Podríamos decir que la ciudad de Wuhan, en el centro de China, se encuentra en condiciones apocalípticas, ya que el nuevo coronavirus surgió allí y comenzó a extenderse muy rápidamente. Durante la última semana, la ciudad ha estado bajo una cuarentena que los residentes afirman que está causando escasez de alimentos y suministros. Los miles de casos en la ciudad también están presionando su sistema médico, con la construcción de dos hospitales improvisados ​​y la llegada de profesionales médicos de todo el país en un esfuerzo por mantenerse al día con el brote.

Estas fotos de enfermeras preparándose para su primer turno en la sala de coronavirus después de ser desplegadas en Wuhan muestran el alcance de la preparación que deben someterse, cortando e incluso afeitándose los lados del cabello para que sus gorras médicas puedan ajustarse completamente contra sus cabezas.

Las enfermeras se cortan mutuamente el cabello en preparación para usar el equipo de protección contra el coronavirus

Se dice que el nuevo coronavirus causa fiebre y síntomas respiratorios (tos, dificultad para respirar), y la BBC informa que, el mayor riesgo de complicaciones ocurre en ancianos y en personas con insuficiencia inmunológica. De los casi 8000 pacientes confirmados al 30 de enero, unos 170 han muerto, la mayoría de los cuales tenían problemas de salud crónicos.

Después de vestirse, escriben sus nombres en los trajes para identificarse.

Las enfermeras usan equipo para mantener las partículas fuera de los ojos, la nariz y la boca

El personal médico tuvo que apresurarse a llegar a Wuhan desde toda China para ayudar en los hospitales sobrecargados de la ciudad, donde tanto pacientes como personal fueron vistos durmiendo en el piso, y según los informes, el personal ha estado usando pañales para adultos para ahorrar tiempo y evitar tener que quitarse los complicados trajes.

Un residente de Wuhan le dijo a Al Jazeera que cuando su padre se enfermó con los síntomas típicos de coronavirus, planeó descansar en casa, pero cuatro días después de la enfermedad, una fiebre de 40 ° C (104 ° F) lo obligó a buscar ayuda médica. En ese momento, la mayoría de los hospitales de la ciudad tenían colas que se extendían por la puerta con gente que esperaba afuera, potencialmente por horas. El hombre dice que le tomó dos días más a su padre ingresar en un hospital, donde recibió tratamiento durante tres días y ahora se está recuperando. Esta congestión que dificulta la admisión de nuevos pacientes se ve exacerbada por lo que los chinos describen como desigualdad médica generalizada. La distribución desproporcionada de recursos y profesionales médicos calificados a los hospitales de más alto grado en áreas más ricas conduce a la desconfianza de las clínicas locales.

El personal médico con exceso de trabajo se duerme donde sea que estén

Muchos están asombrados por las condiciones que estas enfermeras tienen que soportar.

El temor generalizado a causa de este virus ha causado escasez de máscaras respiratorias en ciudades como Hong Kong. Esta escasez ha causado que en los sitios donde se encuentran puedan llegar a costar $10 la unidad.