Desde siempre han existido mitos, modas y consejos, algunos no tan fiables, acerca de cómo cuidar nuestro cuerpo. Desde cómo tener los dientes más blancos hasta el cuidado de la piel y el cabello. Este último tema comenzó a llamarme la atención ya que últimamente mi cabeza se ve cada vez más despoblada y mi frente más grande. Estoy cada día más cerca de las tres décadas y la pérdida de cabello es algo inevitable.
Mi mamá, como todas las santas madres, se preocupó por mí porque cree que me estoy quedando pelado o calvo. De hecho, me lo recalca cada vez que la visito. También dice que estoy muy flaco pero ese es un tema para otra crónica. Entonces decidió regalarme un champú para caballos, que según dicen por ahí los rumores y las modas que circulan por internet, sería muy beneficioso para el fortalecimiento del pelo. ¿Será verdad?
Primero, mi incipiente calvicie:
Alrededor del 2012 surgió el mito de los milagros del champú de caballo luego de que celebridades como Jennifer Aniston y Sarah Jessica Parker reconocieran usarlo. Las marcas aprovecharon el boom promocionando productos que tenían una vitamina llamada biotina, también conocida como vitamina B8 o vitamina H. Esta sustancia estimula el crecimiento del cabello y, además, previene su caída. Sin embargo, según dijo la Organización de Consumidores de España (OCU) cuando estaba el boom del uso del champú de caballos “no hay suficientes evidencias científicas de que funcione en estos productos”.
Como yo no tenía nada que perder y, la verdad me daba mucha curiosidad, decidí ponerme manos a la obra y usar el famoso champú día por medio por un par de semanas. Así me presentaba el primer día, nervioso y a la vez ansioso de ser un conejillo de indias. También iba un poco atrasado al trabajo:
El que usé era marca Kawell y lamentablemente no tenía ni una gota de esta milagrosa “biotina”. Sin embargo, estaba hecho a base de matico, una planta que tiene un popular uso medicinal y es originaria de Argentina, Chile, Bolivia y Perú. “Matico 100% orgánico” decía el envase que parecía un galón pequeño de combustible.
Tenía un fuerte olor a yerbas. Jamás olí algo así en un champú. Su aspecto tampoco lucía muy llamativo, de hecho parecía una especie de miel o aceite de un color entre café y verde.
Pero a pesar de todo no me quemó la cabeza ni me convertí en caballo. Salía bastante espuma y me ardieron un poco los ojos cuando me enjuagaba, pero nada grave. Además siempre me sucede cuando me lavo el pelo.
Incluso me refregué la espuma por debajo de los brazos, en mi barba y otras partes inferiores del cuerpo. “Por si acaso”.
Al principio el pelo quedaba un poco seco, no tan suave como me lo suelen dejar los típicos champús que se encuentran en las tiendas y que yo suelo usar un par de días a la semana normalmente. Pero después me di cuenta que quedaba limpio, brillante y ganaba volumen. Era el primer día pero ya me imaginaba que iba terminar como un hombre lobo al correr de las dos semanas con pelo en la cara y todo el cuerpo.
A la semana no vi mucha diferencia en mi cabello. Se ensuciaba a los dos días, igual que siempre. Se ponía un poco más brillante cuando lo lavaba, pero tampoco tanto. No me picaba la cabeza. A veces relinchaba pero todo bien. No, eso no es cierto.
Se me caían algunos pelos al lavarlo pero nada fuera de lo normal. Al final simplemente me estaba lavando el pelo con mayor frecuencia que antes y por eso lo tenía más limpio.
Consulté al Doctor Fernando Vergara, médico veterinario de la marca que produce el champú, y me dijo que no era nada raro que las personas lo utilizaran. De hecho sobre todo las mujeres suelen ser las más interesadas en comprar el producto, según me comentó: “Ven a los caballos saludables con un pelaje brillante, linda piel, una cola suave y quieren que su pelo esté igual”.
Yo tengo el pelo castaño claro, cuando lo lavo suele quedar un poco más rubio, como la foto que está más abajo. No sé si mi pelo quedó tan suave como la cola de un caballo pero sí quedó limpio. Así estaba mi pelo después de habérmelo lavado la noche anterior con el champú para caballos.
Vergara dijo que estaba enterado del boom. De hecho me confesó que el tema de la biotina “es algo absurdo“, pues al aplicar champú con esta vitamina en el cuero cabelludo no significa que la piel vaya a absorberla. Esto sí sucede cuando uno consume alimentos ricos en biotina como leche, carne, huevos, entre otros.
En el caso del matico, Vergara señala que es cicatrizante, antioxidante y antiinflamatorio por eso los dueños de caballos utilizan su champú para cuidar el pelaje y la piel de sus animales después del uso reiterado de monturas, por ejemplo. Yo no he usado monturas pero si he visto que el champú para caballos me ha logrado limpiar el pelo después de usar mucho un gorro de lana en estos días fríos de invierno. Me quedaba el pelo tieso y grasoso después de usar el gorro.
“Al final muchas personas lo usan y parecen contentas con los resultados. Pero yo creo que es un efecto placebo“.
-Fernando Vergara, médico veterinario de Kawell-
Aquí estoy yo bajo los efectos de este oloroso placebo una mañana antes de ir a trabajar
Llamé a la Dra. Jesús Díaz, médico cirujano especialista en implante capilar de la clínica Tempora, para tener la opinión de una especialista. Según ella no hay forma de vencer a la alopecia androgenética, calvicie común que padecen alrededor del 80% de los hombre y 20% de las mujeres, pues es algo qué está predeterminado por los genes.
“No hay tratamiento que pueda evitar la alopecia ni reducir la velocidad de la caída. Si se puede reparar con el implante capilar. Quienes sufren calvicie están predeterminados a tenerla. No hay un patrón lógico”.
Díaz también me dijo que un médico jamás recetaría el uso de un champú para caballos pues puede ser perjudicial para los seres humanos.
“No está formulado con el pH para la piel humana así que no recomendamos usarlo. Aunque para muchos puede ser inocuo, personas con piel sensible pueden, gente con dermatitis, por ejemplo, deben tener cuidado”.
En mi caso el champú no me fue perjudicial para la piel y, según me dijo el veterinario, hasta ahora ninguna persona se ha quejado por esto. Los caballos y sus dueños tampoco lo han hecho.
“El producto está pensado para los caballos, pero lo producimos en laboratorios que hacen cosas para personas. Incluso la piel de los caballos es más frágil que la del ser humano. Por ahora no hemos tenido ningún reclamo… hemos tenido buenos resultados tanto de los dueños de caballos como de las personas“.
Al final la doctora confirmo lo que pensaba: “no es más que un mito”, me dijo. Incluso otras virtudes que se le atribuyen al champú para caballo como que le da brillo y firmeza al pelo humano también podrían no ser más que mentiras. William Romero, dermatólogo de Clínica Dermovein dijo a Emol.com que la única forma para conseguir esto es a través de una buena alimentación. “Si a la persona le interesa que el pelo nuevo le nazca con brillo, tiene que consumir vitaminas como biotina, aminoácidos, proteínas, etc., para que el pelo se forme con una estructura que dé brillo”, dijo el especialista. Tendré que cambiar el heno por leche y carne.
El último día que me lavé el pelo con el champú de caballos me di cuenta que es lo mismo que cualquier otro. El pelo me quedaba limpio y listo. Aquí pueden ver una prueba:
[youtube]https://youtu.be/K5qqGVioUn8[/youtube]
No sé si recomendaría su uso, no hay ninguna prueba científica que diga que es beneficioso y tampoco existen pruebas de que haga daño. A mí me funcionó como cualquier otro champú pero la incipiente calvicie sigue ahí. Te agradezco por el gesto mamá pero creo que no se puede hacer nada contra la calvicie, simplemente es mejor aceptarlo. Además, todavía me quedan varios años de pelo.
¿Conocías esta moda del champú de caballo? ¿La habías probado?