Tom Attwater murió el martes después de una larga lucha contra el cáncer, informó la Real Sutton Codfield Observer. Según el periódico, Attwater dedicó sus últimos días de vida en recaudar dinero para su hijastra, Kelli Smith. Attwater y su esposa, Joely Attwater, con la que también tuvieron un hijo juntos.
Kelli la hija de Tom ha mantenido una aguerrida lucha contra un neuroblastoma, un cáncer infantil agresivo, que le diagnosticaron a los tres meses de vida.
“Kelli significa todo para mí y, como su padre, siento que es mi papel ayudarla en todo lo que pueda”, Attwater dijo al periódico antes de su muerte. “Sé que no siempre estaré aquí para Kelli y Joely y eso es desgarrador, pero puedo asegurarme de si Kelli necesita tratamiento que eso sea posible”.
La batalla del cáncer de Kelli comenzó poco después de su nacimiento, según un comunicado de prensa del centro de neuroblastoma infantil de Cancer Alliance UK. Su madre, Joely, se dio cuenta de que su bebé lloraba con frecuencia y se la llevó al médico para realizar pruebas de rutina.
Kelli fue diagnosticada con neuroblastoma y fue sometida a un año de quimioterapia. El tratamiento fue exitoso, pero los médicos le advirtieron a los padres de Kelli que tenía un alto riesgo de tener una reincidencia.
En el 2012 cuando la pequeña tenía tan solo 3 años, la familia se enteró que el cáncer de Kelli había regresado, algo que resulto sumamente desbastador.
“Es la peor pesadilla posible. Sólo sabíamos que teníamos que luchar por Kelli para que ella pudiera mantenerse fuerte para darle la mejor oportunidad de vida que pudiéramos”, dijeron Tom y Joely Attwater en el comunicado de prensa.
Pero la pesadilla de la familia sólo empeoró. Ese mismo año, Tom Attwater se enteró que tenía un tumor cerebral en el año 2012. Después de someterse a una cirugía de emergencia para extraer el tumor, los médicos le dieron la terrible noticia que su tumor era canceroso.
A pesar de que se dio cuenta de que iba a morir por la enfermedad, Tom Attwater dijo que sabía que tenía que seguir adelante por el bien de su familia.
“Es muy, muy difícil seguir siendo positivos ante tanta adversidad, pero Joely y Kelli siempre me dan muchas razones para sonreír y me mantienen en marcha”, dijo al periódico en el momento. “Tengo muchas ganas de que Kelli pueda estar orgullosa de mí un día y me recuerde con cariño y tener mi consciencia tranquila porque pudo seguir adelante.”
Kelli se recuperó de su segundo ciclo de quimioterapia, pero Tom Attwater se dio cuenta que las posibilidades de reaparición del cáncer en Kelli eran bastante altas. Así, que su misión hasta su último momento se convirtió en poder garantizarle el sustento económico para que los futuros requerimentos de la pequeña fueran atendidos antes de el morir.
Con el respaldo de la organización “Cancer Allianced UK”, la familia inició una recaudación de fondos para su hija que se llamó la apelación Kelli Smith. Su causa captó el corazón de los habitantes de su ciudad quienes realizaron varios eventos benéficos en pro de los futuros tratamientos de la pequeña.
Finalmente recaudaron la suma de $ 756.100.
“Significó muchísimo para mí como padre y como esposo el que pudiésemos lograrlo, no importa la cantidad de trabajo que tomó, siento que ya mi trabajo está hecho”, Tom Attwater dijo al periódico. “Le prometí a Joely que ibamos a alcanzar nuestra meta y no le fallamos a nuestra niña. Por Kelli no hay nada en el mundo que como su padre no hubiera hecho, sin importar cuán difícil. ”
En un post en Facebook después de la muerte de su marido, Joely Attwater dijo que su marido era su “héroe”.
“Tom era mi héroe”, dijo. “Su duro entusiasmo y fortaleza para ayudar a Kelli asombró a todos los que lo conocieron. A pesar de su extrema fatiga y convulsiones diarias, se levantaba de la cama todos los días para ayudar a recaudar fondos. Él quería que yo supiera que a pesar de que no viviría nosotros estaríamos bien, especialmente Kelli, quién tendría la mejor de las oportunidades de la vida”
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