Realizarse una cirugía plástica por razones estéticas no es un paso que se debe tomar a la ligera. Aunque se ha vuelto una práctica cada vez más común, quien decide hacer uno de esos cambios a su cuerpo necesita estar bien informado al respecto, porque en muchas ocasiones se trata de un proceso irreversible que, mal practicado, puede dañar la salud.
Por esa razón, hemos indagado sobre 15 preguntas cuyas respuestas debes tener en cuenta si estás pensando en someterte a una cirugía estética.
1. ¿En dónde y por qué institución está titulado el médico en el que confiarás?
Antes de cualquier cosa, pide a tu cirujano sus credenciales. No temas preguntarle en dónde estudió y a qué asociaciones o consejos nacionales pertenece. Por lo general, cada país cuenta con un organismo que regula y certifica a los médicos. Esto no solo ayuda a que se mantengan vigentes en cuanto a avances médicos, sino, también, a que mantengan un alto estándar en el servicio que ofrecen. Si quieres ir más allá, en algunos países, como en México, puedes consultar su Cédula Profesional o número de licencia con solo tener su nombre, un recurso que te dará seguridad.
2. ¿Es miembro de alguna asociación internacional de cirujanos?
Además de asegurarte de que el médico que visitas esté certificado en el país en el que ejerce, y de buscarlo en la asociación de cirujanos plásticos de tu país, existen organismos internacionales que te ayudan a elegir a alguien capacitado para el trabajo. Dos de las más importantes son la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS), y la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos (ASPS).
Ambas poseen miembros de todo el mundo, y cada una cuenta con filtros de calidad y estandarización para ofrecer un directorio con profesionales capacitados y con gran experiencia en la práctica. A través de sus sitios podrás buscar diferentes opciones para la cirugía que deseas realizarte, comparar y, así, tomar la decisión adecuada.
3. ¿Cuántos años lleva ejerciendo como cirujano estético?
En Estados Unidos se requieren alrededor de tres años de estudios en cirugía general y otros tres de especialización en cirugía estética y reconstructiva, tiempo en el que se combinan la teoría con la práctica. Además, la ASPS, por ejemplo, pide a sus miembros internacionales al menos tres años continuos de experiencia, lo que te puede dar una referencia a la hora de seleccionar a tu médico.
4. ¿Qué tan seguido realiza la cirugía que quieres hacerte?
Esta pregunta va ligada con la anterior, pues, como explican en el Consejo Estadounidense de Cirugía Plástica, no todos los cirujanos son expertos en todas las áreas y, muchas veces, se especializan en ciertas partes del cuerpo. Por esa razón, es importante preguntar sobre su experiencia en la zona que deseas cambiar. Incluso, pídele fotos de su trabajo con una comparación entre el antes y el después.
5. ¿Hay, además de la cirugía, alternativas cosméticas para lo que deseo cambiar?
No todos los detalles físicos que se desean cambiar tienen que pasar por el bisturí. Es obligación de tu médico explicarte si existen otras alternativas, ya sean dermatológicas (a través de un medicamento) o hasta alguna dieta. De esta forma, podrás contemplar opciones menos agresivas antes de tomar una decisión tan importante.
6. Con el paso del tiempo, ¿cómo evolucionará la zona que quieres cambiar?
Se trata de una pregunta muy importante, ya que, aunque el resultado inmediato te guste, puede ser que en unos años la zona que decidiste cambiar envejezca de una forma poco agraciada. Esto suele pasar cuando se realiza una cirugía en alguna zona que todavía va a sufrir cambios, como el rostro, en el que se recomienda intervenir después de los 50 con procedimientos como el lifting.
7. ¿Qué tipo de materiales utiliza?
La cirugía estética ha evolucionado y, además de los clásicos implantes de silicón, existen otros materiales y estilos, como los de agua salina o los conocidos como gummy bear por su textura similar a las de los ositos de goma. Como explican los especialistas, cada uno tiene sus ventajas y desventajas, razón por la que tienes que sentarte a discutir con tu médico cuál es la mejor opción para tu cuerpo.
Lo mismo ocurre con los rellenos faciales, pues, además del conocido bótox, hay otras opciones que funcionan de formas distintas y que tienes que analizar antes de tomar la decisión correcta.
8. ¿Cuáles son los riesgos y posibles complicaciones?
Toda cirugía tiene sus riesgos y es de suma importancia conocerlos mucho antes de entrar al quirófano. Entre los problemas más comunes pero peligrosos que pueden ocurrir están la deshidratación, la coagulación sanguínea, embolia grasa, infecciones post operatorias o que el cuerpo rechace el implante, lo cual te llevará de vuelta al hospital.
9. ¿Qué tipo de anestesia es la adecuada para esta intervención?
No todas las cirugías estéticas requieren de anestesia general; por ejemplo, el lifting facial o las pequeñas liposucciones. Sin embargo, hay otras que requieren de ella y es importante saberlo, pues cada organismo reacciona distinto a esta sustancia y es algo que se debe tomar en cuenta antes de decir que sí al procedimiento.
10. ¿Qué porcentaje hay de que los resultados no sean satisfactorios?
Si ya elegiste a un médico certificado que te inspira confianza y que te ha demostrado que tiene experiencia, las posibilidades de que algo salga mal son pocas, pero eso no significa que no haya riesgo, y el conocerlos a todos te ayudará a tomar una decisión realmente informada. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en países en desarrollo se presenta una mortalidad del 5 al 10 por ciento durante una cirugía de cualquier tipo; la mayoría de las veces, por una falta cometida por el especialista.
11. ¿Cuál es el tiempo real de recuperación?
Aunque el médico te diga que después de la cirugía puedes irte a casa, hay que tener en cuenta el tiempo en el que podrás realizar toda tu rutina de forma normal, pues, muchas veces, pasan varias semanas antes de que el paciente sea capaz de cargar cosas o hacer ejercicio. Además, tienes que saber en qué tiempo verás resultados, ya que, por ejemplo, una liposucción puede tardar hasta seis meses en lucir al cien por ciento.
12. ¿Cómo será la recuperación?
La pregunta que muchas veces no queremos hacer: “¿qué tanto va a doler después?”. En definitiva, debes saber cuánto va a doler y, lo más importante, cómo lucirá tu cuerpo inmediatamente después y con el paso de los días. Eso te ayudará a darte una idea de cómo serán las siguientes semanas en cuanto a tu rutina, y, también, a localizar cualquier anomalía que tengas que reportar a tu médico.
13. ¿Cuántas veces se verán después de la cirugía?
Una de las cirugías que más cuidados requiere es la de glúteos. Para empezar, no puedes sentarte durante los primeros diez días y debes visitar constantemente a tu médico para que revise que todo esté bien, ya que es una zona que tú no puedes vigilar. Saber cuántas veces tendrás que visitar a tu doctor tras la cirugía puede ser una buena guía para entender el grado de complejidad de la operación. Además, te ayudará a calcular mejor el costo total de la intervención, lo cual nos lleva a la siguiente pregunta.
14. ¿Cuál es el costo total del procedimiento?
Por supuesto, en cada país los costos son distintos y cada médico tiene su rango de precios, pero hay algo en lo que debes reparar: no solo preguntes cuánto te cobrará él, ya que habrá otras personas colaborando, como, por ejemplo, el anestesiólogo y las enfermeras. Además, es posible que tengas que pagar por el uso del quirófano, el material utilizado antes, durante y después de la cirugía, y, claro, los medicamentos para la recuperación. Si incluyes todo en tu presupuesto, tendrás una idea real de lo que costará el procedimiento.
15. ¿Estás lista o listo para dar el paso?
Tal vez esta sea una de las preguntas más importantes. Según la psicóloga Vanessa Nahoul, del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social, la persona tiene que estar segura de su decisión, ya que, si no es así, es probable que quede insatisfecha con el resultado. “Cuando es un defecto imaginario o, más bien, una necesidad psicológica, las probabilidades de que salgan de la cirugía y no queden satisfechos son muy altas. Estos pacientes son los que luego se vuelven, compulsivamente, buscadores de defectos”.