Así que abres la puerta de tu armario, le das una mirada y piensas: “Oh, no tengo nada para ponerme… ¡otra vez!”. Bueno, esto debe ser un verdadero dolor de cabeza. Pero el mayor problema aquí es que hay pilas y pilas de ropa que has usado una o dos veces en ese montón. Algunos informes dicen que los consumidores compraron un 60 % más ropa en 2014 en comparación con el año 2000, pero mantuvieron cada prenda solo por la mitad de ese tiempo.
Julia Moore, una maestra de arte en Nueva Jersey, se alarmó por los resultados negativos que ha producido el comportamiento de la moda rápida en el campo social y en el medio ambiente. Por ello decidió llamar la atención de la gente hacia este problema de una manera sorprendente, y no pudimos permanecer indiferentes ante esta.
Quedamos muy sorprendidos por lo profundo que es el mensaje de Julia, y ahora creemos que todos deberíamos adoptar su tendencia de consumo sostenible.
Julia compartió su primer mensaje en su cuenta de Instagram a principios de agosto de 2018. Anunció que iba a desafiarse a ella misma y que usaría el mismo vestido durante 100 días. Esperando muchas preguntas, al principio, Julia habló sobre algunos temas.
“¿Desagradable? ¡Bueno, se lava! ¿Aburrido? Claro. Me encanta expresarme a través de lo que me pongo tanto como cualquier estadounidense”. También explicó que, si su vestido se rompía, podría arreglarlo, como lo hacía la gente en el pasado. Además, pensaba usar un delantal encima del vestido en el trabajo para evitar las manchas de pintura. Pero descubramos su razón para querer “sufrir” de esta forma.
Una búsqueda de la simplicidad es lo que, en parte, motivó a Julia. Ella observó que angustiarse sobre la cuestión de qué ponerse cada mañana ya no le resultaba un problema. Y, si tienes 2 niños que deben estar listos antes de las 6:30 de la mañana, esta forma de vida simplifica tu rutina.
También agregó que esta medida puede ayudar a ahorrar espacio, ya que cuantas menos cosas tengas, menos armarios necesitarás, y, para algunas familias, esto puede ser realmente un alivio.
Al explicarle esta decisión a su hija, ella abordó el sitema social. La gente exige grandes cantidades de ropa a precios bajos, y esto obliga a las grandes empresas a trasladar su producción a otros países en donde las leyes laborales de los Estados Unidos no pueden proteger a los trabajadores. Por ejemplo, hay evidencia de que diferentes países utilizan el trabajo forzado y el trabajo infantil en la industria de la moda. Y algunos trabajadores reciben salarios que son 3,5 veces más bajos que la cantidad que necesitan para tener “una vida decente con instalaciones básicas para la vida diaria”.
La moda rápida presiona toda la infraestructura de producción y conduce a una situación en donde las ganancias son más importantes que el bienestar de las personas.
El consumo irresponsable también conduce a problemas ambientales. Solo mira los siguientes hechos: la producción de un par de jeans genera la misma cantidad de gases de efecto invernadero que conducir un automóvil a unos 112 kilómetros por hora. Y se requieren 2 700 litros de agua para hacer una sola camiseta de algodón. Esto puede ser suficiente para satisfacer las necesidades promedio de bebida para una persona en aproximadamente 3 a 5 años.
A veces compramos ropa sin estar seguros siquiera de si la usaremos. Creemos que sensibilizar a las personas acerca de los hechos anteriores nos ayudará a evitar esa situación.
Julia nos anima a pensar antes de entrar en el círculo de “comprar, vestir, desechar y volver a comprar”. Nos pide que no sigamos alimentado la cultura de definir a las personas según lo que llevan puesto, en lugar de lo que lo hacen. Con este desafío de 100 días, Julia no estaba tratando de hacer que todos usaran la misma ropa una y otra vez, sino que quería demostrar que realmente no necesitamos tantas prendas nuevas.
Es mejor gastar nuestra energía en ser personas buenas que en intentar lucir bien.
Este desafío ya ha terminado, pero, para aquellos que están interesados, Julia ya no usa la misma ropa todos los días. Sin embargo, ha reducido significativamente el tamaño de su armario, y ahora mantiene un enfoque de moda sostenible.
Ella continúa difundiendo sus ideas y espera atraer a la mayor cantidad de personas posible a estas. Si deseas unirte a este desafío, usa el hashtag #OneOutfit100Days.
Bono: ve las fotos de otras participantes que se unieron al desafío
Día 1.
2 de enero de 2019.
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