Japón es un país maravilloso, fuente de grandes avances tecnológicos y hogar de tradiciones que remontan hasta hace miles de años. Igualmente, es un país que es conocido por sus excentricidades, su disciplina, pero también la eficiencia de sus servicios y lo bien que tratan a sus habitantes. Si no tenías ganas de ir a Japón, esta compilación de maravillas niponas seguro te hará cambiar de opinión.
1. Este café de Tokio tiene mesoneros robot controlados por trabajadores discapacitados. Se trata de todo un avance a nivel de inclusión.
2. El agua con la que te lavas las manos es reusada para bajar el inodoro.
3. Las tiendas en Japón tienen cestas para niños. Los artículos para niños están en los estantes inferiores, lo cual les facilita agarrarlos. Esto se da porque los niños japoneses hacen recados a temprana edad.
4. Este baño público te permite mirar dentro de él antes de entrar. Y al cerrar la puerta, el vidrio se hace opaco.
5. Esta nevera se abre desde ambos lados, facilitándole mucho las cosas a los zurdos.
6. Hay hoteles cápsula que cuestan solo $ 20 la noche. La llave te da acceso a los ascensores y casilleros. También te dan una bolsa con productos básicos. Las cápsulas son bastante espaciosas.
7. Hay casilleros para paraguas. No olvides la combinación que usaste.
8. Los baños tienen asientos para bebés y percheros para bolsos.
9. Cuando llegas a los setenta y cinco años, recibes esta calcomanía. Esto le hace saber a los demás conductores que eres un adulto mayor.
10. Cuando llegas a la escuela tienes que quitarte los zapatos y ponerte los zapatos para espacios interiores. También hay pantuflas para el baño.
11. El camarero sacó la cuenta de nuestro pedido escaneando nuestros platos.
12. Los pasamanos tienen películas antibacteriales, al igual que en los botones de elevadores y máquinas expendedoras.
13. Este robot dirige una cafetería por sí solo.
14. Esta tienda sin cajero ya sabe lo que voy a llevar y saca la cuenta del pedido sin escanear.
15. Estos son hisopos negros con textura acanalada. Se sienten bien al penetrar los lóbulos de las orejas.