Cuando eres un entusiasta de los pájaros, pocas cosas pueden sorprenderte. Pero a Stuart Dahlquist, aficionado a estos animales durante casi toda su vida, una familia de cuervos ha conseguido dejarle anonadado.
Hace poco, este hombre de 56 años recibió un regalo de parte de los cuervos que lleva unos años alimentando. Además, le trajeron otro al día siguiente.
“Desde niño, los cuervos me han parecido criaturas increíbles. Las aves de todo tipo han sido muy importantes en mi vida, me encanta observarlas, escucharlas, identificarlas… y ayudarlas si lo necesitan. No soy un ornitólogo de verdad, con prismáticos potentes, pero las aves juegan un papel importante en el disfrute de mi vida”, ha confesado Dahlquist.
Lleva unos cuatro años alimentando a esta familia de cuervos.
Había cuatro, pero por desgracia, poco después de que aparecieran estos regalos, la hembra perdió la vida a manos de un mapache.
Stuart sabe cuándo tienen hambre.
“El macho adulto es fácil de reconocer. Se hizo daño en la pata derecha y no le curó bien, así que da saltitos con la otra. A veces quisiera hacer algo al respecto, pero no hay manera. En cualquier caso, se desenvuelve bien”, dijo.
Nuestro protagonista ha estado interesado en los pájaros desde que tiene memoria.
Ninguno de estos pájaros fue arrebatado a sus padres. “Los encontramos heridos, o se habían caído del nido y no podían volver, o habían sido abandonados. Por favor, nunca os llevéis un polluelo de su nido”, contó.