Edi Okoro decidió que su novia era la elegida, por lo que compró un anillo y empezó a buscar el momento indicado para proponerle matrimonio. Esperó y esperó… Y harto de esperar, decidió divertirse un poco con ello, ya que no iba a tener otra oportunidad. Se le ocurrió la idea de comprobar cuanto tiempo podía “esconder a la vista” el anillo de compromiso delante de Cally sin que ella lo notara. Y este fue el resultado.
Durante toda esta operación con el anillo, hubo unas cuantas veces que estuvo a punto de descubrirlo. “Cuando está mirando por los binoculares, ella podría haber mirado hacia arriba en cualquier momento.”
Y al final, acabó pidiéndole matrimonio
¡Y ella dijo que SÍ!
