Si bien, antes, la enfermedad de la sociedad era la discriminación por nacionalidad y etnia, actualmente, su lugar está ocupado por el lookism: la actitud sesgada hacia la apariencia. Los datos de una investigación sugieren que las personas bien parecidas tienen más probabilidades de ser exitosas, encontrar un empleo y desarrollar una carrera.
Intentamos descubrir cómo una actitud especial hacia la belleza afecta nuestras vidas.
¿Qué es el lookism?
Según una encuesta realizada en los Estados Unidos, resultó que la discriminación por apariencia es más común que por motivos étnicos o nacionales.
Hay un término especial para este fenómeno — “lookism”. Esto es una actitud sesgada hacia las personas que se consideran físicamente poco atractivas.
Por primera vez se utilizó ampliamente en 2016, cuando, una gran empresa suspendió a su empleada por negarse a llevar zapatos de tacón alto.
Es posible que dentro de 10 años esté prohibido exigir vestirse según un código de vestimenta, usar maquillaje y llevar peinado que cumpla con la política de la compañía. Pero por el momento, a una persona se le puede negar el trabajo porque el tamaño de su ropa es demasiado grande y la sonrisa no es lo suficientemente blanca.
Cómo reacciona el cerebro a la belleza
Reaccionamos a la belleza igual que una persona hambrienta a la comida. Científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts y de la Escuela de Medicina de Harvard descubrieron que una persona activa las mismas áreas del cerebro al ver un rostro hermoso que una persona hambrienta al ver comida y un apostador al ver dinero. Por lo tanto, la influencia de la belleza está en parte más allá de nuestro control.
Los científicos creen que el anhelo por la belleza se basa en factores biológicos, no sociales. Los recién nacidos se fijan en las fotos de personas atractivas, aunque todavía no tienen experiencia social.
La primera impresión es la reacción automática del cerebro. Existe un concepto científico de “efecto halo”: esto es cuando evaluamos un fenómeno complejo a base de una sola característica. Por ejemplo, automáticamente consideramos que una persona bella es inteligente, amable y talentosa.
Así es cómo el efecto de halo alrededor de la belleza afecta nuestras decisiones:
las personas suelen consideran más atractivas y competentes a las mujeres moderadamente maquilladas y están dispuestas a colaborar con ellas;
una persona con rostro simétrico nos parece más sana;
los desconocidos hermosos nos parecen más fiables;
los jurados en los tribunales suelen elegir penas menores para las personas hermosas;
profesores atractivos son más eficientes motivando a los estudiantes;
incluso resulta más fácil conseguir un préstamo para las personas sin sobrepeso y con una apariencia atractiva.
En muchos sentidos, son culpables los estándares creados por la publicidad y el cine. A pesar de que muchas marcas famosas ya están abandonando la imagen perfecta a favor de una persona viva con arrugas, estrías y sin anorexia, el concepto de la belleza tradicional todavía sigue ejerciendo presión en la conciencia de muchas personas.
Cómo la sociedad fomenta el culto de la belleza
El culto de la belleza apareció hace tiempo. Los antiguos egipcios tenían los análogos de la mayoría de los cosméticos modernos. En el mundo contemporáneo, el uso de cosméticos ha aumentado dramáticamente con la invención de la fotografía. Actualmente, los cosméticos forman un gran mercado, su crecimiento previsto debería ser del 7,5% de 2017 a 2023.
Junto con los cambios en el mundo, aumentan los requisitos de la apariencia. Corea del Sur es una especie del centro mundial en materia de cirugía plástica. En este país, la discriminación por la apariencia es mucho más frecuente que en otras partes del mundo, lo que afecta la autoestima, la salud e incluso el índice de masa corporal de los residentes locales.
¿Qué precio pagamos por el culto de la belleza?
Las personas hermosas se invitan a las entrevistas con más frecuencia. En el transcurso de un estudio, los científicos sugirieron que un grupo de personas se pusieran en el lugar de un reclutador y evaluaran dos currículum con fotografías de los solicitantes. Un currículum impresionante abría paso a cualquier solicitante. Pero cuando el currículum era mediocre, las personas atractivas tenían más oportunidades.
La apariencia distorsiona la percepción del profesionalismo. Entonces, los científicos atractivos provocan más interés de las personas, pero… cuanto más bello y sociable sea un especialista, menos competente se cree que es. Este hecho es otro obstáculo en la percepción de los roles sociales: la belleza puede ayudar en una carrera si es un atributo esencial del éxito y es capaz de arruinarla si se requieren otras cualidades.
Candidatos atractivos en elecciones reciben un 20% más de votos. Quizás esto se deba al hecho de que el político es una persona pública, la confianza en él se basa precisamente en su apariencia y comportamiento. Nadie quiere profundizarse en las complejidades de la geopolítica, la diplomacia y la macroeconomía: es más fácil para las personas evaluar la imagen que ven en las pantallas de televisión y en las portadas de los medios de comunicación.
La belleza se correlaciona con premios y multas. Las mujeres con una apariencia “superior a la promedio” ganan un 8% más, y las mujeres cuya apariencia es percibida por otros como “inferior a la promedio” están sujetas a las “multas” de aproximadamente el 4% de los ingresos. Los hombres guapos ganan un 4% más que aquellos que se consideran poco atractivos (los últimos pagan / pierden el 13% de sus ingresos en “multas”).
Las personas atractivas venden más. Los agentes inmobiliarios hermosos ganan más y utilizan activamente su apariencia como un complemento de las habilidades profesionales.
La profesora Renee Engeln cree que la obsesión con la apariencia se convierte en una enfermedad psicológica de toda la sociedad. Dedicó 15 años al estudio del deseo de ser bello y publicó un libro sobre cómo una obsesión con la apariencia perfecta daña a las mujeres.
La psicóloga menciona en su libro los estudios que demuestran que el culto de la belleza conduce al aumento de los casos de depresión, trastornos alimentarios, deterioro cognitivo, pérdida de tiempo y dinero.