Como seres humanos, es prácticamente imposible que no nos hagamos expectativas en cuanto a todo. Podemos estar entusiasmados por preparar algún postre de moda y, al momento de temrinarlo, nos damos cuenta de que no se ve para nada como en las fotos. O podemos pasar días pensando en aquella publicidad de comida en la que el platillo se ve hermoso, solo para llegar al restaurante y recibir una aberración de aspecto desagradable. Todo esto y más son situaciones en las que la realidad amablemente nos recuerda que somos unos tontos por creer demasiado en nuestras expectativas. Si quieres reírte un poco con esto, ¡Deslízate hacia abajo!

1. “Mi hija quería esta torta de perro para su cumpleaños. No pagaré 25$ por ella cuando puedo hacerla yo mismo”.

2. “Pedí una sudadera Champion en eBay. Lo que obtuve fue una sudadera marca Hanes con el logotipo de Champion pegado”.

3. “No se ve igual… pero sí sabía bien”.

4. “¿Unos cuantos pepperonis más sería mucho pedir?”

5. “Fui engañado. ¿Dónde están las capas?”

6. “Este es el ‘1/4 de libra’ de camarones que me dieron en Popeye’s”.

7. “Hmmm… hay algo raro aquí”.

8. “Le pedí al fotografo una foto similar para mi perro”.

9. “A la izquierda como se veía en la publicidad. A la derecha se ve cómo me queda…”

10. “Un amigo pidió esta almohada ‘gigante’ para su hija”.

11. “Tal vez no se ve igual de elegante, pero no estoy del todo decepcionado”.

12. “Este Pho instantáneo”.

13. “El lado positivo es que al menos es comestible”.

14. “Aquí falta algo…”

15. “¡Qué apariencia tan apetitosa!”

16. “No fueron muy generosos con los hongos”.