Un tatuaje siempre representa una gran responsabilidad, un riesgo y una ocasión de reflexión que, a pesar de la complejidad de la situación, puede resultar en un dibujo muy hermoso y significativo. Pero puede rendir un fruto así cuando el tatuaje está puesto en un buen lugar, la mano del tatuador es firme y su talento para dibujar es grande, porque si no es así…
Si no es así, un dibujo tatuado puede ser un castigo eterno. Puede ser una aberración que te persiga de por vida, un símbolo de tu disgusto por el dibujo en tu piel y por el mundo que te acoge.
En resumen, un terrible tatuaje te puede transformar en una persona amargada, fea, un supervillano, entre otras cosas… o todas al mismo tiempo.
1. El osito más nítido y tierno del mundo.
2. “Tíralo en su trasero”, dice el tatuaje. Y el jugador está cargando una pelota… ¿Mensaje subliminal?
3. Quería a su hija en el brazo, pero ahora lleva a la cría de Satán.
4. No sé qué será peor: Han Solo y Luke con caras de asesinos enmascarados o el E.T. que no tiene nada que ver… Los cinéfilos lloran con esto.
5. Esto sólo puede ser un castigo del demonio.
6. Siento una infección en mi brazo con tan sólo ver esta foto.
7. Cuando te quieres ver como un “androide”, pero te ves simplemente como un error genético.
8. Saliendo del armario de los diabéticos y gritándolo a los cuatro vientos.
9. Pezones en llamas.
10. Cuando no se te ocurre nada más adulto y cuerdo que tatuarte una jarra de jugo Kool-Aid.
11. La dulzura del arrepentimiento.
12. Cuando el dueño de la mascota se multiplica los pezones porque quiere ser su perra.