Hasta finales del siglo XVIII, las personas se bañaban, o bien con ropa interior, o sin nada en absoluto, ya que no sentían la necesidad de tener una prenda especial para esos fines. Pero todo cambió con la llegada del turismo, y, desde el momento en el que el traje de baño apareció, este tuvo que resistir el paso del tiempo cambiando y adaptándose a los nuevos requerimientos de la sociedad. En este artículo podrás apreciar cómo la humanidad comenzó a despedirse de ciertas restricciones y qué acontecimientos dejaron su huella en el popular traje de baño.
Decidimos realizar una breve excursión por la historia de esta importante prenda veraniega.
Década de 1910
Con la llegada del transporte ferroviario, se hizo más fácil y más rápido para las personas recorrer cientos de miles de kilómetros, lo que contribuyó al desarrollo del turismo y a la aparición de centros turísticos populares. Pero los representantes de la clase alta no querían desvestirse en público. De esta manera, surgió la necesidad de diseñar una prenda con la que no sería vergonzoso aparecer en la playa. El primer traje de baño para mujeres estaba confeccionado como un vestido con pantalones. Por su parte, los hombres se bañaban en calzones cortos con una parte superior cerrada, para no avergonzar al resto con sus torsos velludos.
Otro rasgo distintivo importante de principios del siglo XX fueron las máquinas de baño, que permitían guardar los buenos modales escondiendo a los bañistas de las miradas indiscretas. La gente en la orilla entraba en la máquina de baño, se cambiaba de ropa y salía directamente al agua. Estas se movían sobre raíles gracias a la ayuda de caballos.
Década de 1920
Más adelante, los Juegos Olímpicos influyeron en el aspecto de los bañadores. Cuando se incluyó a la natación dentro del programa de competición, se hizo evidente que los trajes de baño voluminosos eran incómodos para los deportistas. En 1912, las nadadoras sorprendieron al público con sus modelos atrevidos: sus vestuarios ya no cubrían ni los brazos ni las piernas. Por supuesto, otras mujeres también quisieron tener más libertad, por lo que los bañadores se volvieron mucho más atrevidos.
Década de 1930
En los años 1930, el aspecto de los trajes de baño repetía el estilo del modelo mencionado en el punto anterior, pero aparecieron diferentes colores. Además, gracias a Coco Chanel se puso de moda la piel morena, por lo que las mujeres comenzaron a enfatizar su bronceado añadiendo accesorios. Y a los hombres, por su parte, se les permitió mostrar el torso y aparecer en público con pantalones cortos.
Década de 1940
La Segunda Guerra Mundial afectó todos los aspectos de la vida humana, por lo que también cambió la tendencia de moda de los trajes de baño. Era necesario reducir el uso de fibras naturales en la producción de la ropa, por lo que apareció un modelo de dos partes.
Louis Réard, quien tenía un negocio familiar de producción de ropa interior, notó que las mujeres en las playas, con frecuencia, remangaban los bordes del bañador para obtener un bronceado uniforme. De esta manera surgió la idea del bikini. En 1946, se presentó al público un nuevo modelo de traje de baño, pero la exposición del ombligo femenino agitó al público: la gente aún no estaba preparada para eso.
Década de 1950
El mundo del cine no quiso renunciar al bikini: las chicas con trajes de baño abiertos atraían al público, convirtiéndose en una garantía de éxito de taquilla. La primera mujer que se atrevió a aparecer con un bañador de este tipo no en un set de rodaje, sino en una playa de Cannes, fue la encantadora Brigitte Bardot.
Década de 1960
En los años 1960, las mujeres aficionadas a la moda optaban por diferentes modelos de bañadores, pero lo importante era que estuviera hecho de un nuevo material elástico y de secado rápido llamado licra.
Década de 1970
En la década de 1970, las chicas ya no podían resistirse al bikini, y, tras superar su propia timidez, comenzaron a adquirir bañadores cómodos para tomar el Sol. Los fabricantes estaban tan inspirados por la demanda de este modelo que comenzaron a añadir la terminación “kini” a todos los demás trajes de baño. Así, por ejemplo, apareció el monokini: un modelo de una sola pieza con cortes profundos a los lados.
Década de 1980
En los años 1980, regresó la moda por los trajes de baño de una sola pieza, ya que se comenzaron a popularizar las fiestas a los lados de las piscinas. Aquellas que acudían a la playa para broncearse optaban por el bikini, solo que ese modelo de traje de baño se volvió diminuto.
Década de 1990
En la década de 1990, muchos veían Guardianes de la bahía, y el momento más espectacular de la serie era ver correr en cámara lenta a Pamela Anderson y a sus compañeros de reparto. Por supuesto, nadie podía olvidar los “uniformes” de las chicas: un traje de baño rojo de una sola pieza, el cual ganó una popularidad increíble.
Década de 2000
En estos años, los minibikini volvieron a ocupar el primer puesto en popularidad, pero se complementaron con pareos de tamaños diferentes: desde falditas modestas hasta un gran trozo de tela con el que se podía hacer un vestido o una falda larga.
Década de 2010
En la década de 2010, los modelos de bañadores incómodos volvieron: los monokinis (que se veían espectaculares, pero arruinaban todo el bronceado) y el brasier bando (la mayoría de las veces, sin tirantes), que solo las chicas con suerte lograban “domesticar”.
Año 2019
Este año, en la cima de la moda permanecen los bañadores retro de talle alto, los de estilo sporty chic en llamativos tonos neón, y el bikini clásico, ideal para lograr un bronceado más uniforme.