Poder hacer compras en línea es una maravilla: no tienes que salir de la comodidad de tu hogar y los artículos que compres simplemente aparecerán en tu puerta. Sin embargo, el hecho de no poder ver lo que compres en persona agrega un factor de riesgo, ya que no sabes si obtendrás exactamente lo que viste en el sitio web de los vendedores. En la siguiente compilación te mostramos algunos casos en los que comprar en línea definitivamente no salió nada bien.