Hace 21 años en la ciudad de Novy Urengoy.

Nació una niña llamada Katya Nezhentseva, cuando Irina, la madre de la recién nacida, vio la cara de su bebé se asustó mucho: Estaba cubierto de profundas arrugas… El esposo de Irina, sabiendo cómo había nacido su hija, decidió que no podía resistir una prueba de ese tipo, y dejó a su familia a su suerte.

Los médicos estaban convencidos de que la niña sufre de un trastorno genético muy raro llamado Progeria: En la que hay cambios en la piel asociados con el envejecimiento prematuro del organismo.

Según las estadísticas, no hay más de un centenar de personas con este diagnóstico en el mundo, por lo general, las personas con esta enfermedad no están destinados a vivir mucho tiempo… ¡Pero ese no es el caso de Kate!.

Echa un vistazo:

Durante toda su vida sufrió de burlas y acoso.

Porque incluso desde que era niña su cara se parecía a la de una anciana: “Nunca dejaba de preguntarme por qué tenía que pasar por todo esto, pero no pude encontrar respuesta alguna”, compartió una vez Katya en una entrevista.

“Entonces decidí conquistar a las personas no con la apariencia, sino la inteligencia, amabilidad y encanto. Lo más importante de todo ser humano es el alma”.

Su espíritu de lucha ayudó a la niña no darse por vencida, gracias a su natural carisma e increíble persistencia se encontró con amigos de verdad, que no les importaba cuántas arrugas mancharan su cara.

Su caso es tan único que en el 2011 fue invitada a un programa en la TV.

Después de eso los principales cirujanos plásticos se interesaron en su caso, después de sopesar los pros y contras de la cirugía, Katya decidió ponerse a disposición del bisturí… Su rostro fue ovalado y se cambió su forma de nariz y ojos.

¡El radical cambio de apariencia fue como si revelara a una chica dentro!.

Pero este no es el fin de la historia…

A pesar de la enfermedad, Kate fue capaz de encontrar a su otra mitad y casarse: ¡El destino los unió por accidente! Denis sólo quería llamar a alguien y se equivocó en un número al marcar, así un error banal se convirtió en un gran amor… El marido de Katie afirma que su mujer tiene un encanto especial que no ha visto en ninguna mujer.

Cuando se embarazo los médicos temían que el bebe heredara la enfermedad.

Pero no pasó nada, y recientemente trajo al mundo un hijo llamado Gleb: “Dios nos ha dado un hijo maravilloso, ¿qué podría ser mejor?”, no puede creer su felicidad Katya.

La historia de esta mujer inspira y alude al hecho de que nunca hay que renunciar.

La felicidad no es un regalo del destino, sino la elección de cada individuo... El ejemplo de Katie nos enseña que incluso una terrible enfermedad no nos puede quitar el derecho a ser feliz.

¿Estás de acuerdo con nosotros?.

¡Su dieta era de 4,000 calorías diarias!.

Comía papas fritas y hamburguesas todos los días, dueña de una vida de excesos alimenticios, Lyndsey Hoover cumplió la mayoría de edad en Estados Unidos pesando 150 kilos… El pronóstico era complejo y para ella, su obesidad no solo era un problema de estética y seguridad personal, sino también un asunto de salud que la tenía al borde de la diabetes y con intensos dolores de espalda. Sentía que se podía morir en cualquier minuto y eso la mantenía constantemente asustada.

Vivió inmersa en esa realidad durante años y siguiendo una dieta de más de 4000 calorías diarias, la situación se hacía insostenible, hasta que para el día de su cumpleaños, mientras regresaba de un vuelo en avión, notó que el cinturón de seguridad en el asiento no cruzaba de un lado a otro por sobre su cintura… Entonces, decidió hacer algo.

Échale un vistazo:

“Siempre había tenido sobrepeso pero en mi cumpleaños 21 sentí que mi vida se acababa”.

“Siempre me imaginé celebrando con amigos pero no había nada que celebrar. No podía ir a los shows porque no cabía en los asientos, no podía ir a los restaurantes bonitos porque era demasiado grande para entrar en los puestos. Ser talla 30(UK- 60 América Latina aprox-) significaba que sólo podía comprar en dos tiendas y yo era la talla más grande en el colgador”.

Habló con un doctor y, sin pensarlo 2 veces…

Decidió que se sometería a una cirugía de bypass gástrico: La intervención médica prometía ayudarla a bajar de peso, sin embargo, no haría todo por ella; Lyndsey debió reducir su dieta diaria de 4,000 calorías a tan solo 700, además de iniciar un plan de ejercicio constante y estricto.

¡Los resultados no tardaron en aparecer!.

Ya en los primeros meses comenzó a bajar de peso y en cosa de 2 años, increíblemente, se había sacado 90 kilos de encima. Era otra persona, es otra persona… Protagonista de una verdadera transformación, Lyndsey cuenta que a pesar de el estado en que se encontraba anteriormente.

Hubo un hombre que se fijó en ella y hasta decidieron casarse.

“Mi marido, Randy, de 25 años, se casó conmigo cuando estaba más ‘gorda’, siempre me vio de manera diferente y nunca se dio cuenta de lo grande que era realmente. Mi dieta se componía de comida rápida y bebía tres litros de Coca Cola todos los días, yo era adicta y podía fácilmente comer 4.000 calorías al día. Pero mi peso estaba teniendo graves efectos sobre mi salud, yo era pre-diabética y sufría de dolor de espalda severo”, señala la joven que hoy tiene 23 años.

Pero el exceso de piel no se lo quitaría ni la dieta ni el ejercicio…

Entonces se sometió a una cirugía estética de levantamiento e implantes mamarios: Así, finalmente, cumplió el sueño que siempre había querido y hasta se dio el tiempo para ver si cabía al interior de una sola pierna de sus pantalones antiguos.

“Estoy muy orgullosa de mi transformación”, cuenta Lyndsey. “Ahora siento que estoy viviendo la vida que siempre soñé. Puedo usar un bikini y no me siento como que tengo que inventar excusas sobre cómo me veo de gorda, o cómo se ve mi exceso de piel, por fin puedo mirar en el espejo y ver una mujer hermosa devolviendo la mirada”.

Este cambio es sin duda, resultado de una decisión tomada con esfuerzo y perseverancia.

¿Qué opinas tú?.

Un hombre de 46 años tras comprobar que su mujer lo ha estado engañando durante los últimos 10 años publica en Facebook una tremenda reflexión acerca de qué ha sido de su vida hasta ese momento… Seguro que su historia no te deja indiferente.

Échale un vistazo:

“Necesito recuperar mi vida. Tengo 46 años, soy banquero y he estado viviendo toda mi vida al contrario de como quería. Me he pasado los últimos 26 años en una oficina de 9 a 7 durante seis días a la semana. Siempre elegí el camino seguro, no tomé ningún riesgo y llegué a cambiar mi forma de ser.

Hoy he descubierto que mi mujer me ha estado engañando durante los últimos 10 años. Mi hijo no siente nada por mí. Me he dado cuenta de que me perdí el funeral de mi padre por NADA. Tiré todos mis sueños a la basura. Si pudiese ver a mi “yo” adolescente le daría un puñetazo en la cara para que no abandonase sus ideas.

Comencemos describiéndome cuando tenía 20 años. Parece que fue ayer cuando estaba seguro que iba a cambiar el mundo. La gente me quería y yo era muy feliz con los que me rodeaban. Era innovador, creativo, espontáneo, y no me daba miedo tomar ninguna decisión arriesgada. Tenía dos sueños. El primero era escribir una novela, y el segundo era viajar por el mundo ayudando a los necesitados. Estuve quedando con mi mujer durante cuatro años por aquel entonces. Era un amor de jóvenes. A ella le encantaba mi espontaneidad, mi energía y mi habilidad para hacer a la gente reír. Sabía que mi libro iba a cambiar el mundo. Llevaba 70 páginas cuando tenía 20 años. Aún llevo las mismas 70 páginas a mis 46. A los 20 viajé con tan solo una mochila a la espalda por Nueva Zelanda y Filipinas. Planeaba recorrerme toda Asia, luego Europa y por último América. A día de hoy solo he estado en Nueva Zelanda y Filipinas.

Ahora vayamos donde todo se torció. Mis mayores arrepentimientos. Tenía solo 20 años, era joven pero pensé que necesitaba estabilidad, que necesitaba graduarme y conseguir un trabajo que definiría toda mi vida. Un trabajo que me mantendría todos los días de 9 a 7 en una oficina. ¿En qué estaba pensando? ¿Como podía vivir si mi vida era el trabajo?

Después de volver a casa, cenaba, preparaba el trabajo para el día siguiente, y me iba a dormir a las 10 para poder despertarme a las 6. ¡Dios!, no recuerdo la última vez que le hice el amor a mi mujer.

Ayer, mi mujer admitió que me estuvo engañando durante los últimos 10 años. 10 años… Es muchísimo tiempo, no lo comprendo, ¿cómo podía soportarlo? ¿no se sentía mal? Dijo que lo hizo porque he cambiado, que ya no soy la persona de la que se enamoró. ¿Qué he estado haciendo durante los últimos diez años? Además de trabajar, no puedo decir mucho más. ¿Quién soy? ¿Qué me ha pasado? No sabía si quiera si pedirle el divorcio, llorar o gritar. No sentía NADA. Ahora que escribo esto puedo sentir algunas lágrimas recorriendo mi mejilla. Pero no porque mi mujer me haya engañado, sino porque me he dado cuenta de que he estado muriendo por dentro. ¿Qué ha sido de aquel joven gracioso y atrevido que cambiaría el mundo? Recuerdo que una vez la chica más popular del instituto me pidió una cita y la rechacé por la que ahora es mi esposa. Dios mío… Era muy popular entre las chicas del instituto, incluso en la universidad, pero fui fiel, no experimenté con otras y estudié cada día.

¿Recuerdas lo que he comentado de los viajes y la novela? Todo eso fue durante los primeros años de universidad. Trabajaba a tiempo parcial y derrochaba todo lo que ganaba. Ahora ahorro hasta el último céntimo. No recuerdo cuando me gaste nada en algo divertido, o en algo para mí. No se siquiera qué es lo que quiero ahora.

Mi padre falleció hace diez años. Recuerdo que recibí una llamada de mi madre diciéndome que estaba enfermando cada día más. Yo estaba muy ocupado para conseguir un ascenso. Fui posponiendo mi visita pensando que mi padre aguantaría, hasta que falleció y yo obtuve mi ansiado ascenso. No lo he vi desde hace 15 años. Cuando murió me dije a mí mismo que no importaba no haberlo visto. ¿EN QUÉ ESTABA PENSANDO? Lamento no haber hecho tantas cosas… Lamento no haber dedicado mi energía en ninguna de mis pasiones. Lamento que mi trabajo se apoderase de mí. Lamento haberme convertido en un marido horrible, en una máquina de dinero. Lamento no haber terminado mi novela ni haber viajado por el mundo. Lamento no haber sido cariñoso con mi hijo y ser una maldita billetera sin emociones.

Si estás leyendo esto y tienes toda la vida por delante, por favor, no aplaces nada, no abandones tus sueños, céntrate en tus pasiones y gasta toda tu energía en ellas. Por favor, haz algo con tu vida mientras eres joven. NO sientes la cabeza con 20 años. NO te olvides de tus amigos ni de tu familia. NO malgastes tu vida como hice yo. NO seas como yo.”

Tú: ¿Que opinas al respecto… ?.

¡Existen personas con una autoestima a prueba de bombas!.

Hay gente que ama su cuerpo y que le es totalmente indiferente lo que los demás puedan opinar sobre ellos… Seguro que conoces a alguien con algunos, o muchos, kilos de más que se ponen ropa que tú, estando mucho más delgada ¡No te atreverías porque te importa demasiado lo que piensen los demás!.

Echa un vistazo:

El caso de Bobbi-Jo Westley es el mejor ejemplo…

Bobbi de 43 años, pesa 225 kilos y en lugar de quedarse llorando en un rincón, ha decidido sacarle partido a su voluminoso trasero ganando más de 2000 dólares al mes con su cámara web.

“Soy famosa por mis caderas y trasero. Es lo que más gusta a la gente. Tengo fans de todas las partes del mundo: India, Australia, Europa. Recibo unos 50 mensajes de Facebook al día, donde me hacen llegar notas de amor, propuestas de matrimonio e hijos. Creo que lo que más les gusta de mí es mi autoestima”.

Aquí una galería de Bobbi-Jo Westley y sus prominentes curvas…

Si, más de 2000 dólares al mes…

Conforme vamos creciendo, jugamos cada vez menos a la pelota y tenemos más dinero para comprarnos esas hamburguesas y bebidas azucaradas que tanto nos gustan en tamaños absurdamente gigantes y que comemos sin medir las consecuencias que podría traer ese culposo gusto.

Nuestro estilo de vida se basa en nuestra mentalidad, por ello pensar y por ende tener los hábitos de una persona con sobrepeso solo empeora las cosas… Pero no tienes por qué seguir así, a continuación te presentamos algunas cosas que tienes que vigilar, para dejar de engordar.

Dales un vistazo:

1. Utilizar siempre el ascensor.

Utilizar el ascensor es válido si quieres subir 10 pisos, nadie quiere llegar sudado a la oficina del jefe, pero si sólo tienes que subir 1 o 2 pisos, utiliza siempre las escaleras… No sólo ahorrarás energía eléctrica, si no también te sorprenderá lo beneficioso que puede llegar a ser, si tienes una vida sedentaria.

2. Comer rápido.

Vivimos en épocas donde el tiempo vale oro, pero al momento de comer, tenemos que tomarnos las cosas con calma: Si comes demasiado rápido, no le darás tiempo a tu cerebro a que te envíe la señal de que estás satisfecho, y terminarás comiendo más de lo que necesitas.

3. Saltarte comidas.

Probablemente pienses que comiendo menos, bajarás de peso más rápido… ¿No? Lo que conseguirás es hacer más lento tu metabolismo, debido a un mecanismo de defensa y supervivencia que tiene tu cuerpo.

4. Tomar café.

El café es una bebida estimulante que te dará energía, te ayudará a acelerar tu metabolismo y a reducir tu apetito, pero te hará más gordo si decides tomarlo con azúcar o peor aún con crema… Tómalo siempre negro y sentirás todo su poder.

5. Comer mientras ves televisión.

Ya sea que veas Netflix, las noticias o Youtube, si comes distraído, terminarás comiendo más de la cuenta…  A la hora de cenar, haz una pausa y come concentrado en tu plato, tu cerebro sabrá que te estás alimentando y te avisará cuando haya sido suficiente.

6. Trabajar en una oficina.

Es obvio que no renunciarás a tu trabajo porque te está engordando, pero es bueno que sepas que las oficinas son sedentarias por naturaleza… Si pasas la mayor parte de tu día sentado frente a la computadora, considera ir al gimnasio a ejercitarte: No sólo te ayudará a mejorar tu salud, si no que también será un buen método para desestresarte luego de tu jornada laboral.

7. Beber alcohol seguido.

Lamentablemente consumir bebidas alcohólicas puede engordarte aunque cuides tu alimentación a lo largo del día… Es cierto que varía depende de qué bebida tomes, pero es un hecho que todas las bebidas aportan calorías extra a tu dieta.

8. Vivir Estresado.

Por experiencia propia te puedo decir que cuando tu cuerpo se siente estresado, lo que busca es un refugio donde se sienta seguro… Uno de esos refugios puede ser la comida: Relájate un poco y no sucumbas ante la ansiedad, el mejor refugio anti-stress es el ejercicio.

9. No dormir lo suficiente.

Aparte de provocarte ojeras, ponerte de mal humor y sin ganas de trabajar, el dormir pocas horas puede hacer más lento tu metabolismo, lo cual puede ser un gran problema al intentar bajar los kilos de más.

10. Pasar mucho tiempo con gente gorda.

Esto puede sonar un poco cruel: Pero es más que seguro que si pasas la mayor parte de tu tiempo con gente que sufre de sobrepeso, terminarás adoptando sus hábitos alimenticios… La idea no es alejarte de tus amigos gorditos, si no invitarlos a un grupo donde se tomen decisiones más saludables cada vez que salgan a cenar, ir juntos al gimnasio puede ser una fantástica idea también.