Admitámoslo, todos en algún momento hemos tenido que sufrir algún inconveniente inesperado que hacen que nuestro día se arruine de forma insalvable. Cuando este tipo de cosas ocurren, lo único que nos queda es irnos a dormir y esperar que el siguiente día sea mejor. O también, podemos pasearnos por esta increíble compilación repleta de situaciones que te harán pensar que tal vez tu día no es tan malo después de todo.

Una tormenta voló la puerta de mi garaje.

Ordené encurtidos fritos como aperitivo. Recibí un pepinillo cortado en 4 pedazos que costó $10.

Fui a correr regularmente 3 millas (5km). A mitad de camino mi pierna decidió partirse.

Eso no es lo que quería que se cayera del gabinete.

Pedí esta “otomana” para mi esposa… Debería haber verificado las dimensiones.

Contraté a un contratista local para reparar una fuga debajo del fregadero de mi cocina hace unos años. Nunca inspeccioné su trabajo. Hasta hoy.

Cuando estás disfrutando de un bocado y terminas googleando frenéticamente sobre hongos.

No es exactamente como quería que comenzara mi mañana.

Lo que la naturaleza hizo a mi patio hoy.

Metí una chaqueta en la secadora para quitarle las arrugas, pero dejé una barra de chocolate en el bolsillo.

Mi bebida no vino con una pestaña para abrirla.

Mi pelota para aliviar el estrés no pudo aguantar la presión.

Lo que ocurre cuando con un niño de tres años, un nintendo switch y una barra de pegamento se juntan.

Llegar a los Oscar y descubrir que tu asiento está detrás de esta chica.

Cuando destruir todos los muebles de casa no es suficiente.