En el cuidado de la salud, vale la pena echar un vistazo más de cerca a esas cosas que nos rodean en nuestra vida cotidiana y que ya va siendo hora de reemplazar por sus análogos inofensivos, o apegarse a una serie de reglas sencillas para evitar posibles amenazas. Por ejemplo, en los juguetes de goma que se utilizan en el baño, se acumula un moho peligroso, así que deshazte de ellos o cámbialos con la mayor frecuencia posible.
Queremos hacer especial énfasis en esas cosas habituales que se usan casi a diario y de las que desconocemos su daño oculto para nuestra salud.
14. Televisor
Ver la televisión antes de irse a dormir se ha convertido en casi un hábito mundial. Pero vale la pena abandonarlo a última hora de la tarde, porque la información que recibimos de la pantalla y la luz brillante artificial estimulan el funcionamiento del cerebro y pueden reducir el nivel de melatonina. Y una de las tareas de esta hormona es, precisamente, la de regular el sueño.
Es especialmente desaconsejable ver películas de terror o las noticias antes de acostarse. Pueden hacer más difícil conciliar el sueño al generar ansiedad y provocar pesadillas.
Solución: Saca el televisor del dormitorio. Tampoco lo reemplaces por una tableta o teléfono inteligente.
13. Esponjas para el baño
Las esponjas son buenas para la piel ya que ayudan a eliminar las células muertas. Sin embargo, son lugares proclives a la reproducción de bacterias, especialmente, en ese ambiente húmedo y cálido del baño. Muchos de nosotros, durante un tiempo prolongado, utilizamos la misma esponja sin desinfectarla y ni siquiera sospechamos que causan daños a nuestra piel.
Solución: Alternativamente, puedes comprar una esponja fabricada con productos naturales, contiene enzimas que interfieren en la multiplicación de bacterias. Además, es importante comprar esponjas nuevas regularmente (al menos una vez al mes) y realizar una desinfección periódica de las mismas con sustancias antibacterianas.
12. Licuadora
El peligro no es la licuadora en sí misma, sino sus partes de goma, en particular, el soporte. Estas partes rara vez se lavan y desinfectan bien, dando como resultado que la licuadora se convierta en un entorno ideal para el desarrollo de gérmenes y de moho.
Solución: solo debes acordarte de lavar después de cada uso, no solo el tazón de la licuadora, sino también todas sus piezas de goma.
11. Protector solar
Los estudios ya han demostrado que muchos protectores solares contienen sustancias nocivas que pueden alterar el equilibrio hormonal e incluso provocar tumores. Por supuesto, esto es cierto solo para algunos protectores solares con aplicaciones regulares, pero aun así, debes andar con cuidado.
Además, nuestro cuerpo necesita luz solar, y la protección constante del sol, más que ayuda, perjudica.
Solución: opta solo por marcas de filtros solares de alta calidad y lee cuidadosamente toda su composición: no deben contener carcinógenos.
10. Tabla de cortar de plástico
El plástico es un material conveniente y versátil, pero no es eterno. Con el uso prolongado, en las tablas de cortar de plástico se forman poros microscópicos en los que acaba entrando la suciedad y los residuos de alimentos.
Solución: cambia las tablas de plástico por otras de madera, solo que no olvides cambiarlas regularmente y utilizar tablas diferentes, una para carne y otra para verduras, por ejemplo. Si optas por el plástico, aboga por modelos de calidad, lávala regularmente y reemplázala cada pocos meses.
9. Filtros del aire acondicionado
Por supuesto, los aires acondicionados son irremplazables, crean un clima agradable en la habitación. Pero son seguros solo hasta el momento en que los filtros interiores queden obstruidos por el polvo y la suciedad. Después de eso, el filtro se convierte en un lugar excelente para el desarrollo de moho que, junto al polvo, retorna a la habitación.
Solución: no te olvides del mantenimiento regular del aire acondicionado y recuerda que debes cambiar los filtros. Las instrucciones de este aparato deben indicar con qué frecuencia debes hacerlo.
8. Luces de Navidad
Muchas luces de Navidad (especialmente las más económicas) están hechas de PVC y plástico reciclado. Por lo tanto, contienen sustancias nocivas que pueden provocar un mal funcionamiento en el sistema endocrino y empeoramiento de la memoria.
Solución: debes prestar especial atención al etiquetado y a la composición de estas luces. Cómpralas en tiendas especializadas y de confianza.
7. Enjuague bucal
Al igual que el jabón y el gel de ducha, muchos de estos productos contienen triclosán. Esta sustancia destruye tanto las bacterias dañinas como las beneficiosas, pudiendo generar alergias, trastornos hormonales e incluso enfermedades relacionadas con el corazón.
Solución: recuerda que el enjuague bucal solo es realmente necesario para las personas que tienen problemas de encías o infecciones dentales. Sin embargo, su uso diario para personas sanas está más que cuestionado.
6. Edulcorantes artificiales
Por supuesto, consumir una gran cantidad de azúcar es perjudicial para la salud. Debido a esto, las personas a menudo eligen sustitutivos del azúcar que también se utilizan para producir alimentos “más saludables”. En realidad, una investigación demuestra que la sudoración con sustitutos del azúcar conduce a un aumento de peso, trastornos metabólicos, enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.
Solución: si te gusta el dulce, da preferencia a las frutas dulces, en lugar de los postres con edulcorantes artificiales.
5. Juguetes infantiles
Los juguetes de peluche son peligrosos porque pueden transportar colonias de bacterias perjudiciales, incluido el estafilococo dorado. El organismo de los niños es especialmente susceptible a las enfermedades, y los juguetes pueden causarles algunas de tipo respiratorio, así como problemas en la piel.
Solución: no olvides que los juguetes infantiles necesitan lavarse y limpiarse con la misma frecuencia que se limpia la ropa y el calzado.
4. Alfombrilla de baño
Debido a que la alfombrilla en el baño está constantemente en un ambiente cálido y húmedo, se convierte en un auténtico hervidero de gérmenes y moho. Pueden causar irritación de la piel y problemas respiratorios como el asma.
Solución: no debes olvidar lavar la alfombrilla de baño de acuerdo con las instrucciones en su etiqueta. Después de cada uso, siempre debe secarse tan cuidadosamente como las toallas.
3. Paños de cocina
Los paños de cocina son ambientes ideales para la bacteria Escherichia coli o E. coli. Solo en tu paño de cocina, se pueden detectar más de 4 millones de bacterias por metro cuadrado. Estas son capaces de provocarte una intoxicación alimentaria severa. Y no solo a los humanos, también a los animales.
Solución: usa los paños de cocina con precaución, ya que su contacto con productos crudos propaga las bacterias. No olvides lavar las toallas regularmente a altas temperaturas y cambiarlas al menos cada 2 semanas.
2. Auriculares
Los médicos aseguran que, si una persona oye constantemente sonidos fuertes, esto provoca un daño significativo en el sistema auditivo. Y no se trata solo de actividades profesionales relacionadas con el ruido, sino también del hábito de escuchar constantemente música a alto volumen con auriculares.
1. Juguetes de goma para el baño
Los juguetes de goma que utiliza tu hijo se ven muy limpios. Pero eso es solo por afuera. Los científicos señalan que, dentro de estos juguetes. se pueden encontrar microorganismos peligrosos, debido al ambiente cálido y húmedo, un lugar ideal para la proliferación, tanto de moho como de hongos. Y después, en la bañera, este moho penetra en el agua, lo que puede provocar enfermedades graves en los oídos, los ojos o el estómago.
Simplemente, prueba a cortar cualquier juguete de goma de este tipo y comprobarás por ti mismo lo que alberga en su interior.