerdo con datos científicos, las mujeres que dan a luz alcanzan una amplitud máxima de 44 Hz o 2,2 semitonos, esto aproximadamente es equivalente a dos notas de piano.

Sin embargo, este cambio tiene otra explicación. Expertos consideran que las personas con una voz baja, por lo general, se consideran más competentes y maduras. Por eso las mujeres inconscientemente pueden cambiar de tono para adaptarse al nuevo rol de madre.

2. Aumento de la ansiedad generalizada

A las madres jóvenes se les dice que deben estar tranquilas y en calma, pero a decir verdad, esto es imposible. Frecuentemente, una mujer que dio a luz recientemente se asusta por todo: el bebé está llorando, el bebé no llora, el bebé duerme mucho, duerme poco, entre otras. Esto es algo normal. Pero a decir verdad, no es ningún tipo de psicosis, simplemente es una hormona llamada oxitocina que constantemente aumenta el nivel de ansiedad.

La oxitocina comienza a influir intensivamente después del parto. Esta ayuda a contraer el útero ampliado durante el período del embarazo y enciende el instinto maternal. La progesterona podría ayudar, ya que ella es capaz de relajar el sistema nervioso, no obstante, inmediatamente después del parto, su nivel es increíblemente bajo y, como consecuencia, las madres jóvenes tienen que lidiar con el hecho de que por un tiempo se volverán literalmente locas de ansiedad.

Pero esto tiene su lado positivo: la oxitocina también es llamada la hormona del amor, precisamente ella les permite a las mujeres experimentar una ternura desenfrenada en la relación con un recién nacido y esta sensación definitivamente vale todas las preocupaciones.

3. El cerebro trabaja mejor

Científicos han explicado que, después del parto, las mujeres se vuelven más inteligentes. El cerebro no solo se desarrolla para servir las necesidades de su dueña, sino también las de su hijo. Precisamente por ello las madres jóvenes son mejores empleadas en comparación con sus colegas nulíparas. “Ser más eficaz al tomar una decisión, ser emocionalmente estable, pensar en diferentes estrategias para resolver problemas… ¡Esto suena a las cualidades de un maravilloso líder!”, indica la investigadora Kelly Lambert, quien se encarga de estudiar el cerebro de las mujeres durante y después del embarazo.

La neuróloga Kelly Lambert también destaca que el nacimiento de un bebé no solo es un simple acontecimiento en la vida de las mujeres, sino una completa etapa en su desarrollo mental, tal y como sucede cuando se atraviesa la etapa de la pubertad.

4. El organismo se encuentra en estado de alerta hacia un nuevo embarazo

Durante el embarazo, la inmunidad de las mujeres se reduce considerablemente. Esto es necesario para que el organismo no rechace las células “invasoras” del feto y ocurra un aborto espontáneo. Para que el bebé sobreviva en el útero y no se convierta en una víctima del sistema inmunológico materno, existen las llamadas células T, las cuales no permiten que se rechace el embrión. Científicos descubrieron que estas células después del parto permanecen en el organismo durante 4-5 años. En el transcurso de ese tiempo, ellas están listas para movilizar rápidamente al organismo en caso de un nuevo embarazo.

Precisamente por eso, frecuentemente, las mujeres reconocen que el tener un segundo bebé fue más fácil, ya que su sistema inmunológico estaba completamente preparado, mientras que la primera vez se tuvo que realizar un gran trabajo.

5. Formación de un vínculo a nivel físico con el bebé

Después del nacimiento de un bebé, la relación física con su madre no se interrumpe. En el organismo de las mujeres pueden quedarse y funcionar células de un hijo o hija, explicaron científicos de la Universidad de Alberta en Canadá. Ellos analizaron el cerebro de mujeres que dieron a luz a un varón y en el 63 por ciento de los casos se descubrieron células masculinas.

Los investigadores llegaron a la conclusión de que las células del hijo pueden penetrar a través de la barrera placentaria en el organismo de la madre y continuar funcionando ahí. Por cierto, las células masculinas en el cerebro de las mujeres reducen la probabilidad del desarrollo de alzhéimer.

6. El organismo se renueva

Todo tiene que ver con la sangre del bebé que se está esperando, ella desencadena procesos de regeneración en el organismo de la madre. Las células embrionarias ayudan a las mujeres embarazadas a cicatrizar las heridas e incluso pueden evitar serias enfermedades. Por ejemplo, la biopsia del hígado de una mujer con hepatitis C que dejó el tratamiento mostró una mejora. Científicos descubrieron que el origen de las células de su hígado eran células embrionarias.

Por otra parte, el embarazo es capaz de alargar la vida, principalmente en los casos de una gestación a una edad mayor. Los investigadores se percataron de que las mujeres saami que dieron a luz a una edad avanzada vivieron mucho más tiempo. A la vez, la edad del primer embarazo y la fertilidad no están relacionadas con la duración de la vida de las mujeres. Se obtuvieron resultados análogos al realizar investigaciones en las comunidades amish de Pensilvania.

7. Reducción del riesgo a desarrollar cáncer

Después del parto, en el organismo de la mujer se encienden mecanismos de defensa contra ciertos tipos de cáncer. Por ejemplo, en las madres que dan a luz dentro de los plazos estimados, se reduce el riesgo a desarrollar cáncer de ovarios y de endometrio. Al mismo tiempo, con cada nuevo embarazo a término, este riesgo continúa bajando. Las mujeres que se convirtieron en mamas antes de los 25 años y amamantaron a sus hijos están menos expuestas a desarrollar cáncer de mama.