El sexismo está tan firmemente arraigado en la sociedad que a veces hasta es difícil identificarlo. Está presente en muchas áreas: la idea de la mujer y el hombre ideal, el nivel de salarios e incluso bromas. También hay un sexismo inverso, cuando un hombre es percibido automáticamente como un maestro en todo, capaz de reparar tanto un grifo de agua como una grúa, cuando no necesariamente debe saber hacerlo.
Analizamos cómo el sexismo puede manifestarse en la vida cotidiana y qué se puede hacer para reducir su propagación.
1. No apoyes chistes sexistas
Mirar las noticias en las redes sociales y reírse de memes es una buena manera de aliviar tu cabeza y tomarte un descanso. Pero a veces, las imágenes y los chistes, inocentes a primera vista, ocultan connotaciones sexistas, o incluso incitan al acoso cibernético. ¿Vale la pena apoyarlos con un “Me gusta” y compartirlos si lo que buscamos es el respeto mutuo? Lo mismo aplica a bromas cuando hablamos cara a cara con alguien.
2. Habla de sexismo con generaciones más jóvenes
Explícales a los niños que no deben comenzar una conversación evaluando los aspectos físicos de alguien. Enséñales a los varones a percibir adecuadamente un posible rechazo. Diles a tus hermanas menores, sobrinas e hijas que no tienen que sentir vergüenza diciéndole “no” a un hombre, y que no deben sonrojarse por eso y sentirse culpables. Además, cualquier intento de acoso debe ser frenado.
3. Elige expresiones correctas
El estilo de comunicación con los niños y las frases de los adultos dejan una huella en sus puntos de vista y acciones futuras. Cuando hables con un hijo o sobrino abandona las expresiones estereotipadas y peligrosas como “eres es una niña”, “los niños no lloran”, etc. Remarca que no hay campos de actividad “femeninos” y “masculinos”, pero existen cosas como la vocación y las habilidades.
4. No apoyes a los jefes de la vieja escuela
Lee cuidadosamente las ofertas de trabajo. Restricciones como “buscamos candidatos menores de 35 años”, y preguntas como “¿está planeando tener un hijo?”, hablan de discriminación. Ya que hay muchas oportunidades para encontrar trabajo, préstales atención a otras opciones. O puedes mencionarle al empleador que está violando las leyes laborales.
5. No uses tu género para obtener un favor
A veces, las chicas detrás del volante se encuentran con personas con una actitud algo despectiva o frívola. Sin embargo, eso no significa que las mujeres conduzcan peor o que no deban responder si han violado las normas de tráfico.
La discriminación puede tener una forma más suave llamada “sexismo benevolente”, por ejemplo, pequeños privilegios como la posibilidad de no pagar las cuentas, o frases tipo “sexo bello/débil”. Al final, esto priva imperceptiblemente a una mujer de su independencia.
6. No apoyes el sexismo en las interacciones sociales
A menudo, cuando uno busca un apartamento, puede encontrarse con restricciones como: “Alquilo solo a estudiantes mujeres”. Pero el género no dice nada sobre cómo una persona va a comportarse en la vivienda rentada. Para nivelar esta actitud de los propietarios, uno puede ignorar conscientemente tales anuncios, o, con su ejemplo, demostrarles a los dueños de los apartamentos que su posición es errónea.
7. No ignores las injusticias
A menudo, el sexismo aparece en las publicidades o se convierte en su herramienta. Tales casos pueden ser reportados a comunidades temáticas. Hay activistas que buscan campañas publicitarias similares y difunden información sobre ellas. Como resultado, esto afecta negativamente la reputación de la compañía que lanzó el anuncio.
8. Si eres padre, asiste a las reuniones de la escuela de tu hijo
En ocasiones, los padres son percibidos de manera ambigua en las reuniones escolares, y los maestros parecen no tener confianza en ellos: dicen que pueden olvidar algo, no pasar la información a la madre, etc. Esta es también una forma de sexismo contra la cual se debe luchar. En este caso, con hechos: demostrándoles a los maestros y a otros padres la responsabilidad de criar a un niño. Esto causará respeto y será un excelente ejemplo para tu hijo.
9. Informa a las autoridades pertinentes si se violan tus derechos y libertades
Hay situaciones en las que el agresor se mete groseramente en el espacio personal de la otra persona y es capaz de causarle, al menos, sufrimiento moral. Alrededor de 20 personas por minuto están sujetas a violencia doméstica, y, en casos así, no vale la pena resistir. El divorcio es un hecho difícil, pero vivir durante muchos años con un agresor es aún peor.
Los extraños también pueden violar los límites personales: algunos jefes confían en su impunidad, permitiéndose más de lo que dicta la cultura de oficina. Se pueden callar esas cosas por miedo al despido. Pero si queremos mejorar la sociedad, debes informarles a las autoridades encargadas de hacer aplicar la ley.
10. Piensa en lo que dices
Es apropiado controlar lo que se dice no solo durante la comunicación oficial, sino también durante una conversación amistosa. Consolando a un amigo o novia, no culpes a su apariencia. Mejor enfócate en las cualidades internas y en el comportamiento. Por ejemplo, la ropa es una elección personal que debe ser respetada y no debe afectar la actitud hacia una persona.
¿Con qué frecuencia te encuentras con situaciones de sexismo? ¿Intentas enfrentarte a él? ¿Cómo lo haces?