Venezuela no es un país normal. La crisis económica, política y social convierte a diario lo anormal en común, al punto que obliga a sus habitantes a convivir con situaciones insólitas, tan insólitas que, cuando un venezolano trata de explicarlas a un extranjero, es muy probable que, en primera instancia, no lo entienda o lo perciba como una exageración. Una irrealidad.
Me llamo Paola. Vivo en Venezuela y preparé una lista de 10 cosas inusuales que solo se viven en mi país y que de seguro te dejarán con la boca abierta.
1. No hay dinero en efectivo
Sí, así tal cual como se lee: no hay efectivo. Es una de las tantas cosas, como la comida y la medicina, que en Venezuela está escasa. Desde el 2016, obtener dinero en efectivo se volvió casi una odisea.
La razón principal por la que no hay dinero en efectivo es porque la inflación es tan alta que, para comprar cualquier artículo, se necesitan más billetes de los que hay circulantes en el país. Para ilustrar el escenario, agregaré un ejemplo hipotético, porque la cantidad de efectivo que necesita un país depende de su tamaño y su economía.
Supongamos que, por cada habitante, se necesitan 30 billetes para satisfacer todas sus necesidades, pero el precio de los servicios aumenta diariamente, y un día necesita 100 papel monedas, pero cada venezolano sigue teniendo solo 30 billetes. La entidad bancaria encargada de emitir ese dinero no está en capacidad para hacerlo y, como resultado: todos los habitantes necesitan ahora 70 billetes más de los que requerían hace unas semanas.
Antes de ser retirados de circulación, los billetes de 100 bolívares equivalían a aproximadamente 3 centavos estadounidenses.
Pero no se detiene ahí, porque, a diario, todo aumenta y los ciudadanos requieren más y más dinero en efectivo que no hay. Esta situación genera una crisis porque los habitantes necesitan efectivo para cancelar el transporte público, comida, locales y entre otros, pero se ven limitados a la hora de pagar.
Casi todos, por no decir todos, los pagos se ejecutan mediante puntos de ventas y transferencia bancarias.
2. Mercado paralelo para conseguir efectivo
Quizá se preguntarán: ¿cómo pagan la gasolina, el transporte y todos aquellos servicios que requieren cancelarse en efectivo? Pues, esta pregunta tiene dos respuestas: comprar dinero (mercado negro) o ir al banco a hacer cola.
La opción rápida es dirigirte al mercado negro y pagar por él. La escasez de piezas del cono monetario derivó en un mundo de corrupción, porque un grupo de personas, a través del contrabando y las influencias, obtiene grandes cantidades de efectivo para venderlo. Un venezolano paga hasta 700% más del valor original para adquirir dinero.
Por ejemplo: si una persona necesita 200 bolívares (moneda de Venezuela) en efectivo, debe hacer una transferencia electrónica a un vendedor de dinero por 1400 bolívares, solo para obtener 200. Sí, se lee irreal. Pero en Venezuela se compra efectivo dentro del país por cantidades absurdas, como si de otra moneda se tratase.
Venezolanos haciendo fila para entrar al banco.
La segunda opción, un poco más engorrosa, es ir al banco. La mayoría de las personas no tienen el dinero suficiente en cuentas bancarias para pagar por efectivo, o simplemente no quieren. Pero los bancos, al igual que el resto de los venezolanos, no cuentan con la cantidad de efectivo necesario para abastecer a todos sus usuarios.
Por esta razón, en los bancos se forman kilométricas colas de personas para adquirir dinero. Las filas empiezan a formarse desde las 22:00 horas y durante toda la madrugada. Cuando el banco retoma sus funciones a las 8:00 de la mañana del día siguiente, la multitud de ciudadanos es abrumadora. Por lo general, a mediodía se acaba el efectivo en los bancos.
3. Le quitaron 8 ceros a la moneda para “controlar la inflación”
Como explicamos anteriormente, la inflación es uno de los grandes males de la Venezuela actual. El gobierno nacional, en respuesta a la crisis económica, ha quitado ocho ceros a lo largo de 12 años a la moneda con el fin de “controlar la inflación”.
La primera vez lo hizo el expresidente fallecido, Hugo Chávez, quien en 2006 le quitó tres ceros a la moneda y le cambió el nombre de bolívar, a bolívar fuerte. Pero la inflación continuó en alza y, en agosto de 2018, el actual jefe de Estado, Nicolás Maduro, anunció la eliminación de cinco ceros al bolívar fuerte, al que también le cambió el nombre a bolívar soberano.
El único país que supera a Venezuela en esta área es Zimbabue, quien le quitó 12 ceros a su moneda.
4. Respuesta del gobierno por anaqueles vacíos
Los anaqueles vacíos en Venezuela son consecuencia de la misma inestabilidad económica y destrucción de sistema productivo. Las fotos y los videos de un país petrolero sin comida circulan por el mundo. Por esta razón, el ministro de Educación, Elías Jaua, aseguró que los mercados en el país estaban vacíos porque los venezolanos comen mucho.
El gobierno nacional permanece en constante negación con respecto a las distintas crisis en el país. Otro ejemplo de ello fue cuando el presidente de la asamblea constituyente, Diosdado Cabello, negó la migración masiva de los venezolanos, y aseguró que se trata de un montaje de los medios de comunicaciones internacionales. Agregó que quien se va de Venezuela lo hace por “moda”, no porque en el país haya crisis.
5. Maracaibo pasa hasta 30 horas sin electricidad
La Sra. Mireya Márquez usa luz de vela para preparar la comida durante uno de los apagones en Maracaibo, Venezuela.
Todo el país vive en constantes apagones. La electricidad va y viene varias veces al día. Es común que, tanto en Caracas como en el interior de Venezuela, la luz se vaya por tres o cuatro horas, pero en Maracaibo, una ciudad ubicada al noreste del mapa, sufre con mayor intensidad la crisis eléctrica.
Maracaibo ha pasado de 24 a 30 horas sin electricidad.
Pero lo más sorprende no es la cantidad de horas a oscuras, sino la respuesta del ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, quien aseguró que Maracaibo permanecía tanto tiempo sin luz porque estaba más cerca del sol.
6. El Dakazo
El presidente Nicolás Maduro acusó a los empresarios y comerciantes de aumentar los precios de sus producto con el fin de afectar su gobierno, por ello, en transmisión de televisión dijo a los venezolanos, “vayan, que no quede nada en los anaqueles”. Estas declaraciones terminaron en una ola de saqueos en el país, donde las personas en masas entraron a tiendas de electrodomésticos, ropa y cualquier otra a llevarse los productos.
La principal afectada fue la cadena Daka, razón por la cual a este episodio se le denominó “El Dakazo”. Tras estos hechos, el presidente obligó a todas las tiendas a vender a 50% menos de sus precios en todo el país.
7. El gobierno reparte la comida en cajas
Ante la escasez de alimento y el alto costo de los que se consiguen, el gobierno adoptó una medida que denominó “caja Clap”.
Es una caja que debería llegar mensualmente a los hogares venezolanos con productos básicos — harina, arroz, azúcar, leche — como vía para contrarrestar la falta de comida.
8. Control social “Carnet de la Patria”
El Carnet de la Patria es similar a un DNI, que no es el documento de identidad tradicional del venezolano, sino no especie del carnet del partido socialista que el gobierno literalmente obliga a sacar para que los ciudadanos puedan adquirir medicamentos, comida, beneficios sociales, gasolina, préstamos o atención en alguna entidad pública.
Si una persona de la tercera edad no posee Carnet de la Patria, no puede optar por su pensión ni medicamentos.
9. El transporte público está en peligro de extinción
El transporte público ya es casi un medio en vías de extinción. La escasez de repuestos mantiene parada la mayoría de las unidades y crea una crisis de movilidad en el país.
Como consecuencia, los venezolanos han optado por utilizar un “transporte público” improvisado y movilizarse a sus sitios de destino como verás en la siguientes fotos.
10. Risas en medio del caos
Después de todo lo leído, te preguntarás: ¿cómo hacen para vivir? La respuesta es que Venezuela es un pueblo de gente alegre que, en medio del caos, prefiere reírse de sus males. La crisis no solo despierta la negatividad, sino la creatividad, el talento y sobre todo, la alegría que hay dentro de quien nace en estas tierras.
Pese al desorden que los rodea, los chistes, los memes y el humor negro se convirtieron en un escudo que impide que todo se venga abajo. Dentro o fuera del país, los venezolanos aprendieron a ver el lado positivo y a hallar risas en medio del caos.
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