Japón es una de las principales potencias económicas del mundo, pero también es uno de los países más caros del mundo para vivir, es por esto que los japoneses tienen la obligación de controlar su dinero y gastarlo con cabeza, así es cómo lo utilizan para poder ahorrar todos los meses:
Método 1: agua caliente solo para la ducha y el baño
Ellos cuidan mucho su higiene, se duchan todos los días, pero nunca más de 15 minutos. El agua para fregar y para lavar la ropa es fría, a veces lavan a mano, pero no utilizan el agua caliente para estas tareas.
Los inodoros-lavamanos están muy extendidos en Japón: permiten reutilizar el agua después de lavarse las manos para descargar el inodoro.
Método 2: Compras conjuntas
¿Qué significan las compras conjuntas? algunas veces los vecinos, amigos y familiares compran juntos en mercados mayoristas.
Además, muchas tiendas ofrecen descuentos especiales, que comienzan a regir aproximadamente 30 minutos antes del cierre.
Método 3: Aireadores Ecocap
El dispositivo Ecocap se inventó en Japón para reducir los costes del agua y del gas. El principio de su trabajo consiste en llenar el agua con aire. La intensidad del chorro no disminuye en absoluto, pero el consumo de agua se reduce al 50 %.
Método 4: Comer fuera de casa nunca más de 2 veces por semana
Ellos no pueden permitirse comer o cenar fuera de casa muy a menudo, algunas familias se ponen un tope de 2 veces a la semana, pero la mayoría lo hacen sólo en ocasiones espaciales como cumpleaños o aniversarios.
Método 5: sistema de presupuesto familiar, Kakebo
En Japón, el hombre le da todas sus ganancias a su mujer (cuándo ella no trabaja), y es ella quien lo administra y lo distribuye, prácticamente todas las amas de casa llevan un libro donde anotan de una manera especial todos los ingresos y gastos del mes.
El sistema de gestión del presupuesto que siguen se llama Kakebo, el cual se basa en dividir los costes de obligatorios y extras, establecer metas y determinar la cantidad que se planea ahorrar, registrando diariamente todos los gastos, y resumiendo los gastos de cada semana y al final del mes.
Dividen los gastos en diferentes categorías: “comida”, “gastos diarios”, “pago de servicios públicos”, “ropa”, etc, y por supuesto dejando una cantidad para los gastos que no estaban previstos.
Al final de cada semana, se hace el cálculo de los gastos y analizar a qué se le puede destinar menos dinero en el futuro, o hasta de qué se puede prescindir por completo. Por ejemplo, reducir la cantidad de veces que se va al cine o a comer fuera, reemplazar la ropa de marca cara por una de calidad similar pero más barata, etc.
El autor del sistema Kakebo nos pone este ejemplo: supongamos que al comprar algo por una suma de 4 700 yenes, se anota que se gastaron 5 000. La diferencia de 300 yenes se debe colocar en una cuenta de ahorros.
Los japoneses depositan lo ahorrado en sus cuentas bancarias. El miedo a los desastres naturales, así como el amor por el ahorro, son las dos razones principales por las que los japoneses apartan hasta el 25 % de sus ingresos cada mes.