Una definición perfecta de cualquier complejo de Disney sería “El lugar más feliz sobre la Tierra”. Estos parques temáticos suelen atraer a miles de personas del mundo entero, e incluso representan el sueño dorado de muchos niños y adultos.
Por supuesto que para fabricar toda esa atmósfera de fantasía (que logra engañarnos muy bien) se necesita de muchísima organización y, sobre todo, secretos. Después de todo, un escenario como este no puede estar más lejos del mundo real.
1 – “Solo sé que no sé nada”.
La popular frase de Sócrates es improcedente en estos lugares. “Yo no sé” es una expresión inadmisible en cualquier parque de Disney. Los empleados deben hacerlo todo para ofrecer una respuesta a los visitantes.
2 – Vaya, vaya…
Algunos antiguos empleados afirman que todos los miembros del elenco de botargas y disfraces tienen relaciones entre sí. Es una especie de “villa olímpica” secreta en Disney.
3 – Reglas.
Cada una de las personas que ingresa a trabajar en estos lugares recibe un documento de normas titulado “The Disney Look”, algo así como “La imagen de Disney”. Aquí se encuentran las reglas de la empresa y las obligaciones de los empleados, mismas que deben seguirse al pie de la letra.
4 – Palabras prohibidas.
Existen palabras, además de las groserías, que no pueden emplearse dentro de los parques; por ejemplo, vómito. Los empleados deben referirse como “code-V” (código V) para alertar sobre alguna situación que involucre la palabra prohibida.
5 – Si perdiste algo de valor, probablemente lo compró un empleado de Disney.
Los artículos que son extraviados por los clientes dentro de la instalación, y que no son reclamados tras un largo periodo de tiempo son vendidos a los empleados. Y el dinero que se recauda es donado a la caridad.
6 – Apuntar es una falta de respeto.
A Walt Disney no le agradaba que las personas apuntaran con un solo dedo. Por eso, estipuló que todos sus empleados debían apuntar usando los dos dedos.
7 – Un olor agradable.
Por todo el parque existen máquinas que liberan fragancias agradables en el aire.
8 – Una buena apariencia lo es todo.
Dentro del libro de reglas de Disney, se incluye un manual que orienta a los empleados sobre cómo cuidar su apariencia durante el trabajo. De pies a cabeza, literalmente.
9 – Nunca salir del personaje.
Cuando un empleado está caracterizado como un personaje, no puede detener su actuación nunca, bajo ninguna circunstancia. Una exempleada relató: “no importa lo que pase, aunque estés lidiando con un padre majadero o con un niño que te toque los senos, harás exactamente lo que Blanca Nieves haría – intentar disimular la situación con una sonrisa”.
10 – Falsificando los autógrafos.
Dado que cada personaje tiene una firma única para los autógrafos, si tuvieras que interpretar a alguno, sería imprescindible que aprendieras a firmar de forma que ningún niño piense que se trata de un fraude.
11 – Chip & Dale, los mejores personajes.
Chip & Dale son los personajes que todo empleado quisiera interpretar, y esto se debe a que tienen autorización para jugarles malas pasadas a los visitantes o patearse el uno al otro, siempre y cuando el acto resulte gracioso. Algo que quizá no sea bien visto en Cenicienta.
12 – Extras.
Pese a que existen muchas reglas exigentes sobre una conducta impecable, los empleados también gozan de varios beneficios. Por ejemplo, pueden visitar los parques de forma gratuita en sus días de descanso y, además, conseguir pases gratis para amigos y familiares. También les hacen descuentos en las tiendas.
13 – Múltiples rostros.
En cada parque hay rostros distintos del mismo personaje.
14 – Ningún tatuaje.
Si no se puede salir del personaje ni un instante, un tatuaje en el brazo de Cenicienta o en la pierna de Mickey es totalmente inadmisible. Así, los tatuajes en los sitios que el disfraz no es capaz de cubrir no son permitidos.