A veces somos demasiado críticos de nosotros mismos. Incluso las bellas mujeres reconocidas mundialmente no se sienten seguras sobre su apariencia, y los renombrados y talentosos científicos frecuentemente se consideran a sí mismos unos tontos. Y esta es otra prueba más de que la apariencia o las habilidades intelectuales a menudo no tienen mucho que ver con el bienestar. La insatisfacción con uno mismo es un signo de inseguridad que a su vez es causada por los complejos personales.
Recopilamos algunas técnicas psicológicas que definitivamente te ayudarán a convertirte en una persona segura.
1. Adopta una postura segura
Estar encorvado es un signo de inseguridad, así que ahora mismo, endereza la espalda, levántate o siéntate derecho. Presta atención a tu discurso adoptando una postura de confianza. Deja de tartamudear. Una voz profunda y tranquila no solo convencerá a tu interlocutor, sino también te llenará de confianza a ti. Y no olvides que las personas seguras nunca caminan colocando las puntas de sus pies hacia adentro. El cerebro reacciona claramente a las expresiones faciales y la postura por lo que se recomienda adoptar una nueva posición de forma gradual, estableciéndola como la principal. De este modo, poco a poco te sentirás más cómodo y expresarás confianza en ti mismo.
2. Elimina de tu discurso las palabras que indican vacilación
“Puedo…”, “parece”, “parece ser”, “probablemente”, “si no te molesta”, “no podrías”, estas frases no son simplemente una palabrería vana, sino que te exponen como una persona insegura. Olvídalas, y poco a poco también eliminarás de tu cabeza la duda. Si tienes un impulso de pronunciar alguna frase “dudosa”, mejor detén el discurso y haz una pausa. El interlocutor percibirá la conmoción y los silencios en la conversación como signos de sinceridad.
3. Regresa a la infancia
“Cuanto más luches para deshacerte de los complejos, más te acecharán”, dicen los psicólogos. La táctica más correcta sería tratar de averiguar de dónde provienen esos complejos. ¿Tal vez alguien en tu infancia dijo descuidadamente que tienes ojos pequeños o grandes orejas? Bueno, realmente sería inútil seguir creyendo en eso en la actualidad.
4. Encuentra tus puntos fuertes
¿Consideras que tus dientes son feos? Busca las particularidades hermosas que tienes. Para reconstruir tu autoestima, encuentra en el reflejo del espejo tu mirada expresiva, una piel uniforme y una sonrisa agradable. Y verás que tu cara es armoniosa en su totalidad, y las orejas no tienen nada que ver con eso.
5. Di fácilmente adiós a quienes socavan tu confianza
¿Tu amiga una vez más en la conversación mencionó algún defecto tuyo? Esta es una razón seria para reflexionar sobre tu autoestima. Los estudios psicológicos demuestran que las personas inseguras son la causa de la mala actitud de los demás hacia ellas, aunque no sean conscientes de ello.
Evalúa tus relaciones con otras personas. Aquellas personas que siempre buscan verse bien en comparación con otros tienen complicados problemas psicológicos. Y ciertamente no necesitas la compañía de tales personajes.
6. Habla de tus virtudes
Intenta recordar los hitos principales de tu vida y tus logros en cada una de las etapas. Reconoce tus propios méritos para lograr incluso un pequeño éxito. Ten un diario para asentar en él todas estas victorias.
En nuestra sociedad no tenemos la costumbre de hablar a otras personas sobre nuestros triunfos, ya que tememos que este comportamiento se tome por una fanfarronería. Sin embargo, declarar tus éxitos sin modestias te hace entender, en primer lugar a ti mismo, que vales algo.
7. No trates de parecer mejor de lo que eres
Cuando vamos a una primera cita o intentamos impresionar a un posible empleador, nos esforzamos por mostrarle al interlocutor solo las cualidades positivas ocultando nuestras deficiencias. Claramente, esta es una táctica destinada al fracaso porque, incluso si eres contratado, no podrás ocultar por mucho tiempo tus defectos y todos tus “demonios” tarde o temprano tendrán que salir a la luz. Y los intentos estresantes de parecer el mejor de todos alejarán a las personas de ti, porque solo interpretarás un papel y la gente percibirá tal falsedad.
8. Mantén tu opinión
¿Eres capaz de sostener una posición firme sobre algún tema? Si no, entonces tendrás que desarrollar este aspecto. Esto no significa ponerte terco y negarte a escuchar a los demás, pero sí tener como prioridad tu propia opinión. Una posición ponderada y firme que no oscila con las palabras de otra gente al azar te hará más fuerte. Este núcleo te ayudará a superar la inseguridad y la duda y evitará que te conviertas en una víctima de manipulaciones.
9. Trata de recordar las ofensas que te han hecho
Siempre queremos dejar atrás las ofensas que nos han ocasionado algunas personas. Sin embargo, dejando lo negativo está en las profundidades del alma, no nos deshacemos de ello. Con el tiempo, esta carga se vuelve más pesada, envenenando nuestra existencia. Siéntate y concéntrate en recordar todas las ofensas y escríbelas en un cuaderno. Una vez finalizado este trabajo, comienza a “soltar” los insultos uno por uno. Gradualmente, desarrollarás el hábito de darte cuenta de lo negativo y trabajar en ello.
10. Admite tus errores
El principio es el mismo que en el párrafo anterior: cerrar los ojos ante tus propios errores significa negar la experiencia que la vida te ha dado. El consejo es hacer un análisis escrito de las situaciones con sus desenlaces y, por ende, las conclusiones que tú hiciste en cada caso. ¿Cómo te ayudó esta o aquella historia que llamas error? ¿Qué lección te enseñó y cómo te puede ser útil hoy en día?
11. Olvida los estereotipos femeninos o masculinos
¿Cuántas veces has escuchado que una chica debería ser modesta y frágil? ¿Tan a menudo que terminaste creyendo en eso? De modo que una personalidad brillante se vuelve apagada y dócil, solo para ajustarse a los estereotipos que hace tiempo que ya se han vuelto obsoletos. ¿Y cuántos hombres sufren por el hecho de que no les es “permitido” mostrar ternura y debilidad con la frase “los hombres no lloran”? Es hora de dejar estos residuos donde pertenecen: en el pasado.
12. Describe los roles que adoptas
Todos llevamos máscaras. Esto es normal. Pero, a veces, algunas personas exageran tanto en fingir que terminan perdiéndose. Cada vez que niegas un aspecto de ti mismo para cumplir con las expectativas de alguien, pierdes puntos importantes de tu autoestima. Intenta recordar y clasificar tus roles: ¿cuándo, con quién y en qué situación te comportas de una manera u otra? ¿Qué beneficios tiene este comportamiento? ¿Cómo dejar de ir en contra de tu propia naturaleza, manteniendo buenas relaciones con los demás?
13. Ocúpate de tu salud
¿No estás seguro de cómo puedes amarte a ti mismo? Ocúpate de tu salud. Comienza por ir al médico e inscríbete en el gimnasio. Junto con un cambio en tu estilo de vida, obtendrás una apariencia saludable y el hábito de prestarte atención se convertirá en la base de una autoestima saludable.
14. Conviértete en el centro de atención
Las personas inseguras tienen miedo de llamar la atención. Pero la única manera de lidiar con tus miedos es enfrentarlos. ¿Sientes temblor en las rodillas ante la idea de hablar en público? Prepara un informe y encuentra la oportunidad de convertirte en un narrador.
Si tu trabajo no implica participación en conferencias o, al menos, reuniones, pruébate como modelo. Posa para los artistas o regístrate para una sesión fotográfica. Atrayendo las miradas de otros, te acostumbras a relacionarte con calma con la opinión de otra persona sobre ti.
15. Usa una “pulsera de la felicidad”
Trata de recordar los momentos en que las cosas iban bien y estabas de ánimo. Por ejemplo, ha ocurrido un evento feliz o se ha logrado alguna meta: usa una pieza de joyería que se asociará con este éxito. Ahora, cada vez, en los momentos de confusión e incertidumbre, solo mira tu “accesorio feliz” y tus dudas desaparecerán.
16. No cambies de opinión
“No saber qué ropa ponerse” es el problema de elección con el cual se atormentan cada mañana millones de mujeres en todo el mundo. Los psicólogos aconsejan detenerse en la primera elección que se te ha ocurrido. E incluso si más tarde te das cuenta de que ese vestido azul no es el más adecuado para ti, igualmente póntelo.
Aprende a respetar tu elección incluso en cosas pequeñas. No le pidas consejo al camarero en el restaurante. Por la mañana, elige el camino para ir al trabajo y no te desvíes de él. Aprende a escucharte a ti mismo y un día notarás que tomar decisiones serias se ha vuelto mucho más fácil.
17. Deshazte de la culpa
La culpa es una poderosa herramienta de manipulación. Es la herramienta que otras personas usan para controlarte. Y toda esa historia tiene raíces en la infancia. A veces, los padres ansiosos estresan a sus hijos provocándoles sentimientos de culpa más intensos, fingiendo “ataques cardíacos” cada vez que el niño hace algo “mal”, es decir, no actúa de la manera que ellos quieren. Después de haber absorbido estos patrones de comportamiento, muchos cargan con el sentimiento de culpa a lo largo de sus vidas, convirtiéndose en una víctima de la manipulación de los demás.
Habiendo perdonado los agravios causados por otras personas, no olvides también perdonarte a ti mismo. Recuerda que el resentimiento es siempre una elección, aunque no seas consciente de eso. Sentir resentimiento y culpar al otro por tus problemas es un ejemplo de una actitud destructiva. No dejes entrar en tu vida ese oscuro sentimiento de culpa que las personas interesadas te quieren imponer.
18. Determina qué te impide alcanzar tu objetivo
Toma una hoja de papel y escribe tu meta. Luego, anota las pautas que te impiden lograrla. Después de eso, escribe las frases opuestas a las pautas negativas, por ejemplo: “Soy fuerte”, “Soy hermosa”, “Soy rica”, “Tengo éxito”, etc. Luego pídele a una persona cercana que te susurre estas frases al oído tocándote el hombro.
También puedes decirlo tú mismo mientras te mueves de un pie a otro. De este modo “programas” tu cuerpo a recordar una nueva pauta positiva.
19. Encuentra tu defecto en alguna persona célebre
¿Tienes dientes torcidos o piernas cortas? Echa un vistazo más de cerca a la actriz o al actor con la misma característica. Por ejemplo, en una entrevista con Gerard Butler, él habla sobre su oreja de soplillo y que los maquilladores a veces tenían que pegarla al cráneo para que no sobresaliera tanto. Mila Kunis tiene ojos de diferentes colores y su esposo Ashton Kutcher tiene fusionados entre sí los dedos de su pie. A pesar de las posibilidades casi ilimitadas de la cosmetología y la cirugía plástica, no todas las estrellas tienen prisa por corregir su apariencia. Las celebridades del mundo consideran su defecto físico una particularidad encantadora, así que, ¿por qué no seguir sus ejemplos?
20. Localiza dónde se halla la inseguridad
Trata de describir tu sentimiento de inseguridad lo más concretamente posible y encuéntralo en tu cuerpo. Cierra los ojos y concéntrate. ¿A qué se parece ese sentimiento, cómo se ve, en qué órgano reside? Respondiendo a estas preguntas, muchas personas hacen analogías con un agujero negro o un pantano sucio, pero tu asociación debe ser subjetiva e individual.
Luego, maximiza esta sensación y llévala al punto extremo. Continúa hasta que la inseguridad “estalle” como una burbuja de jabón, liberándote.
Quizás el consejo más importante, aunque banal, es no preocuparse por las opiniones de los demás. Olvídate de los estereotipos impuestos por los medios y la industria cinematográfica. Y cada vez que tengas un fuerte deseo de cambiar algo en ti, recuerda que la insatisfacción con tu apariencia puede ser un síntoma de problemas psicológicos más profundos. La armonía contigo mismo es mucho más importante que la adecuación a los estereotipos impuestos, ¿estás de acuerdo?