Imagina que pierdes el conocimiento por unos días y que, cuando despiertas, te dan la noticia de que estabas embarazada y ya eres mamá. ¿Qué harías? “Despertar de un coma, saber que había estado embarazada y que ya tenía una hija fue muy abrumador”, fueron las palabras de Ebony Stevenson, una estudiante de 18 años que estaba en su casa en compañía de su madre cuando comenzó a sentir un dolor en la cabeza y decidió irse a dormir. Después de eso, convulsionó y terminó en el hospital, donde confirmaron que estaba embarazada.
Queremos compartir contigo esta historia increíble que demuestra que los milagros existen y todo en la vida tiene una razón de ser.
El embarazo inesperado
No había ningún síntoma o indicio de embarazo. En realidad, todo parecía normal en la vida de Ebony Stevenson hasta que, después de irse a dormir como cualquier otro día, sufrió de convulsiones. Su mamá llamó una ambulancia y los paramédicos aseguraban que su hija estaba embarazada. Ella insistió en que eso no era posible, pues su vientre no había cambiado de tamaño y tampoco había frenado su periodo menstrual. Al llegar al hospital, todos se llevaron una gran sorpresa al confirmar que sí había un bebé en camino.
La explicación de esta bebé
Después de una intervención quirúrgica, los médicos descubrieron que la joven padecía una malformación genética llamada “útero didelfo”, lo que hacía que su útero se dividiera en dos. Solo una parte estaba conectada a un ovario por una trompa de Falopio. La bebé se desarrolló en la zona que estaba más cerca de su espalda y por esa razón no se percató de su existencia.
Una cesárea de emergencia
Las convulsiones que sufrió antes de ir al hospital se derivaron por una complicación en el embarazo conocida como preeclampsia. Esto causó que los médicos decidieran hacer una cesárea inmediatamente para recibir a la bebé, mientras Ebony estaba en estado de coma inducido. Después de 3 días, pudo conocer a su bella niña y, aunque eran muchos los sentimientos que la invadían por la confusión, comprendió las cosas después de que los médicos y su madre se las explicaran.
Elodie, “la bebé milagro”
La joven llamó a su hija “Elodie”, quien al nacer pesó 3,5 kg. Los médicos aseguraron que se trataba de un caso inusual, debido a que las mujeres que padecían esa condición tenían muy pocas posibilidades de quedar embarazadas o tenían muchas dificultades para dar a luz. Dijeron que era “una bebé milagro” por todas las complicaciones que tuvo que atravesar.
Después de la confusión, el amor triunfó
Cuando despertó del coma y le dieron la noticia, fue muy difícil asimilar lo que estaba pasando. Al tener el primer encuentro con su hija se sentía confundida y quería que se la llevaran porque aseguraba que se trataba de un error. Aunque las primeras horas fueron duras, poco a poco fue comprendiendo las cosas y superó el impacto de su nueva vida. Ahora ella está feliz de despertar cada día y encontrar a Elodie para compartir más experiencias. El amor de mamá siempre gana.