Los habitantes de Alemania tienen una mentalidad diferente y comprensible únicamente por los mismos alemanes. No importa cuántos artículos sobre esta nación leíste, estas personas siempre encontrarán algo para sorprenderte. Por ejemplo, su amor por el vinagre, el aroma eterno del suavizante y la falta de ambición.
Viví 6 meses en la Selva Negra, una región en el suroeste de Alemania. Durante este tiempo puedo destacar algunas particularidades inherentes a los alemanes comunes y sacar varias conclusiones curiosas sobre ellos.
1. La gente de Alemania sonríe y presenta muchas denuncias
La sonrisa nunca abandona los rostros de los alemanes, además, son muy abiertos. Pero esto no significa nada. Un vecino que ha vivido contigo de lado a lado durante varios años puede conversar de manera amistosa en la puerta de tu casa, y en un minuto presentar la denuncia a la policía porque tu auto está estacionado un par de centímetros fuera de la marca. Al mismo tiempo, te recomendará visitar un psicólogo si su denuncia te ha generado problemas emocionales. “Vivo según la letra de la ley, y todos los que están a mi alrededor están obligados a hacer lo mismo”, esta es la lógica que guía a los alemanes.
2. Todo el mundo huele a suavizante
En todas partes: en el supermercado, en la calle, en las instituciones públicas: se percibe el olor persistente de suavizante, como si después de lavar la ropa no la hubieran enjuagado. Pero no molesta a nadie. La ropa está limpia, huele bien, ¡parece que hallaron el secreto de la felicidad perfecta!
3. Los alemanes consumen mucho vinagre
Esto se puede ver en la caja de cualquier supermercado, se siente en las ensaladas preparadas y en los platos de los restaurantes. Todas los adobos incluyen la adición obligatoria de alguna variedad de vinagre. Además, en cantidades significativas.
4. La burocracia en todas partes
Está claro que en la mayoría de los casos la agilidad en los trámites depende de algún funcionario en particular. Pero “en promedio” la emisión de casi cualquier documento se retrasa más allá del período reglamentario. La máquina burocrática alemana es muy lenta debido a la mesura exagerada de sus “conductores”. Y la capacidad universal de escribir textos sin mirar el teclado con los diez dedos (es un requisito obligatorio para trabajar en cualquier oficina) no acelera nada el proceso.
5. Mucha gente se va a la cama a las 20:00
Al anochecer, las calles de la mayoría de las ciudades pequeñas y pueblos de Alemania se vuelven desiertas. A esta hora apenas vas a encontrar a alguien en la plaza central. La mayoría de los alemanes ya están en sus casas, ya que por la mañana tienen que levantarse muy temprano para ir al trabajo. Sin embargo, hay aquellos que pasan las tardes en pubs. Pero en las calles no hay nada de gente. (Por supuesto, esta observación se aplica solo a las ciudades pequeñas, y no a las megápolis como Berlín, Munich y Hamburgo, donde la vida nocturna comienza al atardecer).
6. Los ciudadanos alemanes son muy conservadores
Una paradoja: Alemania es conocida en todo el mundo, en primer lugar, por su actitud leal y tolerante hacia las minorías de todos los colores del arco iris, y en segundo lugar, como un estado muy hospitalario donde todos son iguales: turcos, prusianos, sirios, suabos. Sin embargo, los alemanes nativos tienen una opinión muy conservadora sobre este tema. Pero, siendo personas respetuosas de la ley, evitan expresar su opinión para no “violar los derechos”, “causar daño moral” o “insultar”. Cientos de abogados en Alemania consolidaron sus negocios a costa de enfrentamientos entre políticos y ciudadanos comunes.
Al mismo tiempo, tomando una cerveza en compañía de sus amigos los alemanes pueden permitirse soltar unas cuantas bromas pesadas en referencia a las minorías de todo tipo.
7. Los temas polémicos son impopulares
Si no perteneces al círculo de personas de confianza, prepárate para el hecho de que tu interlocutor alemán no querrá mantener una conversación sobre los eventos desagradables en la historia de Alemania y sus habitantes, cambiará de tema o se quedará callado. No se confía en extraños cuando se trata de temas algo delicados. Lo mismo se aplica a sus opiniones sobre los migrantes: su comportamiento, delitos, gastos presupuestarios.
8. La población alemana está envejeciendo
La edad promedio de los alemanes nativos está aumentando progresivamente. Actualmente, casi un tercio de la población de Alemania son jubilados de 60 años o más. Además, según las previsiones de los demógrafos, la población no va a rejuvenecer. Las estadísticas se confirman por un gran número de jubilados de diferentes edades en las calles, tiendas y cafeterías. Por supuesto, esto no se aplica a las grandes ciudades y centros universitarios poblados por los jóvenes que vienen de todo el país.
Las razones de esta tendencia, por muy paradójicas que parezcan, son la medicina de alta calidad, la atención profesional que reciben los ancianos y, por supuesto, el descenso de la natalidad. Las mujeres alemanas intentan convertirse en madres lo más tarde posible, a veces por motivos profesionales, o simplemente por la renuncia a intercambiar libertad personal por pañales.
9. Los alemanes son muy resistentes al frío
Es una de las razones de baja morbilidad. Primero, por supuesto, ahorran en calefacción, por lo que en el interior de sus casas, para decirlo suavemente, hace fresquito. En segundo lugar, es un hábito criado por generaciones, desde el nacimiento. A menudo, los alumnos de primer grado corren al colegio sin ponerse el gorro ni la bufanda, con la chaqueta desabrochada a temperatura ambiental −3 ºC, y la abuela abre todas las ventanas de la casa para ventilar las habitaciones. Por lo tanto, en febrero, las parkas y los pantalones cortos coexisten en la calle sin ningún tipo de problema.
10. En Alemania cada tipo de estrés tiene su propio nombre
El estrés es una mina de oro para psicólogos, neurólogos y otros “ólogos” de Alemania, ya que el valor principal de la vida de la sociedad alemana es la tranquilidad. Los alemanes son muy cuidadosos con su estado moral. Digamos, incluso obsesivos. Por ejemplo:
- Umzugstress — el estrés provocado por la mudanza. Es cuando tienes que recoger tus pertenencias, colocarlas en bolsas y cajas, te preocupas por no olvidar nada y mantener las cosas en buen estado, alquilas un camión, te mudas, gastas tu dinero que tanto te ha costado ganar y luego te sientas en tu nueva vivienda en medio de un montón de cosas. Parece que es una mudanza normal y corriente, pero no lo es. ¡Es un Umzugstress!
- Otra excentricidad de este tipo es el estrés de fin de semana. Es que durante el fin de semana no tienen tiempo para tomar un respiro de la rutina diaria, por lo tanto el cuerpo no descansa, lo que afecta la productividad laboral.
Te parece divertido, pero la gente desembolsa un montón de dinero para pagar la terapia psicológica.
11. Los alemanes asan la carne hasta que se pone como “suela de zapato”
Por supuesto, en los restaurantes puedes pedir la carne de cualquier grado de cocción, desde muy hecha a cruda, pero si la carne está preparada por un alemán nativo en su casa, no esperes que sea jugosa.
12. Los alemanes no son ambiciosos
Los alemanes son felices realizando un trabajo monótono en la cinta transportadora durante 25 años. La educación alemana no promueve las ambiciones, así es como funciona todo el sistema educativo en Alemania empezando con las guarderías. Especialmente si tus padres son representantes de la clase obrera o son empleados que viven en el modo “trabajo-casa-viernes-fin de semana”, acompañando generosamente los debates televisivos con cerveza local sin levantarse de su sofá favorito.
Un técnico que ha estado atornillando la misma tuerca toda su vida en una fábrica de radio en el interior de la Selva Negra es feliz a su manera. En Alemania hay muy pocos altos directivos, empresarios, personas con ambiciones en el arte, la política y la ciencia. Desde la infancia, la mayoría de la población ha sido motivada (especialmente gracias a los maestros de la escuela) a desempeñar un trabajo sin pretensiones. No es fácil tener ambiciones en el país que te ofrece beneficios sociales de todo tipo. ¿Para qué necesitas las ambiciones? Te darán de todo conforme a la ley.
13. “Alemanes” es un término colectivo
Son bávaros, hessianos, suabos, prusianos y otros. Y se distinguen muy claramente entre sí, igual que un mexicano se distingue de un colombiano. Y dado que la auto-ironía es una de las cualidades más importantes de los alemanes, a menudo gastan bromas entre sí, publicando postales sobre el tema de la diferencia de dialectos y hábitos.
¿Conoces otras peculiaridades de la mentalidad alemana?