A veces, las acciones o hábitos de alguien causan sonrisas y desconcierto, pero son precisamente nuestros “malos hábitos” los que nos hacen excepcionales, graciosos y diferentes a los demás. Nada humano es ajeno a la reina Isabel II del Reino Unido, ella también tiene varios hábitos a primera vista un poco extraños.
Reunimos hechos interesantes sobre la reina. Algunos de ellos tienen una explicación lógica y el resto simplemente agrega un encanto a su imagen.
1. No sale de viaje sin un suministro de sangre
Entre los miembros que siempre acompañan a la reina Isabel hay un médico personal, quien está obligado a saber dónde se encuentra el hospital más cercano en la ciudad en la que se encuentren y su maletín siempre debe tener medios de asistencia urgente, por ejemplo, un desfibrilador.
A estos medios siempre se agrega un suministro de sangre de la reina Isabel II para que, en caso de necesitar de una transfusión, la sangre sea del tipo correcto y la situación no los tome por sorpresa.
2. No permite abrir las ventanas
Pero, por supuesto, no todas. Esto se aplica a algunas ventanas en el Palacio de Buckingham. El hecho es que la vista de este edificio simplemente debe ser perfecta, y las ventanas abiertas de la parte frontal lo estropean. Por lo tanto, se abren rara vez y en una determinada hora.
El periodista del Daily Mirror, Paul Burrell, escribió sobre esto en su tiempo. Se dio cuenta de estos y otros detalles de la vida de la familia real cuando, utilizando documentos falsos, consiguió un trabajo como lacayo en el palacio. Esta violación a la seguridad del palacio trajo procedimientos judiciales sobre la invasión a la vida privada en 2003.
3. Odia el hielo en forma de cubitos
¿Qué ruidos te molestan? La reina Isabel II puede molestarse por el sonido del hielo en el vaso. En su opinión, el sonido de los hielos en forma de esferas es más melódico y precisamente son estos los que siempre refrescan las bebidas reales.
Se dice que la máquina para hielo en forma de esferas fue inventada para su esposa por el príncipe Felipe.
4. Lleva en su bolso un gancho
En el bolso de la reina no encontrarás cosas normales para nosotros, como, por ejemplo, dinero o una identificación personal, pero sí este extraño objeto que a menudo se guarda ahí. ¿Puedes imaginar para qué sirve?
Parece que todo es simple, la reina coloca este gancho bajo la mesa y ahí cuelga su bolso. Esto es útil, porque con ayuda de este, ella da señales a sus empleados. Por ejemplo, si el bolso se encuentra en el suelo, significa que la reina Isabel II se quiere ir. Pero el bolso en el gancho no significa nada, simplemente es cómodo para su dueña.
5. No le emocionan los hombres barbones y no le agradan las corbatas de moño
¿Bigote y barba como signo de masculinidad? Para Isabel II, esto es más bien un factor molesto, por lo que el personal y empleados suelen estar bien afeitados. El único que rompe esta regla es su querido nieto, el príncipe Harry, aunque la reina ha tratado de combatirlo.
Además, a la reina no le gustan los chalecos y las corbatas de moño en los hombres. Pero no todas, sino solo las falsas que ya están anudadas, las cuales la reina puede identificar en segundos.
6. Numera todos sus vestidos
Esto no solo se debe a la voluntad de Isabel II por el orden en todo. Cada prenda tiene su número y también una grabación con el lugar y fecha en la cual fue utilizada. Toda la cuenta se lleva en una revista especial. Debido a que la reina prefiere los colores brillantes y los cortes clásicos, los looks son fáciles de confundir, y aparecer con el mismo estilo e incluso con el mismo color con demasiada frecuencia es algo inaceptable.
7. La paga a un poeta cortesano es con vino
La candidatura para la ocupación de poeta es aprobada personalmente por la reina. Sus obras automáticamente se convierten en “logros nacionales”. Cuando este trabajo apareció, el poeta recibía un sueldo de 200 libras esterlinas y 400 litros de vino para acompañar. Ahora se eliminó la recompensa monetaria y el artista trabaja simplemente por un barril de jerez.
Actualmente, las responsabilidades del poeta real son realizadas por la famosa poeta escocesa Carol Ann Duffy. El poeta cortesano, por supuesto, no vive en el palacio, pero es participe en algunas festividades y escribe poemas para fechas importantes.
8. Nunca comerá sopa y papas
Por supuesto, estos platillos pueden presentarse en el Palacio de Buckingham, pero cuando la reina está sola, nadie se atrevería a ofrecerle un plato de sopa. Las papas no son tan molestas para Isabel II, ella simplemente evita el almidón en su dieta en la medida de lo posible.
9. Adora las frambuesas, pero no las come frente a las personas
La frambuesa es una de las delicias favoritas de la reina, sin embargo, ella no puede darse el lujo de comerlas frente al público. Esto se debe a que los huesos de la fruta pueden quedarse atorados en sus dientes y sería inaceptable debido a la falta de estética. A las prohibiciones en las fiestas también se incluyen las moras. Otra medida que se toma para evadir situaciones como esta es remover las semillas de los pepinos y tomates.
10. Utiliza los servicios de “cenicienta”
Una chica especial con la misma talla del calzado de la reina estrena los zapatos nuevos de Isabel II para ablandarlos y estirarlos. Aunque desde hace muchos años Su Majestad prefiere los zapatos de la misma marca y un modelo parecido, prefiere no tener que pasar por la incomodidad de estrenar unos nuevos zapatos.