Resulta difícil encontrar a una persona que sea verdaderamente indiferente al desorden. Nos gusta cuando nuestra casa está limpia, es acogedora y cada cosa es fácil de localizar. El problema es que, por norma, tal ambiente idílico solo es posible después de una buena limpieza general. En la mayoría de las ocasiones, te entran ganas de tirar la toalla al sentir que has caído en un verdadero bucle plagado de desorden. Pero, por suerte, existen pequeños secretos gracias a los cuales las cosas siempre estarán en su lugar. ¡Puedes conseguirlo!
Apreciamos la comodidad y un hogar limpio, por lo que siempre buscamos soluciones que te puedan hacer la vida aún más confortable y sencilla. Seguramente, estos 13 consejos responderán a tus preguntas sobre cómo alcanzar el orden perfecto en casa.
1. Devuelve todas las cosas a su sitio
Define un lugar específico en casa para cada objeto. Esto te ahorrará búsquedas interminables y la pérdida de un tiempo precioso, y también te ayudará a mantener el orden con facilidad. Al fin y al cabo, que todo esté organizado depende más, ciertamente, de qué tan lleno esté el espacio del departamento a base de cosas dispersas por las diferentes esquinas.
2. Cubre la superficie superior de los armarios de la cocina con papel film
La grasa se acumula constantemente en todas las superficies de la cocina, y armarios, estanterías y azulejos se ven particularmente afectados por este problema. Si cubres la superficie superior de los estantes y muebles con papel film, durante la limpieza, bastará con pasar por arriba un paño húmedo, y así evitarás la acumulación de grasa y suciedad en la superficie misma de las cosas. Solo cambia el papel film de vez en cuando.
3. Lleva contigo todo lo que necesites para limpiar
Una pequeña caja de plástico será una buena aliada durante la limpieza. Esta te librará de ir y venir de una habitación a otra para agarrar lo que necesitas. Coloca todo en esta y llévala contigo a todas las partes de la casa.
4. Restablece el orden durante las pequeñas pausas
Muchas labores domésticas pueden realizarse durante breves pausas que surgen entre asunto y asunto de tu día a día en el hogar. Por ejemplo, si fuiste a la cocina a hervir agua, durante esos 3-5 minutos de espera puedes fregar varios platos o limpiar el piso de alguna habitación.
5. Utiliza un spray antiestático contra el polvo
Si rocías spray antiestático en las pantallas y superficies posteriores de los electrodomésticos, televisores y computadoras, y luego los limpias con papel de cocina, el polvo se acumulará 2 veces menos en ellos.
6. Después de aplicar detergente sobre una superficie, espera 15 minutos
Esta norma aplica a la hora de limpiar superficies como baldosas, cerámicas, e incluso objetos de plástico. No vale la pena emplear un producto de limpieza y comenzar a limpiar de inmediato, por ejemplo, el inodoro o los azulejos en el baño. Es mejor que esperes entre 10 y 15 minutos y, solo después, procedas a su limpieza: de este modo, gastarás mucho menos tiempo y energía. Y, mientras tanto, puedes dedicarte a otros menesteres.
7. Distribuye todas las tareas principales por día de la semana
Todas las tareas domésticas laboriosas se pueden distribuir por día de la semana. Por ejemplo: lunes, lavar la ropa. Martes, limpiar los baños. Miércoles, hacer las compras. Jueves, fregar los suelos. Viernes, quitar el polvo y pasar la aspiradora. Esto te ayudará a evitar que todo se acumule, y estarás libre el fin de semana para descansar y divertirte.
8. Encuentra tu propio “punto de desorden”
El “punto de desorden” determina la cantidad de cosas que una persona o una familia es capaz de mantener en orden. Este límite difiere para cada individuo. Por ejemplo, puedes mantener bajo control solo una pequeña cantidad de cosas, pero, en cuanto superes este número un poco, el desorden inundará la casa. Si tienes un “punto de desorden” bajo, primero, reduce la cantidad de cosas en casa, y solo después define un lugar para cada una de ellas.
9. Deshazte de al menos 20-30 cosas por mes
Cada mes, la familia acumula una gran cantidad de cosas innecesarias repartidas por toda la casa. Desde envases a folletos, periódicos y revistas, pequeños recuerdos y otros. Por eso, vale la pena, al menos una vez al mes, tomar una caja y pasar con ella por todo el hogar, metiendo adentro un mínimo de 20-30 artículos que no utilices y de los que ya no te da pena deshacerte.
10. Asigna a cada miembro de la familia su propio contenedor para cosas
Dale a cada miembro de la familia un recipiente cómodo en donde pueda introducir aquellas cosas que utiliza con regularidad, como pueden ser las llaves, teléfonos, tarjetas y similares. Esto les facilitará preservar el orden y no perder tiempo buscando objetos extraviados por la casa.
11. Deshazte de los “trastos” por separado y en función de su categoría
De vez en cuando es necesario revisar las prendas y objetos personales. Solo que, en este caso, es mejor hacerlo dividiéndolo por categoría, definiendo un día para cada una de ellas: de esta manera, no te llevará mucho tiempo y, además, aumentará la probabilidad de que no lo dejes a medio hacer.
Es mejor comenzar con tu propia ropa. Divídela en pequeños subgrupos: ropa interior, pantalones, vestidos, abrigos y así sucesivamente. Si no dispones de mucho tiempo libre, puedes dedicar media hora al día a cada subgrupo. Asegúrate de concluir cada tarea y así tu casa te alegrará al verla con mucho más espacio libre y solo con aquellas cosas realmente necesarias.
12. Utiliza una “caja de reubicación”
Para dedicar menos tiempo y esfuerzo a llevar las cosas de otras habitaciones a su sitio indicado, utiliza una caja o un contenedor para recoger todo. Cuando termines de ordenar, toma el recipiente y coloca los objetos en sus ubicaciones exactas.
13. Deshazte de las islas “naturales” de almacenamiento
A veces, algunas cosas “adquieren” su ubicación de una forma bastante espontánea. Por ejemplo, pueden ser medicinas que necesitabas en un momento concreto, libros que estabas leyendo o bien manualidades de los más pequeños que hicieron durante las últimas semanas. Para que estas islas “naturales” de almacenamiento no violen nuestro orden, resulta importante erradicarlas y determinar para cada cosa su ubicación exacta en el hogar. Para los medicamentos puedes conseguir una pequeña caja, los libros pueden colocarse en un estante, mientras que, con los dibujos, puedes crear una exposición en la pared, o bien, introducirlos en un plástico del tamaño adecuado y guardarlos en un armario.
¿Cuáles de estos consejos pondrás en marcha en tu hogar?