El cerebro es el objeto más complicado del universo. Se compone de 100 mil millones de neuronas y la cantidad de conexiones entre ellas es más que el número de estrellas. Este órgano siente todo lo que hacemos. Su trabajo equilibrado constituye la base de la vida, una completa felicidad, salud, bienestar y sabiduría. Pero, por desgracia, cada día perdemos cerca de 85 mil neuronas. Y solamente nuestro comportamiento puede cambiar esto.
Decidimos prestar atención a uno de los principales neurocientíficos contemporáneos, Daniel G. Amen, y contarte lo que aconseja.
Daniel G. Amen se interesó en los secretos del cerebro después de que un día decidió estudiar su propia tomografía. A los 37 años, observó su radiografía y le pareció que era desigual y horrible. Él no tomaba alcohol, no consumía narcóticos; sin embargo, tenía algunos malos hábitos: dormía de 4 a 5 horas para conseguir hacer más cosas, tomaba bebidas dietéticas, se quejaba de un exceso de peso y estrés crónico.
“Experimenté una ’envidia’ hacia el cerebro y quería mejorarlo”, indicó el neurocientífico. Precisamente Amen Entonces, comenzó a trabajar en sí mismo, rechazando los malos hábitos e introduciendo los útiles.
Amen ha fundado decenas de clínicas por todo el mundo que se dedican al estudio del cerebro. En más de 20 años, el científico ha realizado 70 mil tomografías de personas de 90 países del mundo y demostró que cada uno de nosotros puede retrasar, e incluso revertir, el envejecimiento del organismo. Y la mejor prueba de su trabajo fue la mejora de su propia tomografía.
Imágenes del cerebro de Daniel G. Amen.
Nuestros hábitos cotidianos pueden causar daño o ayudarnos. Lo más peligroso para el cerebro son los traumas (por ejemplo, no hay nada peor que golpear una pelota con la cabeza), drogas, alcohol, obesidad (al aumentar de peso, el tamaño y la actividad del cerebro disminuye), fumar, alta presión arterial, diabetes, toxinas, falta de ejercicio, dependencia a los videojuegos, exceso de cafeína, falta de sueño, estrés, efecto de las toxinas del medio ambiente, estar sentando por mucho tiempo frente al televisor y los pensamientos negativos.
La característica más increíble de un cerebro es su flexibilidad. Por eso, cada uno de nosotros puede mejorar el estado de su salud. Para eso, Daniel G. Amen aconseja hacer lo siguiente:
- Crear vínculos sociales positivos (nosotros copiamos los hábitos de las personas que nos rodean)
- Aprender algo nuevo constantemente
- Consumir multivitaminas y suplementos con grasa de pescado
- Aprender a tocar algún instrumento musical
- Realizar actividad física
- Bailar
- Dormir mínimo 7 horas diarias
- Tener pensamientos positivos
- Expresar agradecimiento al destino (el neurocientífico menciona que el agradecimiento es el mejor antidepresivo y asegura que si todos los días escribes tres cosas por las cuales estás agradecido, después de 3 semanas, tu nivel de felicidad aumentará considerablemente).
- Meditar
Cerebro de un paciente que siguió los consejos de Amen.
Una mente clara comienza con un cerebro saludable. Para cumplir tus sueños es necesario que el cerebro funcione correctamente y con la mayor eficacia posible. Esto solamente se puede alcanzar prestando una especial atención a tu salud. Se deben rechazar para siempre los malos hábitos para el cerebro y practicar aquellos que sean beneficiosos. “En el momento en que aprendas a querer a tu cerebro y te deshagas de los malos hábitos, podrás usar esté órgano a plena capacidad”, sostiene el mundialmente conocido neurocientífico.
El neurólogo con su esposa, quien lo ha apoyado en todo momento.
Por supuesto, todos sabemos sobre estos beneficiosos hábitos. La magia precisamente radica en las cosas básicas, como una buena alimentación, un buen sueño y una mirada positiva al mundo. Sobre este cimiento puedes construir todo. Pero siendo honestos, ¿logras respetar cada uno de ellos?