El mundo animal nunca deja de sorprendernos: aprendemos algo nuevo sobre ellos y un abanico de posibilidades se abre para nosotros, llevándonos a pensar que lo que sabemos es tan solo una pizca de lo que el planeta tiene para mostrarnos.
Hemos recopilado para ti fotos de animales que, al camuflarse, nos enseñan a mirar las cosas más de una vez y con mayor atención.
1. Intenta encontrar al lagarto en pocos segundos
Muchos podrán decir: “Pues… yo veo un tronco”, pero, si miras con atención, hay un lagarto infiltrado en la escena. Se llama Uroplatus, y se puede encontrar en la India… con suerte, ya que suele tener el mismo color que los troncos de los árboles en los que habita.
2. El temor de ser encontrado no le quita el sueño
Después de ver estas fotografías no empieces a buscar búhos en los árboles. No te preocupes si no los descubriste, no fue por distracción, sino porque son autillos africanos. De noche deambulan por los bosques y sabanas, y de día duermen en los árboles con la tranquilidad de que pasan desapercibidos y nadie los verá.
3. Uno no sabe en dónde empieza el árbol y en dónde el animal
El nictibio grande es un ave que puede encontrarse en países de América Central y del Sur como México, Brasil y Argentina. Es de mayor tamaño que las águilas y se distingue de los búhos por su cola y cabeza. Es noctámbulo, así que, durante el día, puede confundirse con un tronco mientras duerme. No podemos negar que a muchos nos encantaría tener el talento de mimetizarnos con la cama para dormir un poco más sin llamar la atención.
4. Si no fuera por las patas, parecería una hoja seca
Este amigo se llama gecko cola de hoja satánico, habita únicamente en Madagascar, y es un experto en el arte de esconderse, no solo por su apariencia tan peculiar, sino también porque puede aplanar su cuerpo para reducir su sombra y hasta mudar su cola para despistar a los depredadores más ingenuos.
5. Hablando de hojas secas
Si uno encuentra volando a esta criatura, fácilmente podría pensar que es una hoja seca desplazándose con el viento. Quizás no nos demos cuenta de que esta es, en realidad, una mariposa conocida como Kallima inachus.
6. Al parecer, la temática de las hojas está muy a la moda
Los Phylliidae, también llamados insectos hoja, no solo logran adquirir el color y la forma de las hojas, sino también su textura, haciendo que el poder detectarlos en una planta sea un reto casi imposible de conseguir.
7. Será muy difícil volver a mirar una hoja con confianza
No pierdas la fe en las hojas, ¡no todas mienten! Muchas son lo que muestran ser… Pero no en este caso, cuando lo que vemos es un saltamontes longicornio que, por ser de naturaleza críptica (su apariencia cambia según el contexto y necesidad), mantiene la estética de una hoja para protegerse de los depredadores.
8. No, no es una rosa
Esto que parece una rosa de tela es, en realidad, una babosa de mar llamada Hexabranchus sanguineus, o también Bailarina Española, en alusión a su color rojo intenso y al movimiento que hace al nadar.
9. ¿Esta es una orquídea?
Si no fuera por las pequeñas antenas negras, la foto bastaría para caer en el engaño de la mantis orquídea, que se camufla tan bien que parece realmente una flor. Son asiáticas y, aunque poseen una gran belleza, lo cierto es que no son nada inofensivas: su picadura puede ser muy dolorosa.
10. Vaya, ¡parece una rama!
Este amigo llamado insecto palo por lucir como una ramita, utiliza su apariencia para protegerse de los depredadores durante el día. Se esconde entre las plantas, en las que, claro está, pasa inadvertido.
11. Este hipocampo es el amo del disfraz
El mérito del caballito de mar pigmeo es que, pese a su tamaño (es una de las especies más diminutas de su tipo), se camufla perfectamente como si fuera una gorgonia. De hecho, fue mientras se estudiaban estos corales que se lo descubrió, porque siempre pasaba desapercibido por su apariencia y estatura.
12. Bueno, él no se queda atrás
Este pez que se ha camuflado perfectamente con la estructura del suelo arenoso, se llama Kareius bicoloratus, vive en aguas del Pacífico, Japón y Corea, y vaya que puede engañar a cualquier ojo distraído.
13. Los leopardos pueden camuflarse con las rocas
Este animal que se camufla para cazar es conocido como leopardo de las nieves. No se sabe mucho de él por su hábitat, el cual consiste en lugares muy fríos y montañas difíciles de llegar.
14. Esperemos que se hayan dado cuenta a tiempo de que había un visitante entre la vegetación
Sabemos mucho de los leopardos por lo que vemos en cines y películas. Lo que quizás no tengamos siempre presente es que estos animales son expertos en el arte del disfraz, ya que gracias a sus colores suelen confundirse con el entorno. A diferencia de muchos animales que suelen mimetizarse para protegerse, el leopardo lo hace para cazar.