Resulta que tomar las cosas muy literalmente puede traer más de un problema. Desde no entender el doble sentido o algún chiste en particular, hasta tomar una decisión que es tecnicamente correcta pero no adecuada al contexto. Eso es precisamente lo que ha pasado con los protagonistas de este listado, lo cual trajo resultados que pueden considerarse bastante buenos, pero también otros un poco menos deseables.
“Pedí queso extra y eso fue lo que recibí”.
“Pregunté si tenían un hotdog vegetariano. Dijeron que sí. Con entusiasmo ordené uno. Recibí un panecillo con nada más que condimentos por el que me cobraron $5″.
“Le pedí a mi esposo que se asegurara de que la encimera de la cocina estuviera limpia”.
“Le pedí a mi seguro que me enviara una lista de psicólogos aprobados, los que se encuentran principalmente dentro de un radio de 30 kilometros de mi ubicación. Esto es lo que recibí por correo hoy “.
“Mi esposa me pidió que pusiera todo el papel higiénico que compramos en la canasta”.
“Le pedí a mi hermano que me tomara una foto en nuestro viaje a España y esta fue la foto. PD: No llevo sombrero “.
“Pedí crema batida y obtuve esto”.
“Le dije a mi hija que podía darle un mordisco a mi galleta”.
“Pregunté si podían cortarla por la mitad para que yo pudiera compartirla con mi novio”.
“Pedí específicamente un asiento junto a una ventana, y tecnicamente está junto a una ventana…”
“Pedí un sándwich con ‘huevo solamente’ y literalmente me dieron solo un huevo”.
“Cuando pides un helado con cono”
“¡Pedí pepinillos extra en Burger King y me dieron esto!”
“¡Queso extra, por favor!”
“Pedí una pizza mitad champiñones, mitad pepperoni”