La soledad, en algún momento de la vida, nos afecta a todos: para algunos, es un viaje banal al cine, para otros: la imposibilidad de hablar de corazón a corazón. Cuando nos enfrentamos a la soledad, no sabemos qué hacer. Y el resultado es autoaislamiento, sobrealimentación, insomnio y la convicción de que la soledad es nuestro destino.
Nuestro cuerpo sufre las peripecias de la vida junto con nosotros, pero las trata de manera diferente de lo que sentimos. Nos ocupamos de esta cuestión y examinamos las dos caras del asunto.
Te persigue la sensación de hambre
Una gran cantidad de personas en el planeta reaccionan ante los problemas, ansiedades o estrés con una deliciosa dona, chocolate o pizza. A veces, su apetito no tiene límites, mejoran por un tiempo, pero luego sienten la sensación de hambre emocional aún más feroz. En el nivel subconsciente, estamos intentando “dorar la píldora”, comemos la siguiente porción de comida, y nos parece que las cosas van mejorando. En este momento, nuestro cuerpo produce activamente la hormona del hambre: la grelina. Los científicos llevaron a cabo un estudio para encontrar la relación entre la hormona del hambre y la soledad, y descubrieron que en las personas que se consideran solitarias, la intensidad de producción de grelina en la sangre es más alta.
Dedicas demasiado tiempo a comprar en tiendas en línea
Existen varios indicios indirectos de que una persona se siente sola. Un estudio demostró que las personas que sufren las consecuencias emocionales de la soledad, con más frecuencia quieren comprar algo. Están muy enfocadas en las cosas materiales para llenar el vacío espiritual. Por cierto, es posible que tu amigo no sea adicto a las compras, como pensaste, sino que se siente solo.
No sueñas y no sabes compartir la alegría de los demás
El período de soledad prolongada puede ir acompañado de depresión, cuando nada complace a la persona. Es necesario salir de este estado lo más rápido posible. Las personas que han experimentado esto recomiendan aprender a compartir la felicidad de otras personas, entonces también te volverás más feliz. Piensa en las personas que están ahora donde te gustaría estar: en la playa, en las montañas o en una fiesta, imagina que estás con ellas. O alégrate por cualquier descubrimiento científico o la victoria de tu equipo de futbol favorito. Estos pensamientos te harán sentir contento, y levantarán tu estado de ánimo.
Estás convencido de que la soledad es tu destino
Cuando acabas de separarte de tu pareja, te parece que estás solo en todo el mundo y nunca volverás a salir con nadie. Comienzas a ahondar en este problema. Sin embargo, no tienes por qué hacerlo. Hoy estás solo, pero mañana todo puede cambiar. Tienes que saber esto y recuerda la frase: “Ningún sentimiento es definitivo”.
Sientes tensión emocional constante
Una persona que se quedó atrapada en su soledad tiene una habilidad curiosa: se vuelve más atenta. Todos los temores de que te vuelvas distraído y mucho menos atento han fracasado científicamente. Cuando una persona está acostumbrada a estar sola, está más concentrada y atenta, ya que está acostumbrada a confiar solo en sí misma. Es decir, la soledad reajusta el cerebro al estado de hipervigilancia.
No puedes conciliar el sueño, sufres de insomnio
Los solteros tienen una ventaja significativa: no necesitan recuperar constantemente la manta y compartir el espacio en la cama. Pero hay otro problema. Su sueño es más inquieto, tienen más dificultad para conciliar el sueño y con frecuencia sufren de insomnio. Estas consecuencias pueden ser causadas por el sentimiento de inseguridad. Cuando tenemos miedo, nuestro cuerpo produce activamente la hormona cortisol, el nivel de esta hormona en el organismo de los solteros suele mantenerse demasiado elevado.
Todo el tiempo libre te dedicas a ver series televisivas
Otro de los indicios indirectos de la soledad es el deseo excesivo de ver series de televisión, una de las variedades de alejamiento de la vida real. Pasando mucho tiempo viendo las series, una persona se sumerge en otro mundo, quizás soñado, en el que vive una vida plena e interesante. Los personajes del cine superan fácilmente todos los obstáculos, es lo que tanto te falta. Por lo tanto, necesitas concentrarte en el mundo real, en tu vida.
No tienes ganas de dedicar tu tiempo a ti mismo
Las personas que solo pertenecen a sí mismos, a menudo no saben cómo administrar su tiempo. Por eso comienzan a sufrir y desanimarse. Sin embargo, hay que actuar justo al revés. Es decir, intentar aprovechar al máximo tu día. En primer lugar, para evitar los pensamientos negativos. Y, por supuesto, comienza a disfrutar del tiempo que puedes dedicar solo a ti mismo.
Te sientes innecesario
Te has dado por vencido, perdiste tu motivación por vivir, la soledad te ató con cadenas de hierro, te sientes innecesario. En tal situación, debes superarte y llamar a un viejo amigo. Te conoce como nadie más. La conversación con un ser querido te ayudará a desahogarte, seguramente te sentirás mejor y ya no estarás tan solo.
Llevas tiempo sin emprender nada nuevo
A veces nos cuesta dar el primer paso hacia el cambio. Pero cuanto más tiempo te niegues a darlo, más aislado te vas a quedar. Salir de la zona de confort no es fácil, pero sí muy interesante. Al tratar de hacer cosas nuevas, podrás mirarte a ti mismo de otra manera, lo que indudablemente te beneficiará. Si sientes que aún no estás listo para un cambio, o por el momento estás contento con tu vida, es mejor que te quedes solo por un tiempo. Quizás perteneces a la categoría de personas que se sienten cómodas viviendo una vida solitaria.