Hay un punto de la vida en el que comienzas a hacerte mayor sin notarlo, y entonces ocurren estas cosas que mantienes ocultas para que no se te note la vejez prematura, a que te sentirás identificado con esto, echa un vistazo a continuación a 26 cosas de señoronas que todos hacemos:
1. Exclamar “oy, oy, oy, oy, oy” cuando en una serie de televisión muere un personaje principal.
Y pasarlo mal. Y sentirte mal porque lo estás pasando mal pero no poder contarle a nadie que todos tus males son provocados por la repentina muerte de un personaje de ficción.
2. Escuchar ruidos en el descansillo o en la calle y asomarte con sigilo para ver qué demonios está pasando ahí fuera.
“Si yo no soy cotilla, pero es que parece que quieren que les escuche”.
3. Mirar mal a los “jóvenes” que vuelven borrachos en el metro un jueves por la mañana cuando tú estás camino del trabajo.
“La resaca no os parecerá tan divertida”.
4. Escandalizarte pero hacer como que no cuando una amiga te cuenta con toda naturalidad que anoche practicó intimidad.
“Uy”.
5. Suspirar.
Minipunto si suspiras al sentarte o al levantarte de algún sitio.
Minipunto y punto para el equipo señora si además piensas “es la primera vez que me siento en todo el día”.
6. Decir “mujer, yo tampoco quiero decir nada pero…” segundos antes de empezar a rajar a una persona sin ningún tipo de piedad.
7. Llegar a convencerte de que ese dolor de cabeza es en realidad un tumor cerebral y salir ligeramente decepcionado del médico cuando te dice que “una aspirina y a dormir”.
8. Pararte en seco en la acera y exclamar “NO PUEDE SER” cada vez que piensas que has perdido o te han robado el móvil.
Spoiler: estaba en el bolso.
9. Ir por casa en batín.
Incluso tener el normal de andar por casa y luego ya otro para ocasiones especiales.
10. No entender bien cómo funciona un programa de ordenador y, en lugar de preguntar, cerrar directamente la tapa.
“Es un problema de mi YO del futuro”
11. Pasar tus resacas viendo ‘Qué tiempo tan feliz’.
Y descubrir que a veces en plató están más animados que tú.
12. Cancelar planes un viernes a última hora solo para quedarte en casa o en tu sofá.
Este perro es tu animal espiritual.
13. Responder “servidora” cuando en la cola del Mercadona otra señora (de verdad) pregunta que quién es la última.
14. Ponerte ropa interior horrenda pero muy cómoda.
¡Y calentita!
15. Que una amiga te pida un favor y pensar que tampoco se te caen los anillos por hacerlo.
16. Tener sofocos.
17. Hacerte los fines de semana un desayunazo en casa porque en el fondo sabes que “el desayuno es la comida más importante del día”.
18. Pedirte un Bitter Kas.
19. Sentir la necesidad de llamar a un familiar para preguntarle si en su calle también ha llovido tanto como en la tuya.
20. Poner la oreja en una conversación de desconocidas que hablan de problemas amorosos y dar tu consejo sin que nadie te lo pida.
“Te lo digo por experiencia”.
21. Llamar por teléfono a amigas porque te aburres.
22. Pasar la tarde esperando el momento en el que llegarás a casa y te prepararás un tecito con miel.
23. Quedarte un rato hablando con las vecinas.
24. Dudar en redes sociales si estás enviando un mensaje privado o público y sentir un mini ataque al corazón.
25. Saber perfectamente cuándo empieza la temporada de melocotones.
¡Llevas esperando un año entero!
26. Sentirte muy identificada con este mono.
“UUUUUH, CHARO”.
Vía: Buzzfeed