Las culturas y tradiciones alrededor del mundo son muy variadas y muchas bastante curiosas, y lo son aún más cuando hablamos de tradiciones mortuorias, a continuación te las presentamos:

Canibalismo

Los Aghori son una secta hindú, ellos adoran y rinden culto a la manifestación femenina (Shakti) de la deidad Shiva. Para alcanzar el grado más alto de iluminación, los Aghori necesitan meditar sobre un cuerpo humano (generalmente es un cuerpo que encuentran flotando en el río Ganges) e ingerir la carne de este cuerpo, no importa si está en proceso de descomposición. Muchos de ellos son considerados como hombres que poseen increíbles poderes sobrenaturales y aunque la mayoría les tienen miedo por su aspecto, (viven con el cuerpo cubierto de cenizas humanas y con osamentas humanas colgando por todo su cuerpo) otros indios los consideran santos y en ocasiones recurren a ellos en busca de una cura a alguna enfermedad.

Utilizar los huesos pintados de sus difuntos como adornos para recordarlos

En Australia existe una tribu aborigen que acostumbra a colocar los cadáveres sobre una plataforma hecha de madera, en ella el cuerpo es cubierto con hojas y ramas, con este procedimiento se deja que el cuerpo entre en descomposición y durante las celebraciones se utilizan los líquidos del cuerpo descompuesto para untarlo sobre la piel de los jóvenes, esto tiene como finalidad traspasar las virtudes y cualidades positivas del difunto.

Convertir a sus muertos en “gemas”

Corea del Sur y las “perlas de la muerte” fueron creadas después de que en el año 2000 una ley fue aprobada instruyendo que cualquier persona que entierra a un ser querido deberá quitar la tumba después de 60 años, esto se debe a que existe una gran disminución del espacio en cementerios y la cremación se ha vuelto mucho más popular. Varias compañías convierten los restos en perlas gema de colores turquesa, rosa o negro. Estas “perlas de la muerte” se pueden ver en los hogares en botellas de vidrio como la de la fotografía.

Colgar los ataúdes de sus familiares en lo alto de los acantilados

Los igorotes, conjunto de pueblos que habitan en terrenos de la cordillera central al norte de la isla de Luzón, Filipinas, creían que las almas de los muertos se asfixiaban bajo la tierra, y fue por eso que sus ritos fúnebres consistieron en colgar los ataúdes de madera con los cuerpos sin vida en lo alto de los acantilados, o los apilaban en la entrada de las cuevas.

Desfilar con los muertos

En Indonesia, la comunidad llamada Tona Toraja tiene un ritual que se conoce como Ma’ Nene y ocurre cada tres años durante el mes de agosto, este ritual consiste en retirar los cadáveres de sus tumbas y aquellos que estén en perfectas condiciones (cadáveres ya momificados) y puedan mantenerse de pie participan de la ceremonia. Durante dos días los cuerpos se limpian y se decoran, se les mejora el aspecto y son vestidos con nuevas prendas.

Purificación de los cuerpos con orina de toro

El Zoroastrismo es una religión que surgió en Persia en el siglo VI, y considera al cuerpo inerte como algo impuro que contamina todo lo que toque, es por esto que el ritual comienza con un lavado del cuerpo con orina de toro, una vez que fue “lavado” un “Saglid” que se trata de un perro que, según las creencias, es capaz de olfatear la presencia de espíritus malvados que pudieran alojarse en los restos mortales, revisa el cuerpo y si es necesario se lava otra vez. Solo entonces el cuerpo puede ser llevado al dakhma, o Torre del silencio que son considerados lugares sagrados, en el mismo se deposita el cuerpo y dejado allí es expuesto a la acción de la naturaleza, no se demora mucho para que el olor atraiga a los buitres, que desgarran y se alimentan del cadáver, una vez limpios los huesos son recogidos y almacenados en una cueva debajo de la torre.

Desenterrar a los muertos para bailar con ellos

En la isla de de Madagascar la tribu Malgache tiene como tradición que cada siete años celebra la Famadihana. Esta fiesta es un rito fúnebre en el cual se saca a los muertos de sus tumbas y se envuelve a los cadáveres en nuevas ropas y en sudarios blancos, luego son llevados a los pueblos en donde se realiza la fiesta. Mientras los vivos bailan, sostienen y pasean los cuerpos de sus familiares difuntos se da un tiempo en el que la familia conversa y ora con ellos pidiendo consejos y dándoles caricias y abrazos. Al terminar el ritual todos lanzan el cuerpo al aire y luego es depositado en su tumba.

Limpiar los huesos de los muertos

En México en el estado de Campeche aún se preservan las costumbres tradicionales que datan de los tiempos precolombinos, los habitantes de la comunidad acuden al panteón para limpiar los huesos de sus difuntos y ponerlos sobre hermosas telas bordas y pintadas antes de la celebración del Día de los Muertos.

Cortar los dedos de los familiares del muerto

La etnia Ndani de Nueva Guinea tenía como tradición de que cada vez que fallecia un hombre, un sacerdote visitaba a la familia del difunto y tenía como misión cortar algunos dedos de los parientes, la cantidad de miembros amputados dependía estrictamente de la decisión del sacerdote. El proceso para cortar los dedos era muy doloroso, ya que se utilizaba una cuerda, hecha en base a cáñamo, la cual era amarrada al dedo fuertemente y apretada hasta que la piel y el hueso se rompian, luego con cabello humano se hacía una especie de collar en el cual se insertaban los dedos que se amputaron y se le colocaba este collar al cadáver. Con este ritual se busca que el espíritu de la persona abandone el cuerpo mortal y además, que el espíritu no intentara acercarse a sus familiares vivos

Fosa común para los cadáveres con algunos rituales

Los Haida, una nación indígena de América del Norte, debajo de los tótem cavaban una fosa común para los cadáveres a los cuales les quitaban las entrañas y estas eran colgadas sobre la construcción de madera con el fin de atraer animales salvajes, quienes avisarían al mundo de los muertos la llegada de los difuntos. Si moría algún jefe o personas importantes de la tribu eran amarrados al tótem y estos eran “fusionados”, a través de golpes que destruían el cuerpo.

Sopa de las cenizas de sus muertos

Los Yanomami o Sanemá Yanohama, son una etnia que habita en el Amazonas de Venezuela y Brasil. Para los yanomami la muerte no es parte de algo natural, ellos no consideran que la muerte es algo irremediable y creen que es provocada por demonios malignos enviados por sus enemigos los chamanes de otras tribus. Es por esto que la muerte es recibida con rabia e ira para luego iniciar con el ritual, en el mismo se recuesta el cuerpo sobre una hamaca y se lo pinta y decora con plumas blancas entre medio de las danzas y los gritos se muestran las pertenencias del fallecido y la viuda se pinta la cara de negro. Al día siguiente el cuerpo es incinerado y las cenizas se reparten a los familiares y amigos cercanos, que para el ritual final preparan una sopa de plátano y mezclan las cenizas que les fueron entregadas para luego tomarla.

Darle de comer a los buitres

Entierro Celestial, este ritual es parte de la religión budista, quienes creen que los cuerpos sin vida no tienen ningún valor en especial y son considerados cascaras vacías. Una vez que una persona fallece, un monje (llamados lamas) va al hogar del difunto y recita oraciones durante un día completo para ayudar al alma a atravesar el recorrido entre la muerte y la reencarnación. Tres días después, el cuerpo se bendice y es llevado por los parientes a las partes altas de las montañas. Durante la madrugada, el cadáver es trozado en pequeñas partes y luego es dado de comer a los buitres, si en caso los buitres no comieran por completo el cuerpo esto es señal de mal augurio.